Martín Elías Díaz Acosta, desde el vientre de su madre iba a ser grande para el folclor vallenato. Desde que vino al mundo, su padre, el inmortal Diomedes Díaz Maestre lo catapultó de esta manera “y el gran Martín Elías” cuando hacía referencia a sus hijos producto de la unión con su esposa Patricia Acosta Solano. Como está expresado en la biblia, la palabra tiene poder y ese poder de lo grande que iba a ser en el mañana lo profetizó su padre, el mejor cantante de todos los tiempos, Diomedes Díaz.
El Viernes Santo del 14 de abril de 2017 en las horas de la mañana recibimos la noticia de su accidente y de inmediato percibí que nada andaba bien, así se lo hice saber a mi hermano el alcalde de la época Luis Alberto Baquero Daza, a mi sobrino Diego Baquero y a mi editora Loree Daza Meza, de que se nos iba Martín Elías. Desde el fondo así lo sentía y a medida que pasaban las horas nos informaban del estado de gravedad del joven artista vallenato. A las 12:45 sonó el llanto fúnebre en las emisoras de Valledupar. No lo podíamos creer, de que uno de los grandes exponentes del folclor se hubiera ido a tan temprana edad: 26 años, el dolor se manifestaba por doquier.
En las emisoras se sentía ese llanto lastimero. Ismael Fernández Gámez, director general de Cardenal Estéreo, compungido y con lágrimas daba testimonio de la grandeza como ser humano del gran Martín Elías. Las redes sociales colapsaron de tanta tristeza y dolor por la partida del ídolo de multitudes de jóvenes y adultos. Inclusive el presidente de La República de entonces, Juan Manuel Santos, le expresaba a la familia su solidaridad ante la pérdida del mejor prospecto del vallenato en los últimos cinco años. Solo una voz disonante de una persona llena de odio de apellido García, hija de un guerrillero les echaba vaina a todos los que lloraban la muerte del gran artista.
Cuantos recuerdos de este joven artista. En las bodas de plata del Festival Cuna de Acordeones cuando fungí como presidente lo trajimos a Villanueva, bajo la etiqueta de los hijos de Diomedes Díaz, eso fue en el 2003, apenas contaba con 12 años de edad y cuando cantó enloqueció a la multitud que colmaba la plaza Simón Bolívar con su deje musical, y fue cuando les expresé al ‘Pollo Isra’, quien era el presidente honorario, y a Luis Eduardo García quien fungía como tesorero, que este muchacho iba a ser grande en la música vallenata. Allí en tarima también lo felicitaron los artistas Silvestre Dangond y Fabián Corrales que hacían parte de la parrilla musical en el primer día de ese festival inolvidable.
Luego en las elecciones del año 2015 el entonces aspirante a la Alcaldía municipal Luis Alberto Baquero Daza y su equipo de campaña lo trajeron al cierre de su campaña y fue la locura musical. Cuando cantó a dúo con el corista de siempre de su padre el ‘More’ Ovalle, a más de uno se le erizaron los pelos. Allí le lanzó versos que quedarán para la historia donde le profetizaba que iba a ser el alcalde de Villanueva y que cuando fuera alcalde le prometiera que lo trajera a este pueblo hermoso y así le cumplió ‘Beto’ Baquero Daza en el año 2016 en la 39 versión del Festival Cuna de Acordeones y lo trajo a su pueblo y fue otra vez la locura musical en la plaza Simón Bolívar y cuando llamó Martín Elías a su colega Jean Carlos Centeno el pueblo vibró de emoción ante este dúo incomparable de nuestra música vernácula. La alegría de todo el pueblo villanuevero se sentía como una ola contagiosa, al cumplirse su deseo de que ‘Beto’ Baquero lo trajera nuevamente a Villanueva, de que dos grandes del vallenato hicieran una presentación a dúo que enloqueció al pueblo villanuevero.
En 8 años de su lamentable partida, quedan los recuerdos de lo grande que fue Martín Elías para el folclor vallenato. Era el vivo retrato de su padre en todo: en lo humano, en lo amigo, en lo desprendido de las cosas materiales. Sin querer queriendo y siendo el menor se convirtió en el líder familiar. Patricia, su madre continúa con su tristeza. Ay Dayana y tus pequeños hijos, sus hermanos y sus fans lo recordamos siempre y como una premonición este último verso en su última presentación: “a mí me duele papá porque se fue de mi lado, no me voy a preocupar porque allá nos encontramos”. Sin palabras.