El Hay Festival of Literature and Arts, más conocido como Hay Festival, es hoy por hoy el evento literario, de las artes y el pensamiento más extendido y prestigioso del mundo. Se originó en la pequeña población de Hay-on-Wye en el país de Gales, el poblado que más bibliotecas tiene por habitantes: ¡qué envidia!
El Hay Festival, llamado por muchos “el Woodstock del pensamiento”, convoca anualmente a artistas, periodistas y otras personalidades de talla internacional. Desde su primera edición en 1987, el Hay Festival ha programado más de 120 festivales en todo el orbe y ha congregado a millones de asistentes desde 1996 que se organiza también a nivel mundial.
En Colombia, el Hay Festival se organiza desde el 2007 en Cartagena. Para viejo orgullo nuestro y nueva vergüenza, Riohacha era la única ciudad de Colombia, donde se extendía la programación del Hay Cartagena. Desde el 2008, se nos hizo costumbre a inicios de año, ver desfilar por ese escenario a prestigiosos cultores y pensadores que nutrieron nuestra imaginación y referentes.
Por acá pasó el nicaragüense Sergio Ramírez, Premio Cervantes; la polémica escritora árabe Joumana Hadaff, las españolas Eugenia Rico, Paola Carbonell y Ana Alonso; los argentinos Pedro Mairal y Andrés Neuman; el mexicano Antonio Ortuño; Gaby Wood, periodista del diario inglés The Guardián y Pep Durán, español especializado en literatura infantil. Los más destacados escritores colombianos de la actualidad: William Ospina, Mario Mendoza, Roberto Burgos, Luz Mary Giraldo, así como las máximas figuras nacionales de la literatura infantil y juvenil, Irene Vasco y Evelio Rosero; los caricaturistas Vlado de Colombia y Bonil de Ecuador; el más famoso de los columnistas de Colombia Daniel Samper, el emblemático Juan Gossaín y el cronista más laureado, Alberto Salcedo Ramos; la chef famosa colombiana Leo Espinosa. Músicos como Andrés Cepeda, Fonseca, ‘Chelito’ de Castro, Silvio Brito, Rosendo Romero. Además, nuestros niños y jóvenes participaron de talleres con formadores de alto nivel y los escritores e intelectuales guajiros tenían una vitrina para interactuar en gran gala con las figuras que nos visitaban.
La llegada del Hay Festival a La Guajira, fue agenciada por la multinacional Cerrejón, que funge como gran patrocinador del evento en Colombia. Fiel a su política inicial de no patrocinar proyectos que estuvieran fuera de su área de influencia, impusieron como condición a los directivos del festival, que se trasladara a este departamento dos días de programación alterna.
Este generoso gesto, fue de buen recibo por la comunidad cultural y académica de La Guajira, generalmente la de línea de oposición más dura contra proyectos de explotación minera y afectación ambiental como los que ejecuta Cerrejón. Pero, con los años el gran festival y el gran patrocinador se fueron quedando, cada vez, más chiquitos. De dos días se pasó a uno, y en el 2018 a medio día. En sus inicios, Cerrejón desplazaba toda su logística y gran parte de su personal administrativo para servir como buen anfitrión. El año pasado, no había más de tres personas encargadas de atender a los asistentes en la versión menos publicitada en 10 años.
También en sus primeras versiones, Cerrejón asumía casi la totalidad de costos del evento. Gradualmente, fue condicionando su aporte a que la institucionalidad pública y privada de La Guajira, también cofinanciara el festival literario. En esa política de ir del chorro a la gota, este año se secó ese oasis que era para muchos tener el privilegio del Hay Festival en La Guajira.
Cerrejón, que sigue siendo gran patrocinador, cerró las puertas para que los guajiros siguieran disfrutando de un evento de altura. La excusa es que no hay quien cofinancie en el departamento. ¿Será que una multinacional que ha explotado los recursos de los guajiros por décadas, necesita que Cámara de Comercio, Fondo Mixto de Cultura o el esmirriado presupuesto departamental le ayude financiar al menos un día de programación cultural? ¿Será que los nuevos directivos de Cerrejón piensan que tan pequeño aporte es inmerecido para esta esquina provinciana? ¿Es preferible y de mayor impacto que la multinacional invierta patrocinando eventos en otras ciudades y no en su zona de influencia? Este año no hay Hay, Cerrejón es tan rico que sus directivos son tan pobres.