Es que la pandemia lo permeó todo, desde lo más básico y pequeño hasta lo más grande e inalcanzable, ricos y pobres por igual, chicos y grandes, excelsos deportistas, como al más inmute y sedentario de los seres humanos, figuras públicas, famosos, incluso aquel que jamás pensó figurar en un gran medio de comunicación, precisamente por ser noticia o una cifra más de contagio, UCI o letalidad, dentro de esta tragedia de orden mundial, que nadie espero o pidió, pero que a todos nos ha tocado vivir.
La política no pudo apartarse de la nueva realidad, nos acostumbramos a unas campañas “jacarandosas”, bulliciosas” con mucha aglomeración, entre más gente, obviamente más notoria la contienda. Hoy las pre electorales se notan diferentes, permeadas y golpeadas, casi que noqueadas por el virus.
Nuestro departamento de La Guajira, según hemos notado, vive una de las formas de hacer campañas políticas más alegres, dentro de lo que podemos llamar alegría, en un ambiente de zozobra, tristeza e incertidumbre generalizada, pues somos costeños, nuestra sangre Guajira hierve por todo y somos apasionados por cada una de las actividades que nos toca en la vida. Pese a ello, esta vez, las campañas electorales y el mismísimo debate no serán iguales; protocolos, tapabocas, carnet de vacunación, tantos en la fila, poca aglomeración, me imagino las celebraciones, aunque desaforadas, seguramente austeras y sin grandes figuras musicales, bombos y platillos como era de costumbre. Lo vemos en los comandos o sedes políticas , nada comparable con tiempos pre padecimos, pues lucen solos, los señores mayores y hasta los niños que los abarrotaban junto a sus padres de la mano, prefieren mirar las campañas desde la casa o por la televisión, por aquel temor del Delta, el ómicron, las otras anunciadas variantes, que ojalá nunca llegarán, como tampoco un pico más de ese tal Covid-19, que se convirtió en 20, 21, 22 y que no nos piensa dejar en paz por mucho rato.
Dios en su infinita bondad, es grande, nos libra de toda peste, virus o pandemia que quiera permear nuestra casa, vivimos cuatro picos a nivel mundial, agarrados, sanados y salvados de su mano, a los que han partido un homenaje eterno le haremos y siempre estarán en nuestra mente, Dios los llamó a su diestra para que jamás sean olvidados, recordados por una catástrofe de orden mundial, que a más de muchas tristezas, deberá dejarnos muchas enseñanzas, como aquella nueva manera de ver la vida, de la cual nada deberá ser ajeno a ella, mucho menos este término que hoy citamos acá para este artículo, como lo es, la política en medio de la pandemia, ya nada es igual, candidatos y campañas tibias, quizás en La Guajira, curiosamente es donde se han visto más alegres, en otras partes, incluso, no se denotan tiempos electorales, pues hemos recorrido y mirado otra zonas del país y así lo podemos asegurar.
Una política muy fría vivimos hoy en día, de poco gasto en comida, bombones y francachelas, las grandes agrupaciones musicales amenizando las concentraciones, al ritmo de las bandas y papayeras en las tomas de barrios son muy escasas, casi que no se ven.
Amanecerá y veremos, se llegará el 13 de marzo del 2022, se elegirán nuevos congresistas, senadores y representantes a la Cámara, con ganadores y vencedores en la arena política, dentro de una faena taurina donde de alguna u otra manera, hemos sido perdedores, está vez habrá sangre en la arena y no es del torero, sino de todos nosotros, quiénes hemos vivido una nueva y dolorosa realidad, la cual no pedimos, pero nos tocó vivirla a costos inimaginables y que quedarán marcadas en nuestras mentes, deberán pasar generaciones, tal vez cien o mil años y la pandemia del 19 ahí seguirá grabada por todos los tiempos.