Cuentan los franceses que los talentos son la base de la inteligencia. La inteligencia es algo fisiológico, como está demostrado en el libro pedagógico del escritor francés Juan Jacobo Rousseau ‘La disciplina de las consecuencias’. Uno de los hombres más brillantes como desarrollista de La Guajira, que ha parido Villanueva fue Rodrigo Dangond Lacouture, hijo de Silvestre Francisco Dangond Daza y Victoria Lacouture Daza de Dangond, bisnieto de Francisco “Musiu” Dangon (sin d), el pionero del cultivo del café en Colombia.
El 18 de junio se cumplen tres años de la partida de nuestro amigo, exgobernador de La Guajira y exsenador de la República, Rodrigo Dangond Lacouture, uno de los grandes líderes que tuvo Villanueva y La Guajira; del gran villanuevero por excelencia que parió la tierra Cuna de Acordeones. De los grandes visionarios del Departamento y, por supuesto, su tierra natal, Villanueva. Recuerdo que a 10 días de su fallecimiento me había llamado para elaborar un folleto de las obras que hizo en Villanueva cuando fue gobernador, se le notaba, a pesar de los problemas de salud, su optimismo y ese amor que dio por Villanueva hasta los últimos días de su existencia.
Obras estas que todavía perduran en el municipio Cuna de Acordeones, como fue la construcción del frigorífico, que por el abandono de varios alcaldes, se robaron todo, pero hoy funciona como uno de los mejores en la región Caribe; fue el gestor de la construcción del barrio Villa Beatriz, así como la construcción del nuevo edificio de dos plantas del colegio Roque de Alba (hoy Institución Educativa Roque de Alba), fue uno de los primeros en lograr la pavimentación de calles y carreras en Villanueva, así como la instalación de alcantarillado en todas estas calles y carreras que fueron pavimentadas; gestionó ante el Gobierno nacional la cartografía de todos los municipios de todo el Departamento. Apoyó en todo lo relacionado al Hotel Guazara, que hoy se ha convertido en un elefante blanco y que un exalcalde entregó en comodato, de buena fe, pero con malos resultados. En sí, las obras que hizo por Villanueva fueron varias, que enumerarlas daría para tres cuartillas.
Fue tanto el amor por Villanueva, que ya sin credencial, logró la construcción de la primera etapa de la Institución Educativa Silvestre Dangond Daza y las becas que donó a los mejores estudiantes de esta institución que anteriormente, en memoria a su padre ‘El Mono’ Dangond, se llamaba ‘Amparo de Niñas’, regentada eficientemente por la licenciada Estela Zabaleta Montero, hoy esa institución añora a Rodrigo y a Estela, quien funge como directora en El Molino.
Rodrigo y Estela hicieron un gran binomio en bien de la educación villanuevera; donde él y su hermano ‘Juancho’, como albaceas de la casa familiar, donde funcionó primero el Silvestre Dangond, le cumplieron la buena obra que dejó su padre. De igual manera logró presentar al viceministerio de Turismo el proyecto para la construcción del ‘Parque Cuna de Acordeones’, por valor superior a 25 mil millones de pesos. El mejor homenaje que debe hacerle Villanueva, es que se construya este parque y lleve su nombre, por todo lo que representó en vida para Villanueva y uno de sus últimos sueños era la construcción del Parque Cuna de Acordeones y estuvo a un paso de lograrlo.
Dangond Lacouture estaba casado con la dama barranquillera Beatriz Eugenia Navarro Vives y era padre de Beatriz Alicia, Margarita Rosa (quién partió a encontrarse con su padre), y Rodrigo José Dangond Navarro, quienes aún lloran la partida del esposo amoroso y del padre ejemplar.
Mis debates ‘Con sed de justicia’, en su segunda edición, publicada en el 2017, dejó plasmado su amor a su pueblo, “A mi querida tierra Villanueva, La Guajira y sus habitantes”; prólogo de este libro que estuvo a cargo del exsenador y exministro Amilkar David Acosta Medina, donde lo definió como ‘El Líder’.
A sus 85 años continuaba con la misma lucidez mental y esa memoria prodigiosa que lo caracterizaba como uno de los grandes oradores que tuvo el Departamento; a esa edad, murió el 18 de junio del 2021, había nacido el 22 de marzo de 1936 en Villanueva, dejando una huella imborrable en su recorrido por el sector público y privado.
Su esposa, doña Beatriz Eugenia Navarro de Dangond, sus hijos Rodrigo José, Beatriz Alicia y sus nietos, continúan recordándolo con ese legado que les dejó por siempre y con ese guayabo que los entristece y los llena de melancolía.
Para el suscrito, lo continúo recordando por sus buenas acciones y su amor inmesurable por su Villanueva del alma.
Recuerdos que se remontan cuando siendo muy joven fui su secretario de campaña al Senado de la República y de ahí surgió una gran amistad que se patentizó de por vida hasta los últimos días de su partida del mundo terrenal. Hoy, es luz de bendición para sus seres queridos.