Hoy en día nuestro sistema judicial tiene una concepción de justicia basado en el castigo de una falta llámese delito, infracción o obra que una persona haya cometido.
Recordemos que al niño se le forma en el hogar, en la escuela, en sociedad en una cultura que si hace algo malo la consecuencia es un castigo; donde esa justiciacastigo asemeja más a una venganza por lo que hizo que a una corrección en la formación del niño, de la persona como un ciudadano; ¿Si no experimenta Arrepentimiento que corrección puede ser?; Es una justicia que suena así: “si la hace, la paga”, es una justicia castigo-venganza, coja. Es una justicia que castiga, pero no corrige si no hay arrepentimiento no hay corrección. ¿Qué justicia es esta? que no corrige, que solo castiga.
La verdadera justicia es el verdadero arrepentimiento del que cometió el hecho y el verdadero perdón a quien se le cometió, los hace libre a los dos, los hace libre del odio que los ata al culpable lo hace libre su arrepentimiento del hecho que realizó y al afectado, el perdón lo hace libre del odio que lo ata.
El error del ser humano es que no conoce en verdad a Dios solo conoce a un Dios tradicional religioso, que conocen en su religión, en su iglesia y cuando le habla del verdadero Dios y su verdadero propósito se enojan, no le gusta escuchar, no le conviene.
El simbolismo del bautismo en agua y en espíritu es la verdadera justicia: arrepentimiento-perdón, es un secreto del cielo que es revelado.
La justicia del hombre del castigo-venganza es ciega, no corrige, hoy hay muchos que se han hecho más delincuentes con esta justicia que antes del delito no brinda arrepentimiento, no hay perdón, no existe pena y tampoco corrección, tiene más sabor a venganza que a justicia.
Al hombre desde niño se le fue formando en el temor hacia el castigo si hacía algo malo y no en el temor a Dios que todo lo ve, eso nunca se le enseñó, que la mejor forma de hacer justicia es el arrepentimiento del hecho realizado para que pueda existir perdón de la persona afectada.
Nosotros decimos ser Cristianos, que seguimos a nuestro Señor Jesucristo, pero en verdad no lo seguimos, es más en verdad no lo conocemos, no seguimos sus enseñanzas, solo seguimos a un nombre, la esencia del cristianismo es el arrepentimiento y el perdón de pecados (delitos), simbolizado en el bautismo: el viejo hombre, el del delito o pecado y el nuevo hombre el del arrepentido y perdonado, el hombre libre espiritual y terrenal, ese es el símbolo de la verdadera justicia es la única que verdaderamente deja libre, en paz al que lo hizo y al que lo recibió, la justicia castigo-venganza nunca dejará en paz a ninguno de los dos, al culpable por el hecho y al afectado por el recuerdo, por eso se hace necesario primero conocer a Dios Padre Celestial y a su hijo nuestro Señor Jesucristo en verdad y en espíritu, que su palabra evita que se cometa un ilícito, pero si se comete un delito ante del estrado de justicia de los hombres, el Arrepentimiento y el perdón en verdad y en espíritu, eso lo libra de la esclavitud del odio y lo hacen libres en la paz de Dios Padre Celestial. Esa es la esencia de la justicia: arrepentimiento-perdón.