Mi homenaje hoy es a la gran matrona villanuevera Rita Contreras Cabrera, figura epónima de una honorable familia del ‘Cuna de Acordeones’. 109 años que cumplirá mañana 31 de octubre, hacen de la matrona villanuevera, doña Rita Contreras Cabrera, una centenaria bien plantada, con tantos años cumplidos y lo más sorprendente que mantiene una memoria pasmosa, con claridad de todo lo que ha vivido y que recuerda cada detalle de lo que ha sido su maravilloso existir.
Hoy por motivos de la pandemia nos ha tocado solo preguntar por ella a ‘Tere’, su hija. Ya se le sienten los años. Ha perdido bastante la vista pero mantiene siempre despiertos esos ojos soñadores y de tantas vivencias. También por los años el oír ya no es tan claro, pero siempre responde lo que uno le pregunta con la misma dulzura de voz.
Doña Rita nació un 31 de octubre de 1911. Con Pedro Alonso Peña Guerra, quien murió a los 42 años de edad, formó un hogar de gente humilde y gallarda: Amelia, ya fallecida; José, Rosa (madre de la escritora Fabrina Acosta Contreras), Rodrigo (quien se convirtió en el ‘Miguelito Canales’ villanuevero, se fue para la montaña, pero volvió), María Elena (madre del exconcejal y actual secretario de Desarrollo Económico Municipal, Luis Fernando Carrillo y de mi amiga Ledys), Armando, Melida Teresa (quien la cuida y la consiente con María Elena), Héctor, Alonso ya fallecido y Venancio Peña Contreras, mi amigo de infancia. Tiene 40 nietos, 45 bisnietos y 6 tataranietos.
La señora Rita, como si fuera ayer se acuerda de su juventud, donde se destacó como una bailadora excepcional y se le escapaba a su madre muy joven por el portón y se iba a las fiestas populares de esa Villanueva de antaño.
Le pregunto, dónde está el secreto de haber llegado a esta edad y ella con esa sonrisa manifiesta en madrugar, hacer oficios, hacer sus arepas con maíz molido y el café que cuando cumplió sus 100 años lo preparaba con ese aroma tan singular y que sus hijos iban bien temprano a degustarlo como en sus años mozos.
A esta edad maravillosa se baña solita, se viste solita y camina con ayuda de un caminador a contemplar la mañana debajo de ese palo de mamón que es fiel testigo de su longevidad.
Congratulaciones a usted doña Rita, a los suyos y a Villanueva por darnos una matrona tan especial en el acontecer de los villanueveros.