En los distintos eventos de la Semana Santa, el obispo de la Diócesis de Riohacha, monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, reiteró el llamado a las autoridades y a la comunidad en general para proteger a los niños wayuú y evitar así que sigan muriendo por desnutrición.
Explicó que si bien la responsabilidad de protegerlos es del Gobierno nacional, del departamental y los entes territoriales, la comunidad no se puede lavar las manos porque desde sus roles también puede brindar su ayuda para los menores.
Agregó que lamentablemente, el actual Gobierno tampoco ha logrado avanzar en el tema, a pesar de los anuncios del presidente Gustavo Petro, razón por la cual considera que la situación se debe mirar con otros ojos porque es mucho más complejo de lo que se pueda creer.
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Expresó que en los diferentes actos de la Semana Santa el protagonista es Jesús crucificado, quien asume el dolor de la comunidad, las cruces del pueblo, la necesidad, los sufrimientos, un Jesús que se solidariza con los ‘cristos crucificados’, que son muchos en La Guajira, como los niños que siguen muriendo de hambre a pesar de que el Gobierno había dicho que en tres meses no moriría un niño más en el Departamento.
“Sé que el Gobierno reconoce como un fracaso la muerte de un niño, y a nosotros nos da mucho dolor y esas son cruces, son cristos vivos que están muriendo y no simplemente porque no tengan qué comer, sino porque seguimos siendo egoístas como seres humanos y no compartimos lo que tenemos”, dijo.
Precisó que los niños wayuú y de todas las regiones que sufren son ‘cristos crucificados’, y la sociedad se puede convertir en ‘Pilato’, que fácilmente se lava las manos para no asumir responsabilidades o dejársela a otros.
Por otra parte, el obispo de la Diócesis de Riohacha, monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, mostró su preocupación por las acciones violentas que se siguen presentando en el departamento de La Guajira, especialmente en las ciudades de Riohacha y Maicao.
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“Todos los días hay asesinatos, hay robos, atracos callejeros, a residencias, y lo más grave es que está aumentando día tras día”, manifestó.
Concretó que si bien es cierto que hay fuerza policial, considero que no es suficiente para apaciguar un poco la ola de inseguridad que se vive en el departamento de La Guajira.
Estimó que es urgente que las autoridades creen políticas más serias y consistentes donde de verdad los sicarios, los ladrones, los atracadores, sientan que hay una fuerza que los pueda contrarrestar.
“Tiene que haber la fuerza de la ley para que caiga sobre aquellos que la infrinjan”, precisó.
El encuentro
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El encuentro entre el Cristo resucitado y la Virgen María es de los eventos más esperados por las familias católicas de la ciudad de Riohacha.
Se considera como una tradición que se conserva en el tiempo, y que se celebra cada domingo de resurrección.
La actividad inició a las cinco de la mañana, cuando los señores que cargan en hombros las imágenes del Cristo resucitado y la Virgen María recorrieron las principales calles del Centro de la ciudad hasta encontrarse en la calle 10 con carrera 10 esquina, donde monseñor Rafael Ceballos Escobar celebró la misa de resurrección.
“Es una celebración muy hermosa, impresiona bastante el encuentro de Jesús resucitado con la santísima Virgen María, yo siento en las personas que asisten sienten una gran alegría porque es el encuentro del mundo cristiano con Jesús resucitado”, dijo.
Agregó que es importante que la tradición perdure por siempre y que los riohacheros sigan acompañándola.
Expresó que de acuerdo con su conocimiento, el encuentro en Colombia solo se celebra en la ciudad de Riohacha.
“Aquí es muy singular, me parece muy bonito porque llena de alegría a los feligreses”, indicó.