El principal problema que aqueja a Riohacha y La Guajira en general es su alta ruralidad y los niveles de pobreza monetaria y multidimensional que son las generadoras de múltiples patologías que afectan al departamento y a su población.
El Censo 2018 señaló que la población urbana en Riohacha era del 67% y la rural del 33% en un total de 188.014 habitantes (año 2018), en el análisis del Distrito y que servirá de soporte para solicitar un ajuste poblacional post censal, el Distrito demostrará que la relación poblacional será la siguiente: Población urbana 57% y población rural 43% con un total poblacional estimada de 238.206 habitantes año 2018.
Esta nueva relación demuestra que Riohacha tiene una población rural muy alta, conformada principalmente por población indígena wayuú, kogui, wiwa, arhuaca, afrodescendientes y campesina.
A nivel de indicadores estructurales, el Censo 2018 estimó los siguientes resultados:
Tasas globales 2018
Índice Pobreza Multidimensional: Riohacha 45,14%; La Guajira 60,21%, en el 2021 se ubicó en 48,7 %.
Trabajo Informal: Riohacha 91,19 %; La Guajira 94,01 %, en el 2021 se ubicó en 93,6 %.
Bajo logro educativo: Riohacha 50, 34 %; La Guajira 62,83 % en 2021 se ubicó en 60,3 %.
Zona rural dispersa
Índice Pobreza Multidimensional: Riohacha 85,50 %; La Guajira 90,05 % en 2021 se ubicó en 70.7 %.
Trabajo Informal: Riohacha 95,40 %; La Guajira 86,67 %, en el 2021 se ubicó en 81,7 %.
Bajo logro educativo: Riohacha 85,45 %; La Guajira 86,67%, en el 2021 se ubicó en 81,7%.
Obsérvese la correlación entre el bajo logro educativo y las altas tasas de trabajo informal, especialmente en la zona rural, que explican en mucho la alta tasa de pobreza multidimensional.
En cuanto a la pobreza monetaria, la medición del Dane para el año 2021 señaló que estaba a nivel departamental en un 67.4%, y a nivel de población indígena en un 79,4% y población afro en un 58,2%. Riohacha se ubicó en el 56.6%.
La pobreza monetaria extrema para La Guajira se ubicó en 2021 en 40.4%, para su población indígena en un 57.4% y su y población afro en un 30.3%. Riohacha se ubicó con un 27,5%.
En estas tasas de pobreza monetaria, inciden claramente las altas tasas de bajo logro educativo y trabajo informal.
Tanto la pobreza multidimensional como la pobreza monetaria y monetaria extrema son generadoras de la mayor parte de las inequidades y patologías negativas en La Guajira y Riohacha, si una familia no tiene ingresos, no puede alimentar a su familia, desencadenando en numerosos casos de desnutrición crónica y aguda de los núcleos familiares, golpeado más duro a la niñez que demanda en su etapa de crecimiento nutrientes que contribuyen al crecimiento como el hierro, el calcio, las proteínas y las vitaminas, ausentes muchas veces de sus dietas diarias; la pobreza a su vez impide acceder a la educación, así la matricula sea gratuita, y si logran accede, un niño con una alimentación deficitaria no podrá educarse como lo haría un niño con acceso una buena nutrición, la salud se altera y congestiona los sistemas de salud, la pobreza impide acceder a vivienda digna y las familias no pueden acceder a bienes y servicios de primera necesidad.
Las instituciones del Estado a su vez se ven saturadas de demandas a soluciones sociales sin capacidad económica para hacerlo, porque una sociedad empobrecida no puede pagar tributos que es lo que permite dar esas soluciones que se requiere, en fin, se ingresa en un círculo vicioso de difícil salida.
Para combatir la inseguridad alimentaria, los problemas de salud y educación y empleabilidad, se requiere combatir ante nada la pobreza tanto monetaria como multidimensional, eso implica dinamizar la economía, generar ingresos y elevar calidad de vida.
Si bien no es función directa del Estado la de generar empleo, si lo es la de generar las condiciones para que la economía se desarrolle y se dinamice, y a través de ellas se generen nuevos empleos, esto se hace a través de la construcción de servicios públicos, cualificar a la población para que la economía sea más productiva y sostenible, debe desarrollar el equipamiento urbano y rural que facilite estas dinámicas económicas y sociales, tales acceso al agua y saneamiento básico, movilidad, las comunicaciones e internet, ordenar el territorio, desarrollar políticas tributarias de estímulos, y asignación de recursos para incentivar ciertos sectores estratégicos de la economía tanto local, regional como nacional, garantizar la seguridad alimentaria y propender por elevar la calidad de vida de los habitantes de cada territorio.
Formas de luchar contra la pobreza
Algunos organismos como el Banco Mundial plantean como estrategia las siguientes acciones:
- Desarrollo y nutrición en la primera infancia.
- Cobertura universal de salud.
- Acceso universal a educación de calidad.
- Transferencias monetarias a familias pobres.
- Infraestructura rural, en particular caminos y electrificación.
- Tributación progresiva.
Ayuda en Acción propone:
- Acabar con el hambre y la malnutrición.
- Cobertura universal de la salud.
- Adaptación al cambio climático.
- Acceso universal a la educación de calidad.
- Aumentar la inversión en el desarrollo de regiones y comunidades empobrecidas.
- Atajar la desigualdad de género.
Otras postulan estas acciones:
- Aumentar la capacidad de la población pobre para ganarse el sustento.
- Promover el uso y la gestión sostenible de los recursos naturales.
- Crear fuentes de empleo dignas.
- Reducir desigualdades de género.
- Fortalecer el papel de las instituciones.
Si bien todas tienen elementos en común, para el caso de Riohacha hay una variable repetitiva y con alto índice, la baja cualificación de la población, motivado por el bajo logro educativo.
Una población no cualificada (en técnicas y oficios), no podrá acceder a empleos de calidad que generen altas remuneraciones, y los actores económicos al no encontrar personal cualificado se aleja de la región; esto explica en parte la baja inversión privada, el alto nivel de empleo informal, y la baja remuneración.
Es acá donde la política del nuevo presidente Gustavo Petro, denominada da “Sociedad del Conocimiento” cobra especial relevancia.
Cualificar a la población debe ser una de las grandes apuestas, Corea del Sur, la India, Japón, apostaron a cualificar su población y hoy día son grandes potencias económicas mundiales con altos estándares de calidad de vida y altos ingresos.
En Riohacha la gran apuesta fue la Universidad de La Guajira, que cuanta hoy día con altos reconocimientos en sus programas académicos, pero que no permite llenar aun todas las necesidades de la población, en especial de la población rural del Distrito, requiere crear nuevas facultades como la de ciencias agropecuarias que permita combatir la inseguridad alimentaria, que de acuerdo con la Ensin 2015 llego a 69.5% en La Guajira y para pueblos indígenas (nal) al 77% de la población.
En la zona rural es urgente desarrollar programas académicos a nivel de bachilleratos técnicos en áreas agropecuarias, artes y oficios varios, que permita a esta población, mayoritariamente indígena, cualificarse también, y la que desee proseguir sus estudios, acceder a la Universidad de La Guajira.
Para ello, es urgente la creación centros educativos vocacionales, en modalidad de seminternados (dada la alta dispersión poblacional), que cubra todas las regiones del Distrito, acorde con el siguiente esquema modelo.
Estos centros educativos vocacionales, no solo formaran académicamente a los niños, sino que les generan capacidades en áreas de alta necesidad del Distrito como el área agropecuaria que permita combatir la inseguridad alimentaria, que es un mandato de la Sentencia T-302 de 2017.
Podrían a su vez desarrollar programas de formación para poblaciones no escolarizada (adultos), para cualificarlos también en las mismas áreas vocacionales.