Ser alcalde de un municipio de sexta categoría como San Juan del Cesar no es un lujo ni un plus, solo para ostentar el poder político dirigiendo los destinos de este pueblo para lograr unos dividendos económicos. Ser alcalde de San Juan significa un reto inmenso para seguir cerrando las brechas sociales de la población, continuar reconstruyendo el tejido social, mejorar las condiciones de bienestar, seguir reduciendo las necesidades básicas insatisfechas y mejorar el desarrollo humano de una población exigente y con pretensiones y sueños de una ciudad intermedia.
San Juan tiene un índice de necesidades básicas insatisfechas del 36.6% y de pobreza multidimensional del 25.7%. Por eso, se debe seguir construyendo sobre lo construido, y aprovechar las bases que se encuentran cimentadas por un gobierno saliente que implementó unas nuevas prácticas administrativas y avanzó en el rediseño institucional hasta lograr reposicionar al municipio en un lugar de desempeño con honor y decoro.
Atrás deben quedar las prácticas de ser alcalde y pasar olímpicamente sin pena ni gloria por el Palacio Municipal, solo guiado por la polarización y asumiendo el presupuesto público como un plan de reparto del gasto para una clientela amiga.
El reto y el gran desafío del alcalde que reemplace al actual mandatario de los sanjuaneros es superar su obra de gobierno con realizaciones estratégicas y tangibles que se vean en esta nueva era en la que es municipio Pdet, Zomac, pueblo que enamora al país y con el mejor desempeño institucional de La Guajira y de los municipios Pdet de Colombia.
Ya San Juan no es un municipio cualquiera, ni del montón entre los municipios colombianos. Hoy por hoy San Juan ha tenido un reconocimiento de ser administrado con sentido de alta gerencia pública y de haber mejorado su capacidad de interlocución y gestión, tanto con la nación como con la región.
Gobernar a este municipio desde las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en la era digital de los gobiernos en línea con aplicativos y plataformas publicando todas las gestione en la web, es un gran avance. Organizar un banco de programas y proyectos a través del suifp territorio y el suifp regalías es otro avance significativo, pero heredar un portafolio de proyectos formulados, estructurados y viabilizados es mucho más importante, lo cual no encontró la actual Administración.
Continuar con el Modelo Integrado de Planeación y Gestión (Mipg), el Modelo Estándar de Control Interno (Meci) y el Plan Anticorrupción y de Atención al Ciudadano (Paac), le indican al DNP y a la Función Pública y a la propia ciudadanía, que se plantea una administración transparente con planeación institucional, desde el plan de adquisiciones y compras hasta la contratación estatal y el proceso de selección objetiva de los contratistas.
La administración pública es dinámica y cambia permanentemente y los nuevos mandatarios deben actualizarse y apropiarse de toda la información del municipio que aspiran administrar, porque no se puede administrar lo que no se conoce. Tampoco es recomendable creerse sabio en su propia opinión sobre la cosa pública, nadie se la sabe toda, y es mejor, la seguridad jurídica y no exponer al municipio a un estado de indefensión.
Hoy la división político-administrativa de San Juan lo presenta como un municipio dependiente del Sistema General de Participaciones en un 88%, es decir, no tiene rentas propias ni buenos contribuyentes, ante lo cual debe continuar mejorando el recaudo en busca de la soberanía tributaria y para convertirse en un centro de servicios catastrales multipropósitos.
En cuanto al territorio rural, posee 10 corregimientos, 15 centros poblados, y 19 veredas, para un total de 44 unidades territoriales donde debe seguir llegando la transformación del campo con la atención a las 18.000 víctimas del conflicto.
Los 43 barrios urbanos de la cabecera municipal merecen una mejor infraestructura de los servicios de agua potable y saneamiento básico, lo mismo que, continuar con el plan de mejoramiento de la malla vial, un plan centro, la organización del mototaxismo y la terminación de las obras inconclusas.
En el gobierno actual se han hecho muchos esfuerzos y se han invertido muchos recursos, pero queda mucho por hacer. Por eso, confiamos, en que la visión estratégica del próximo alcalde, su plataforma ideológica y el modelo de gobierno, catapultarán en la autopista del desarrollo la vocación productiva agropecuaria, turística, de las energías renovables y la economía naranja de este municipio altruista, cívico y emprendedor con mucho sentido de pertenencia.