El Gobierno del presidente Gustavo Petro busca crear el Instituto de Aguas para La Guajira, esto remplazaría literalmente a Esepgua (Empresa Departamental de Servicios Públicos Domiciliarios de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de La Guajira) este proyecto de ley está siendo debatido hoy en el Congreso y, según los pronósticos del Pacto Histórico, la propuesta sería hundida, entre otras por iniciativa de otro senador guajiro. La senadora también guajira Martha Peralta, quien hace parte de la Comisión Séptima, y quien es cercana a la Casa de Nariño lo ha manifestado.
Esepgua es una empresa departamental, quien tiene como socio mayoritario al departamento de La Guajira y además tiene como socios con acciones igualitarias a los municipios de Urumita, Fonseca, La Jagua del Pilar, Distracción, Villanueva y San Juan del Cesar, apoyando también a los otros municipios que componen los 15 entes territoriales de nuestra península.
Como responsabilidad y compromiso con toda La Guajira, gestiona, recibe y administra recursos del orden municipal, departamental, nacional, y de instituciones de carácter público, privado o mixto dirigidos al fortalecimiento del sector de agua potable y saneamiento básico, sector que ha sido en muchas ocasiones florero de Llorente, por incumplimientos de muchos gobiernos de todos los niveles por no garantizar, agua potable y continua a los 15 municipios de La Guajira, con sus zonas rurales; desde el 2022, Esepgua inició sus operaciones, con resultados positivos; ha presentado 50 proyectos, 13 terminados en operación, 29 están en ejecución y 8 se encuentran en comités para ser viabilizados, según datos oficiales de la empresa.
Hoy el Congreso de la República somete a discusión el proyecto de ley 197, mediante el cual se establecen medidas para el suministro de agua potable y saneamiento básico a las comunidades, en donde se le dará vida jurídica al Instituto de Agua Potable de La Guajira; ¿qué pasaría con Esepgua? quien tiene el mismo objeto social?; si Esepgua viene mostrando resultados positivos, debería estudiarse escenario de la continuidad en un proceso tan importante, por su objeto y queriendo terminar con muchos tropiezos del pasado de otras iniciativas similares; si el Gobierno tiene dudas con la descentralización y si la idea es centralizar políticas, se entendería que los recursos de los territorios son de responsabilidad de los gobiernos regionales, quienes deben respetar la correcta ejecución y la transparencia, bajo la vigilancia y control de a quien le corresponda.
Este tema tiene enfrentados a los dos senadores de La Guajira por la creación del Instituto de Aguas para ese Departamento. Alfredo Deluque denuncia que Martha Peralta, del Pacto Histórico, quiere hacer politiquería con los niños wayuú y ella dice que quieren tumbar su proyecto de ley que llevaría agua para La Guajira. Como guajiros representantes elegidos democráticamente en un Departamento con muchas falencias en su desarrollo, deben tener la voluntad de debatir, de analizar y de unificar criterios por una causa común: el bienestar de los guajiros.
El acceso al agua en La Guajira no es solo una necesidad básica, sino una cuestión de vida o muerte para miles de familias, que sueñan, con que se le garanticen el acceso al agua potable en todos los rincones de La Guajira; en el tejido mismo de la sociedad humana, emerge un principio fundamental que ha resonado a lo largo de la historia y que sigue siendo crucial en nuestra búsqueda colectiva de armonía y prosperidad: el bien común. Este concepto impulsa la idea de que, a través de un elevado nivel de conciencia en los individuos, podemos construir ecosistemas sociales propicios para una convivencia sana, prospera, alegre y en última instancia, la paz, dentro de nuestras diferencias, pero que nos lleve a un desarrollo real de La Guajira.
Existen ámbitos indispensables de la vida humana que no pueden ser exclusivos de una sola persona o grupo, el fin último de la política es el bien común; en otros términos, la política debe buscar velar por el bienestar de todos los guajiros, buscar hacer primar el bien colectivo, sobre el particular. Esta deuda social de no contar con el derecho del agua potable, ha crecido tanto que no sabemos en cuanto van los intereses; Dios quiera, que no salga el remedio peor que la enfermedad.