“Deja de andar diciendo te lo ruego, que el día que San Juan Bautista baje el dedo, ese día tu volverás”.
Cuando el Altísimo trajo a mí los deseos de escribir, a propósito de lo sucedido en San Juan del Cesar durante el festival en la presente anualidad, vino a mi mente ‘Provincianita, de ‘Rafa’ Manjarrez, la canción ganadora del V Festival de Compositores en San Juan del Cesar en 1981 grabada por Los Hermanos Zuleta. Vino en el corte número 3 del LP ‘Por ella’, que salió en febrero de 1982. Lo transcrito preliminarmente corresponde a esa canción.
Ha concluido lo que considero que no fue una versión más del Festival de Compositores de San Juan del Cesar, fue un acontecimiento de trascendencia para lo que viene para la música vallenata, aclaro, no para todo lo que se graba con acordeón, porque después de encontrarme, escuchar y consultar con muchos sectores académicos que allí estuvieron, exdirectivos y directivos de este y otros festivales, es unánime la preocupación con lo que está sucediendo con algunos protagonistas de la industria del espectáculo, y muy especialmente en lo relacionado con lo que se está grabando como música vallenata.
Durante el conversatorio realizado en el Infotep, en el cual tuvimos participamos con el cardenal mayor, Ismael Fernández Gámez, y Rita Fernández Padilla; con ella estuvimos de acuerdo que no todo lo que se está grabando con acordeón es música vallenata, somos respetuosos del derecho que los muchachos tienen de hacer con su talento lo que les parezca mejor, pero es ineludible advertir que a algunas cosas que están grabando con evidentes copialinas del ritmo champetero lo tienen que bautizar con otro nombre para no enviar el mensaje equivocado de que el vallenato esta en un proceso de desdibujamiento por falta de autenticidad, elemento indispensable para que no resulte nugatorio el plan especial de su salvaguardia.
Lo que se reprocha por algunos sectores por deseo que se repita lo que se hizo en épocas pretéritas, no criticamos la evolución porque cada generación tiene su manera de desplegar el talento que para la música Dios le regaló, con lo que estamos en desacuerdo es con la involución, que no es otra vaina que pasar de ser emulados por otros ritmos a copiones de lo que inventaron otros, para quienes lo que menos importa es la letra, los mensajes de las canciones, su ritma y/o su melodía, no aplaudimos la moda de sustituir el trato delicado, sutil, poético y lirico de las letras elogiosas a la mujer por estribillitos violatorios de sus derechos, tratándolas como objeto de un solo uso, o lo que es peor venidas al mundo para el abuso.
Gracias a Dios, mientras más oscura estuvo la noche, más cerca estuvo el amanecer, porque a pesar de los planes de medios, la parafernalia publicitaria y los transitorios mecenas, se están imponiendo desde la opinión las canciones de buenas letras, y están algunos nuevos intérpretes grabando canciones de la autoría de compositores de larguísima trayectoria a los que pretendían mandar a pegar botones como Aurelio Núñez y Roberto Calderón, notables desde los 80’s y Sergio Moya y Camilo Namén, que como tigres viejos roncan sentados desde los 70’s, ahora mi contertulio, que alguna vez me dijo que las canciones donde prevalecieran las letras para pegar volverían a estar de moda “Cuando San juan baje el dedo” tendrá que recoger sus palabras, precisamente en columna anterior habíamos llamado la atención de lo que está sucediendo con la canción ‘Me quito el nombre, de Roberto Calderón, que estuvo de moda en 1984 y en la actualidad es tal vez la más escuchada, la más solicitada en la radio en Colombia, y con ello le llegó a Silvio Brito su segunda juventud junto a ‘El Pangue’. Tienen la agenda más apretada que nudo de manila de carpa de circo. Ese es un campanazo de alerta para quienes insisten en aplaudir los canticos livianos de estribillos pegajosos que nada dicen agradable al oído de la Urbanidad de Carreño.
Somos conscientes que estamos sacando apenas la nariz de un periodo oscuro donde la gente transgresora de la ley es exaltada y los intelectuales exhibidos, se imponen el café sin cafeína, la cerveza sin alcohol, la leche sin lactosa, las canciones sin letras, y las mujeres sin derechos, pero creemos que hay un proceso interesante de reacción colectiva para detener ese proceso de transculturación inversa que todo lo trivializa, para cuyos protagonistas lo importante no es el fondo sino la forma, por eso es tan importante que se haya elegido a Aurelio Núñez como el compositor del año, es un acto de justicia, no solo con él sino para lo que él representa, para el perfecto equilibrio entre las letras, la rima y las agradables melodías, es cierto que por ser humanos quienes eligen tienen en la decisión un componente subjetivo, pero no le quita méritos a quien este año ha brillado por la calidad de sus canciones, sin copiar nada de nadie, y fiel a su estilo para reivindicar el derecho que tenemos de volver a escuchar canciones agradables al oído y al alma.
Fue un festival que se puede calificar con Triple A, con agradables sorpresas, agasajados póstumos eminentes y gran acogida por el público propio y visitantes. Álvaro Álvarez, gracias por esa impecable organización y también por haberme invitado como panelista, tu no necesitas que yo te jale bolas, que digo lo mereces.
Para terminar, transcribimos lo que dijo para ‘La Polémica Vallenata’ Mauricio Capacho, de la emisora La Exitosa de Bucaramanga: “Yo digo que ahí ya hay que hacer un paro porque los mismos compositores, no tanto porque sé que canciones como las liricas y esas canciones de antes las hay, lo que pasa es que los cantantes hoy en día se han ido más por lo comercial, y por esas canciones donde la musa de las canciones era la mujer, ese vallenato clásico. Yo creo que dándole consejitos en estos conversatorios se debe hacer saber a los nuevos artistas que todo en la vida, toda evolución, es para mejorar, porque en el vallenato la evolución ha desmejorado las canciones; hay que decirles a todos, porque en ciertas partes Peter Manjarrés, con un CD muy bueno, la insignia es la canción ‘Me vale ver’ y ‘Hermanito lindo’, y las tenemos éxitos en Bucaramanga”.