Las autoridades han decretado toque de queda en Cúcuta debido a la grave crisis de orden público generada por los recientes atentados terroristas. La medida regirá desde las 7:00 de la noche de este jueves 20 de febrero hasta las 6:00 de la mañana del viernes 21 de febrero. Además, como medida preventiva, se ordenó la suspensión de clases el viernes en toda la ciudad.
Esta decisión se tomó luego de una serie de ataques que han sembrado el pánico en la capital de Norte de Santander. Uno de los hechos más graves ocurrió en Villa del Rosario, donde un atentado con explosivos destruyó por completo el peaje que conecta Cúcuta con San Antonio del Táchira. En el ataque, al menos cinco personas resultaron heridas, entre ellos tres trabajadores del Instituto Nacional de Vías (Invías) y dos vigilantes.
«El peaje quedó completamente destruido», confirmó el secretario de Seguridad Ciudadana de Norte de Santander, George Quintero, quien además anunció una recompensa de hasta 100 millones de pesos para dar con los responsables de estos hechos.
Casi al mismo tiempo, se registraron ataques armados contra puestos policiales en Villa del Rosario. Tanto la estación de Policía de La Parada como el puesto ubicado en el Templo Histórico, frente a la Casa Natal del General Santander, fueron atacados con disparos, lo que ha generado aún más tensión en la zona.
Hasta el momento, ninguna autoridad ha confirmado la autoría de estos atentados, aunque se sospecha que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) podría estar involucrado. En las últimas semanas, este grupo armado ha llevado a cabo varios ataques en Norte de Santander, incluyendo la colocación de cilindros bomba en carreteras estratégicas del departamento.
Esta ola de violencia se da en medio de fuertes reclamos de los gobernadores y alcaldes al presidente Gustavo Petro sobre la creciente inseguridad en el país. William Villamizar, gobernador de Norte de Santander, expresó su preocupación y pidió reforzar la inteligencia militar y aumentar la presencia de la Fuerza Pública en varias regiones.
«Hay una percepción en el país muy complicada referente a la seguridad», señaló Villamizar, recordando que el conflicto armado en el Catatumbo ha dejado al menos 63 muertos y más de 50.000 desplazados en el último mes debido a enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las FARC.
En el Chocó, la situación no es mejor. La gobernadora Nubia Carolina Córdoba alertó sobre una crisis humanitaria en la región debido a los combates entre el ELN y el Clan del Golfo, lo que ha dejado más de 3.600 desplazados y 12.000 personas confinadas.
A pesar del pánico que generó el atentado, la Policía Metropolitana de Popayán confirmó que no hubo personas heridas dentro de la edificación. Sin embargo, ante la posibilidad de más ataques, las autoridades han reforzado la seguridad y continúan inspeccionando la zona en busca de nuevos artefactos explosivos.
La situación de seguridad en Cúcuta es crítica y el temor entre los ciudadanos va en aumento. Las autoridades han reforzado los operativos militares y policiales en la región, mientras la población permanece en estado de alerta ante nuevos posibles ataques.
El llamado de las autoridades es a acatar las medidas de seguridad y respetar el toque de queda para evitar mayores riesgos.