La Comisión Primera del Senado aprobó este miércoles 14 de agosto, el Proyecto de Ley 297,“Por medio del cual se elimina el matrimonio infantil, las uniones maritales de hecho, y las uniones tempranas (Muitf), en las cuales uno o ambos de los contrayentes o compañeros permanentes sean personas menores de edad, además, se crea el Programa Nacional de Atención Integral a Proyectos de Vida para niños, niñas y adolescentes y se dictan otras disposiciones”.
Esta aprobación sin precedentes, que marca un paso en la protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes, ahora pasa a plenaria del Senado donde se espera le den luz verde y pase luego a Sanción Presidencial.
Por décima vez en casi dos décadas, el Congreso intentará cambiar la normativa que tiene más de un siglo de vigencia y que permite que los menores de edad y mayores de 14 años pueden casarse.
Actualmente, el Código Civil Colombiano, establece en su artículo 117 que: “Los menores de la edad expresada no pueden contraer matrimonio sin el permiso expreso, por escrito, de sus padres legítimos o naturales”.
Por lo anterior, si el casamiento de los menores tiene el consentimiento de sus padres, no es penalizado, y no es visto como una práctica nociva que afecta la vida y que expone a múltiples formas de violencia, especialmente a las niñas y adolescentes.
En esta ocasión, el proyecto fue presentado por las congresistas Jennifer Pedraza y Clara López, pero la primera propuesta en tal sentido fue radicada en 2007 por el conservador Gabriel Zapata Correa; luego en 2015, retornó por iniciativa de Álvaro Uribe Vélez y otros senadores de su partido, como María del Rosario Guerra, Alfredo Ramos y Ernesto Macías. Posterior a 2020, hubo otros seis intentos fallidos por revivirla.
El Comité de los Derechos del Niño y el Comité Universal de Derechos Humanos, han recomendado a Colombia erradicar los matrimonios Muitf antes de los 18 años, reiterando en múltiples ocasiones que es una práctica perjudicial que acarrea graves consecuencias a la niñez y que en algunas zonas del país está normalizado.
El Comité expresa que las niñas y adolescentes casadas en la infancia dejan de asistir a la escuela, se las trata como mujeres adultas y generalmente deben cargar con funciones y responsabilidades que no les corresponden.
Además, las niñas y adolescentes que se casan precozmente, están expuestas a sufrir violencia, abusos y relaciones sexuales que trae como consecuencia embarazos infantiles forzados de altísimo riesgo, e incluso estar expuestas a situaciones de trata con fines de explotación sexual y trabajo forzoso, derivando todo ello en una afectación grave a su desarrollo e integridad.