El génesis del administrador de empresas de la Universidad del Norte –de las primeras promociones y facultad insigne de los brillantes empresarios barranquilleros–, y gerente general de la exitosa empresa Gases del Caribe, Ramón Dávila Martínez se inicia en Villanueva.
Tierra natal de sus padres, el siempre recordado médico Ramón Dávila Felizzola y doña Celina Martínez Ariza de Dávila y más allá de sus abuelos, don Enrique Martínez y doña Carmen Sofía Ariza de Martínez, conjugado con sus tíos ya fallecidos, el médico Gonzalo y el ganadero Darío Martínez Ariza, traspasando fronteras con sus innumerables primos y una gallada de vecinos que lo hacían inolvidable en sus visitas de juventud a este pedacito de patria, a la que siempre ha amado como si hubiera nacido acá, pero perennemente ligada en el cogollo de su alma buena y generosa.
A medida que fue destacándose como un profesional exitoso en su siempre Barranquilla del alma, jamás ha olvidado la tierra de sus ancestros, y al contrario, siempre la mano amiga le fue dando las oportunidades de bienestar laboral a buenos profesionales que han mostrado eficiencia y eficacia laboral en su devenir histórico y el suscrito puede dar fe de ello, quien fue beneficiado por este talante humano para iniciar mis estudios universitarios.
Profesionales Villanueveros de la talla de Carlos Mazeneth Dávila, quien hoy está en lo más alto de su carrera profesional en el sector gasífero del eje cafetero, demostrando con ello el joven profesional villanuevero capacidad intelectual y gerencial, de igual manera ‘Nacho’ Mazeneth Dávila, exitoso también en el sector gasífero, primero en Cartagena y ahora en la ciudad de Cali. Así como a Carlos Augusto Cabello Orozco en gases de La Guajira, a Arnoldo López en Gases del Caribe en Valledupar, a Roberto Lacouture Daza en Santa Marta y la lista se hace interminable del sendero que ha abierto ‘Monche’ Dávila Martínez por los villanueveros.
‘Monche’ Dávila ha sido congruente con Villanueva. La Institución Educativa Roque De Alba, con su directora Josefina Ramírez David, le dio el apoyo en el momento oportuno para que la banda cívica del colegio contara con todos sus instrumentos musicales y todo el material para la confección de sus uniformes.
Ha estado tan comprometido con Villanueva, que delegó en su momento a uno de sus grandes amigos como lo es José “Casquita” Mazeneth para que indagara el costo de dos lotes: uno para colocar una estación de gases de La Guajira y otro para montar una Olímpica en la tierra Cuna de Acordeones. Eso se llama ser consecuente con el desarrollo del municipio de Villanueva.
Lástima que no se dio por la ambición desmedida de los dueños de los lotes. Lo mismo sucedió cuando se necesitaba un lote para construir el hospital regional acá, cuando el médico Constantino Baquero Herrera era el jefe de Salud Pública en La Guajira y llegaron los sanjuaneros ofreciéndole cinco lotes gratis para su construcción. Por eso el hospital regional se construyó en San Juan del Cesar.
De igual manera, de unos años para acá realiza la fenomenal parranda dentro del desarrollo del Festival Cuna de Acordeones, donde a través de su invitación especial llegan villanueveros provenientes de Barranquilla, de Valledupar y de otras regiones de Colombia a recordar momentos vividos en su Villanueva del alma, como quien dice: El regreso al Cuna.
Así también, cada vez que los diferentes alcaldes del municipio le han tocado las puertas, ahí ha estado presto a colaborar y apoyar por el desarrollo del municipio. Ellos pueden dar el mejor testimonio de las calidades y cualidades humanas y el sentido de pertenencia que ‘Monche’ Dávila Martínez ha mostrado y demostrado en todo momento por el bien de Villanueva, porque su génesis se inicia en este bello pueblo que a él lo vio crecer y desarrollar cada vez que lo visitaba en las épocas decembrinas y jamás se le ha quitado ese apego, al contrario, cada día lo demuestra más con hechos fehacientes que van siempre por la vía de la cultura, del desarrollo social y humano de esta tierra que es su tierra.
‘Monche’ Dávila, un barranquillero exitoso que no olvida sus ancestros villanueveros. ¡Así es y así será para siempre!