La Guajira es uno de los territorios olvidados por el Estado colombiano. Por su lejanía de Bogotá, la precariedad de sus vías
, el no contar con un aeropuerto de gran cantidad de rutas y ser uno de los pocos departamentos en el atlántico sin puerto de gran envergadura para el transporte de mercancías y pasajeros, la llegada y la salida del territorio se hace más difícil. Aquí todo llega tarde, “hasta la muerte llega tarde”, como lo interpretó Jorge Oñate y Álvaro López en la canción ‘Volví a Llorar’, 1988.
Muchas noticias salen y entran del Departamento, por lo general malas, a razón de esto, dirigentes políticos, nacionales e internacionales, futbolistas, actores, en fin, muchas personas han escuchado, leído, incluso, han venido a conocer la realidad que se vive. En algunas ocasiones reparten una que otra ayuda. En realidad muchos no conocen o no se alcanzan a dimensionar la mala situación del territorio, la pobreza reinante, el hambre matando gente, la violencia en las calles y falta de oportunidades gobiernan en la tierra de Padilla.
Sabiendo esta información, en días anteriores el mundo ha visto como con insistentemente el presidente Duque de manera reiterada ayuda a crear un cerco diplomático en contra de la dictadura de Venezuela, dentro de los motivos que expuso, dijo él, en entrevista con la Voz de América, el 16 de febrero de 2019, después de reunirse con el presidente Trump: “En Venezuela hay gente muriendo de hambre, en Venezuela hay gente que no ha tenido acceso a medicamentos, el régimen pauperizó al país”.
Duque habló con mucho poderío, pareciendo olvidar que hay cifras en Colombia muy tristes, que aunque no son fruto de las actuaciones de su gobierno, sí pasan en el Estado del cual es la cabeza visible. Por ejemplo, se olvida que en Colombia también hay gente que se muere por falta de alimento. A la fecha ante la mirada del Estado colombiano, más de cinco mil niños wayuú han muerto en los últimos años de hambre, sed y enfermedades relacionadas a la desnutrición que la ciencia cura hace muchos años.
Hay personas de La Guajira que no les gustan que se muestren los datos del Departamento, parecen interesados en tapar el sol con un dedo, muchos no saben que el Departamento tiene más de un millón de habitantes (la tercera parte de los venezolanos que han abandonado su territorio) y que gran parte de ellos viven en la pobreza total. Los datos del Dane en sus estadísticas son claros: mientras que la pobreza entre los años 2013 y 2017 cayó 36% en La Guajira subió 6%; mientras que la pobreza monetaria en promedio en Colombia está en el 26,9%, en La Guajira está en el 47%. Este último dato, si tomamos con referencia al África Subsahariana, el ejemplo de la pobreza mundial, allá la pobreza es del 43%, es decir en La Guajira hay 4 puntos porcentuales por encima del que es el modelo de pobreza en el mundo. ¡Son datos y hay que darlos!
En este territorio el índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) es 65,23%, supera tres veces el promedio nacional, que está en el 27,70%. Uribia y Manaure, cuentan con unos NBI escandalosos: 95,05% y 79,75% respectivamente; si tenemos en cuenta que en Colombia el 86% de la zona urbana y el 51% de la zona rural vive en la informalidad, la situación en el Departamento es realmente crítica.
Estos son los datos a los que se enfrentaran los próximos mandatarios, estos son los datos por los que les debemos exigir plantear soluciones y estos son los datos que el gobierno del presidente Duque prometió gobernar. No se debe dejar solo al pueblo venezolano, Maduro y sus secuaces deben salir, será el pueblo venezolano que lo sacará, pero tampoco podemos dejar solo a los departamentos de la Colombia olvidada.