“Quien tiene una pena, la vida le amargas, más fuerte la siente. Y del que está alegre, también te contagias, bendito diciembre. Tiemblas de emoción y de color, el pariente ya llegó a pasar su fin de año. De la pirotecnia en la ciudad, al pueblo vino a pasar, pascua el universitario. Y se van turnando las parejas, le tocó a la mujer este año. Y Navidad pasarán, se van a la tierra de ella. La vieja sufre serena porque es un mandato celestial”.
Voy a tomar prestados estos versos de ‘Bendito Diciembre’ del gran Rafael Manjarrez, y que fueron inmortalizados en la voz del todoterreno ‘Beto’ Zabaleta, para referirme en esta ocasión a las fiestas de Navidad y Año Nuevo más distintas que pasaré en toda mi vida desde que tengo uso de razón.
Al llegar el 8 de diciembre entramos en la recta final que nos llevará a la celebración de las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Sin embargo, este año todo será distinto, nada volverá a ser igual. Se cambiaron los papeles. Y eso es en el mundo entero.
Este año se agregan a estas fechas la melancolía y desesperanza por los efectos de la pandemia del Covid-19. No importa la razón, pero este año son muchas las personas que van a pasar las fiestas de Navidad y Año Nuevo en estado de soledad.
Uno habla con amigos de otras partes y les escuha historias aterradoras de familias que terminan el año sin varios de sus integrantes, algunos han quedado solos porque los demás fallecieron. A otros no fue posible acompañarlos en las exequias ni siquiera por sus mismos familiares. La ausencia de los seres queridos que no volverán a estar con nosotros, y esas ausencias son las que acrecientan las nostalgias. Es terrible…
La terminación de este año 2020 será muy triste, y aseguro que somos muchos los que queremos que se acabe hoy. Que al abrir los ojos sea 2021. Como nunca antes había sucedido.
Necesitamos despedir este año a la mayor brevedad, decirle adiós a nuestras pérdidas, a nuestras penas, tristezas y a la nostalgia que hemos venido arrastrando desde comienzos del 2020.
Necesitamos abrir muy pronto una nueva página en nuestra vida, tenemos que renovarnos y tomar el desafío de hacer los cambios necesarios en nosotros, en nuestras familias, en los que nos quedan, los cambios que nos faciliten cambiar el rumbo, el ritmo y asumir el control de nuestra existencia, necesitamos encontrarle de nuevo el sentido a nuestra vida.
Este año vamos a extrañar mucho los tradicionales ruidos de diciembre, los juguetes, los niños brincando, las bicicletas, los patines, las novenas en la madrugada, las celebraciones en las oficinas, los festejos con las amistades, las decoraciones, las luces, la música, los brindis, la cena tradicional, en fín, todo será distinto este año en Navidad y Año Nuevo, nada volverá a ser igual.
Pero lo cierto es que este año, para muchas familias en el mundo, las fiestas de Navidad y Año Nuevo están lejos de ser otro motivo para celebrar. Es que se puede pensarlo igual hasta para la persona que disfruta consigo mismo en la soledad y lo vive sin desconsuelo. Porque en esta ocasión tendrá otra consecuencia diferente ante los estragos que nos ha causado la pandemia del virus Covid-19.
Este año tenemos que tener el valor para tomar la decisión de pasar estas fiestas bien, tranquilos, ya solos o con la familia; pero no hay duda que será todo un desafío, porque deben ser la prioridad y responsabilidad de cada uno, sea por nosotros mismos y también por nuestros seres queridos. Manteniendo viva la esperanza de recuperarnos y compensarnos la próxima Navidad y Año Nuevo.
Ponernos a renegar no va a solucionarnos nada, y lo único que logramos es aumentar el malestar y la frustración. Tenemos que asumir una actitud positiva y de cultura ciudadana para que entre todos salgamos adelante en esta pandemia. No olvidemos mantener los protocolos de bioseguridad: lavado de manos, tapabocas, distanciamiento, no aglomeraciones, etcétera.
Las últimas noticias nos hablan de un futuro promisorio para empezar a combatir la pandemia, con el procedimiento de las vacunas que ya se están aplicando en Europa y muy próximamente en los Estados Unidos. Esperemos que lleguen muy pronto las dosis a Colombia.