Tenía ratos de que una bella mujer me impactara con su elegancia, su dulzura y su encanto. Las barranqueras siempre las he considerado reina de reinas. En el inmediato pasado mujeres de la talla de Ethel Cerchar “La Nena” Roys, Serafina Berardinelli, Mónica Soto y tantas de valía en la ‘Tierra Amable’ que generaban exclamaciones de ensoñación. Hoy surge una barranquera portentosa que tiene embrujado al escritor.
Ella es ‘Naty’, una reina por donde se le mire. Tiene porte y elegancia y con un glamour que más de una envidiaría. Ella es ‘Naty’ la reina que hipnotiza con su mirada y su andar. Con su apellido de Diosa, de divina, de dulce como el mejor manjar. ‘Naty’ la eficiente secretaria que le llevaba la agenda al representante a la Cámara por Colombia Renaciente, Jorge Alberto Cerchar Figueroa, que conquistó los corazones de los exalcaldes y los dirigentes que apoyaron decididamente al representante de los guajiros. Ella es una fragancia que tiene alma y corazón.
A mí me ha sucedido lo que le ocurrió a mi tocayo el laureado médico y compositor sanjuanero Hernán Urbina Joiro, cuando se inspiró de manera magistral con ese tema ‘Tu eres la reina’, que se ha convertido en una de las composiciones mejor referenciadas en el vallenato y que fue inmortalizada por el ídolo Diomedes Díaz Maestre y que todavía cualquier enamorado desprevenido la tararea de manera inmarcesible en sus cuitas de amor.
Pues si a mí me está sucediendo lo mismo con una reina barranquera, de las mejores que enloquece con su mirada y cuando uno la trata deja un aroma de sentimientos encontrados que como la mejor colonia queda impregnada en lo más profundo del alma y del corazón y es cuando viene a mi memoria, el primer estribillo de esa hermosa canción: “pueden haber más bella que tú/ habrá otra con más poder que tú/ pueden existir en este mundo pero eres la reina/ las hay con coronas de cristal y tienen todas las perlas del mar/ tal vez pero en mi corazón tu eres la reina/”.
La reina, que es la reina de mis sentimientos, es una mujer extraordinaria, espectacular en todos sus actuares, un ser humano de sueños y de realizaciones, una mujer exitosa, se siente uno ante su presencia subyugado ante tanta belleza, ante tanto glamour, ante tanto porte y elegancia y especialmente clase en su trato y en su amistad que lo envuelve a uno como si estuviera en el olimpo y es cuando desciende de la inmortalidad para convertirse en la reina, en la mujer más hermosa que ha dado Barrancas y vuelvo a la canción inmortal de Hernán Urbina Joiro: “Quiero que nunca olvides cuanto este hombre te quiere- y que deseo que algún día me cierres los ojos por mí-… Trata ser mientras se pueda conmigo feliz- solo se tiene la dicha un instante no más”.
La reina barranquera, la reina de mi corazón es una mujer exuberante en su belleza, en donaire, cuando uno la ve llegar con ese caminar que enloquece cualquier alma mortal, se vuelve uno soñador y esa quimera de amor pareciera que se hiciera realidad cuando trato con ella: “Pueden haber más noble que tú/ habrá otra con más honor que tú/ pueden existir en esta vida, pero eres la reina/ tú no pides nada por tu amor/ tú no quieres nada por tu amor/ y aunque en tu castillo nada tengas, tú eres la reina/”.
La reina barranquera es una mujer fuera de serie, que sentimientos el que despierta y que dulzura que emana de su corazón y de su nobleza, pero también que carácter el que la caracteriza en sus actuares como una ejecutiva exitosa. Ella es fuente de inspiración de este mortal y se encuentra en lo más recóndito del aposento de mi corazón y como el mejor rosal, su fragancia me llega a lo más profundo de mis sentimientos para decirte que siempre tu “Naty” eres la reina.