Como un homenaje a esta gran matrona villanuevera, quien murió ayer viernes 4 de octubre en Villanueva, en su residencia, una de las personas más queridas por esos grandes de nuestro folclor y su pueblo, Silvia Saurith Nieves a los 95 años.
Traigo a colación este artículo que le hice cuando cumplió 90 años. A Gilberto, a sus hermanos y su familia mi solidaridad por la partida de su madre querida.
Gilberto Pinto Saurith, uno de los hijos que más adora a su madre Silvia Saurith Nieves, la hija de Salomón Saurith Jiménez y Helena Nieves, quien es uno de los personajes que ha dado el folclor villanuevero, le compuso un paseo a su vieja querida, ‘Silvia la Teza’, el 29 de marzo de 1997 y que se encuentra en el CD donde él fue el productor ejecutivo ‘Pura Villanueva, la gente mía’: “¡oh! Silvia, la madre mía/ estirpe. Sangre alemana/con india guajira de gente sana…/orgullosa de su raza. Con alegría…/de estatura alta, de tez blanca, que hace armonía/ con sus raíces. Y para el pueblo, eres la fama…/”.
Es verdad, a sus 90 años conserva intacta esa estirpe de mujer trabajadora, mona, de tez blanca y con una familia numerosa de la cual se siente orgullosa, con 10 hijos a cuesta, 36 nietos y 40 bisnietos. Cuatro con apellido Pinto y seis con apellido López: Heliodoro o ‘Bayón’ quien reside en los Estados Unidos; Elizabeth, Gilberto y Sonia Pinto Saurith; Victoria Helena, Martha, Almadelia, David (fallecido trágicamente), Alfredo y Yanelis López Saurith. Y extrañado le pregunté por los apellidos y ella como ha sido siempre, contestó a boca de jarro: “Todos son hijos del mismo disco”, es decir, del mismo padre Heliodoro López Pinto, con 85 años y con la misma lucidez y ahí estaba él, sonriente por tantas preguntas del suscrito y otra vez con su firmeza entre dulzura y carácter remató: “familia unida, y el que se porte mal es garrote lo que lleva”. Hoy ha perdido bastante la memoria , pero conserva esa imagen de una mujer bullanguera y de retozos en su maravillosa vida.
‘Silvia la Teza’, porque existe una anécdota simpática con su hija Elizabeth, cuando era la novia del ‘Mañe’ Olivella, hoy su esposa. Anécdota para tirarse al suelo a reírse a carcajadas y además por todo lo que representó para Villanueva en una época dorada de parrandas, sancochos de gallina criolla y amaneceres con lo más granado del folclor villanuevero. En las décadas de los 60, de los 70 y de los 80, Silvia Saurith fue la mujer más famosa del folclor vallenato. Allí acudían casi a diario ‘Beto’ Murgas, novio en la época de ‘La negra’, hermana de Silvia y famosa en una canción compuesta por el mismo ‘Beto’ y que estuvo de moda; Nolberto Romero Ospino, Daniel Celedón Orsini; el capitán Willian Cuadrado, Humberto Meza, el capitán Roberto Isaza Lafaurie, ‘Cao’ Mendoza, José “Casquita” Mazeneth, Israel Romero Ospino, Rafael Orozco, Jesualdo Bolaño, Jorge Oñate, ‘Juancho’ Rois, Álvaro Molina, ‘El mañe’ Olivella, Jesualdo Fernández, ‘Armandito’ Vega, Carlo Mario Isaza, Nolberto Herrera, Álvaro David, ‘El meño’ Quintero, José Mendoza, Jaime Vega Botello, ‘El chino’ López, entre otros.
Como quien dice la élite del folclor vallenato y su hogar se convirtió en la casa parrandera de moda de la época. Ella, Silvia, era la reina de todos ellos, allí esos amigos llevaban a sus novias a contarle a ella sus cuitas y sus penas en una noche parrandera y los cogía el amanecer y allí se generaron muchos cantos donde Silvia Saurith fue la protagonista: Daniel Celedon, con la composición ‘José casquita’; Álvaro Molina con ‘Silvia Saurith’.
De esta canción existe una anécdota o si no pregúntenle a ‘Cao’ Mendoza, cuando ‘Chamorrito’ la presentó al Festival Cuna de Acordeones y no clasificó para la final; entre los miembros del jurado se encontraba ‘Cao’ y ‘Chamorrito’ fue a reclamarle por qué no había quedado y ‘Cao’ le responde que porque había cambiado la historia con los personajes de la canción. La mejor definición de esta matrona la da el folclorista y compositor José “Casquita” Mazeneth: “Silvia Saurith era nuestra mamá alcahueta”. Allí ella preparaba los mejores sancochos de gallina y lo expresa con picardía. “Buena gallina comí, por eso tengo buena fuerza en la lengua” y remata diciendo que “buen whisky si bebí y todas las gallinas que traían esos mierdas eran robadas” y carcajadas a montón.
Fumadora empedernida desde muy joven y con todos los años a cuesta continúa con ese mismo arte. Sí hubiera que redactar tantas anécdotas de seguro saldría la base de una gran novela costumbrista: ‘Silvia, la mona que encantó a Villanueva’.
Silvia Saurith como personaje popular, también hizo parte de ‘las vicarias’ y ‘Bolañito’ era quien le amenizaba las colitas y también el pilón por las calles de Villanueva en los carnavales, donde se destacaban Rafaela Pérez, Rosita Campo, Etilvia Daza, Susana Núñez, Olinda Daza, ‘Tomasita’ Estrada, la Nena Daza, Imelda de Campo, entre otras. Sus mejores amigas en todo su transcurrir Rafaela Pérez y Rosita Campo y de todos los parranderos y artistas le profesa el mejor cariño a Nolberto Romero Ospino y a ‘Beto’ Murgas.
Adora a todos sus hijos, una lágrima aflora cuando recuerda a David. Viaja con frecuencia a Venezuela donde residen parte de sus hijos, Gilberto y Alfredo la consienten como la mejor madre del mundo, ellos son sus chefs preferidos, la complacen en todo y es cuando se siente el eco de la canción de su hijo Gilberto: “Eres provinciana madre querida…/y te dice tu pueblo amado/ madrina Silvia la Teza/que tanto…has luchado/ya no eres madre sufrida/muchas cosas has conquistado”.