Por Juan Bernardo Ariza Restrepo
‘Glorias de ayer’ (Leandro Díaz) “Aquí estoy yo, recordando algunas glorias de ayer, los cantos de Rafael, y los del viejo Emiliano. Del famoso Juan Muñoz quedó la vieja Gabriela, y el son de Bertha Caldera de Bienvenido quedó. Faustino Pitre tocó algunos cantos bonitos Santa Marta, y el torito queda de ‘Chico’ Bolaños. Recuerdo de ‘Chema’ Gómez y su Chipuco’ afamao’, y aquel vaquero morao’ que compuso Raúl Parodi. Con Luis Enrique, señores, fue Julio Vásquez a la farra lo, acompañó su guitarra y el paseo de la pobreza. Y así quedó Carlos Huertas con Leandro dando batalla”.
Iniciando la 50ª versión del Festival del Retorno, un homenaje se rinde a todos aquellos que, año tras año, han ocupado la Presidencia de esta festividad. Sin embargo, en estas letras, quiero resaltar la vida y obra de un longevo y entusiasta dinamizador, un filántropo al que considero el único creador del Festival que aún vive a sus 90 años de edad: Manuel de Jesús Escalante García.
Aunque el festival fue creado hace 52 años, en 1972, hoy celebramos la realización de 50 versiones. La idea del Festival del Retorno surgió de un grupo de ilustres hijos de Fonseca. Marina Cerchar Ovalle, Manuel Esteban Cuello Acosta, Nicolás De Luque, Tomás Enrique Peralta, Francisco “Kiko” Toncel, Narciso Segundo ‘Ténore’ Velásquez Romero, y el propio Manuel de Jesús Escalante García. De estos, los seis primeros ya han partido del mundo terrenal, dejando su huella en esta gesta, mientras que el nonagenario Manuel de Jesús, sigue vivo, lúcido y erguido como siempre.
Conocido cariñosamente como ‘Mane’, nació el 1 de agosto de 1934 e n Fonseca, La Guajira. Es hijo de Fidel García Gómez, exalcalde de Fonseca, y de Mirza Escalante Frías. Su linaje incluye a su abuelo materno, José Anuario “Pepe” Escalante Parodi, y a su bisabuelo, el distinguido médico cartagenero Manuel Escalante Vélez, de ascendencia italiana, de quien heredó su nombre, porte y elegancia.
En una charla reciente, al preguntarle cómo está de salud, ‘Mane’, con su estilo peculiar, respondió: “Berna, de aquello nada y de lo otro tampoco, ¡pangao, pero contento! Del ombligo para arriba muy bien, pa’ abajo grave”. Así es él, amable, cálido, jocoso y siempre alegre, llevando el folclore en las venas. Tiene 10 hijos con la misma vitalidad, aunque con distintas mujeres. Con su esposa Remedios Durán tiene tres hijos: Horacio de Jesús, Cecilia María y la arquitecta María Fernanda. Desde hace 32 años hace pareja con Maritza Brito Orozco, con quien tuvo a María Cecilia y Adriana Sofía, además de Silvia Virginia, Andrés Eduardo, Edier Francisco y Magalis, entre otros.
Manuel es un cuentero nato. Cuando se le pregunta si lo que relata es verídico, responde con una sonrisa: “¡Grítelo, son verdades!”, y es el único autor de esas historias.
Su vida profesional ha sido rica y variada. Estudió en el colegio La Esperanza de Cartagena y fue docente en La Guajira y el Cesar. Incursionó en la política como subsecretario de Obras del Departamento, bajo la gobernación de Nelson Amaya Arregocés, por iniciativa del Dr. Andrés Medina Parodi y su hermano, el Dr. Jesús Solano García. Luego fue inspector nacional de trabajo, auditor fiscal en San Juan del Cesar, y jefe de visitadores de la Contraloría Departamental, donde se pensionó.
El Festival del Retorno, según relata Manuel, nació de una invitación hecha por Ciro Bermúdez, un enlace que fungía como cónsul de Venezuela en Maicao, y que además pertenecía al Club de Leones de su país. A través del Concejo de San Rafael del Moján (Mara, Venezuela), extendieron una invitación al Festival del Retorno que se celebraba en dicha ciudad. Inspirados por esas festividades, regresaron a Fonseca en 1971, y para 1972 realizaron el primer Festival del Retorno, enlazándolo con las fiestas patronales de San Agustín, el 28 de agosto.
Al año siguiente, en 1973, vinculan a Efraín “Fracho” Medina Pumarejo, residente en Santa Marta, quien coordinó la ‘Bula del Retorno’ (recordando el Fonseca de antaño) y creó el eslogan del Festival: ‘Fonseca, volver a ti es repetir la dicha de nacer’. Ese mismo año nació la idea de realizar el ‘Bautizo’ por parte de Francisco “Kiko” Toncel, Tomás Enrique Peralta, Fermín Peralta, Cecilio Suárez y Jaime Acosta, entre otros. En este bautizo simbólico, los fonsequeros que residían fuera del pueblo y que tenían años sin retornar eran bautizados. El primer bautizado en 1973 fue ‘Chema’ Bermúdez, residenciado en Venezuela, y el primer obispo (o ‘Piache’) fue don Fermín Peralta. En los festivales siguientes continuaron como obispos Manuel Esteban Cuello, Wilfrido Fontalvo, Jaime Azar, Víctor Rincones, y Ángel Manuel ‘Mañe’ Molina.
Hoy, Manuel de Jesús Escalante García, con 90 años recién cumplidos, aparenta 70, siempre con su elegante sombrero alón bien puesto. Hace nueve años se desmovilizó del alcohol, tras ver partir a muchos de sus compañeros de juerga: Rodolfo y Guillermo Parodi, Orlando García, ‘Checha’ Urbina, Gustavo Mendoza, y mi adorado padre Bernardo Ariza. Recuerda con nostalgia esas parrandas inolvidables bajo un frondoso mango, con Leandro Díaz, ‘Poncho’ Cotes Jr., Ivo Díaz, Deimer Marín, Marciano Martínez, Franklin Moya, las cuales arrancaban a las 10 de la mañana y terminaban pasada la noche. De esos tiempos y buenos amigos, solo le quedan vivos sus compadres de sacramento, Oswaldo Rodríguez y Bartolo Parodi, aunque ya desmovilizados también de esos frentes expertos en armar ágapes con trago.
Manuel recuerda con especial cariño el Festival XXXI, cuando Maribeth Quintero, entonces presidenta, rindió homenaje a los gestores de la creación de este bello evento. Manuel se lo gozó de principio a fin, participando en todos los eventos, incluido el ‘Viejo Parr’. Solo hasta el año anterior, la administración lo exaltó como el único creador viviente del Festival, condecorándolo con la distinción ‘Nellit Abuchaibe Abuchaibe’, que recibió de manos del mandatario Hamilton García. Este año, en el mes de julio, fue homenajeado en las festividades del barrio Primero de Julio por la junta organizadora, con Lenio Arocha como presidente y Alfonso “Poncho” Álvarez de la Asociación de Comunales de Fonseca.
Hoy, teniendo esta leyenda viva entre nosotros, se me antoja, como diría Carlos Huertas, que ‘Mane’ merece todos los pergaminos y reconocimientos. Los homenajes deben hacerse en vida y con la lucidez que aún conserven las personas, por eso, a él, que lo considero el padre vivo del Festival del Retorno, hay que hacerle su justo reconocimiento. Año tras año, los organizadores deberían acreditarle una presidencia honorífica, porque se la merece. ¡Hay ‘Mane’ pa’ rato!
P.D.: El 50º Festival, presidido por Luis Camilo Daza, un fonsequero dinámico y altruista, promete ser un éxito gracias a su equipo de colaboradores y al apoyo del alcalde Mitcher Pérez. Vale la pena destacar también el simposio de salud mental organizado por la IPS LM de Bogotá, en alianza con el Hospital San Agustín de Fonseca, destacando a las profesionales fonsequeras Diana Buitrago Cárdenas y Diana Molina Peñaranda, organizadoras del evento.
Felicitaciones a los agasajados por la Alcaldía y el Concejo Municipal en esta versión 50 del Festival del Retorno, realizado en Fonseca, donde, como cada año en agosto, se aparta la tristeza y se celebra con orgullo, porque:
“Hoy se nota en la floresta un ambiente de alegría. Y el rumor del Ranchería Es más dulce y sabe a fiesta. Claro, si es que está en Fonseca el pueblo y San Agustín. Conmemorando el festín de esta tierra de cantores, en donde los acordeones saben llorar y reír. En donde los acordeones saben llorar y reír”. *Compositor: Carlos Enrique Huertas Gómez. Letra de
‘Tierra de cantores’.