Después de encontrar al municipio como un buque anclado a orillas del mar Caribe, el alcalde de San Juan del Cesar viene ejecutando grandes realizaciones, que sin duda alguna van a repercutir en algún momento de la historia en el desarrollo positivo del municipio.
San Juan es un municipio adulto institucionalmente, pero venía con un modelo de administración obsoleto y atrasado, que lo deterioró en su aspecto físico, estético, urbano y rural. Donde solo se le apostaba al ladrillo, al tubo y a los mantos de concreto en menor cuantía para referirse al desarrollo y de una manera inmediatista y cortoplacista. Igualmente, solo se hacía el reparto del gasto público sin un verdadero plan de gestión ni con un portafolio de proyectos para transformarlo estratégicamente, como si los sanjuaneros no tuviéramos derecho a soñar en grandes proyectos. Pero hoy, con la administración actual, San Juan ingresó a la era del gobierno digital y por su modalidad de municipio Pdet, el pueblo ha vuelto a soñar.
Sobre todo que volvió a posicionarse y a dignificarse en el concierto departamental y nacional, con la idea motivadora de cambio del actual alcalde, la cual como una ola se viene expandiendo a toda la población y su territorio. Sin embargo, hay quienes solo miran el hueco en la malla vial, la pintura desgastada del colegio, la intermitencia en la llegada del agua, las obras inconclusas y la inseguridad ciudadana. Todos con justa causa, reclaman agua y optimización del acueducto, olvidando que, este sector está intervenido en manos de la administración temporal de agua potable y saneamiento básico en armonía con el Ministerio de Vivienda.
Pero hay que darle al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios. Hoy no se puede tapar el sol con las manos, ni se puede negar que, al árbol que tiene frutos es al que le tiran piedras. Algunos contradictores, en su afán de oposición, alejados de la edificación y el patriotismo, tildan al gobierno como una administración de papel y dicen que faltan obras y ejecutorias, desconociendo realmente que el municipio nada tenía planificado y hubo que comenzar de cero. Por eso hoy, el pueblo está desesperado y polarizado, porque viene de un largo proceso donde se le hizo un monumento a la desidia. Pero la idea motivadora de cambio sigue adelante lenta y gradualmente.
En 2020 logró San Juan alzarse con Álvaro Díaz como el mejor alcalde de La Guajira, en el índice de desempeño institucional, mejor alcalde Pdet en Colombia y se metió entre los 16 mejores del país, por encima de muchas ciudades capitales de la Costa Caribe, según la función pública.
Hoy, ya comienzan a verse las obras, 496 familias fueron beneficiadas con la llegada de la luz por sistemas de energía fotovoltaicas autónomas en viviendas de la zona rural. Igualmente, 133 familias más, tienen mejoradas sus viviendas en zona urbana y rural con un subsidio generado por la gestión del alcalde.
Los territorios se están conectando mejorando la red terciaria. Pero del mismo modo, el destacado desempeño fiscal del alcalde, con más de $4.754.000.000 recaudados en el primer año de gobierno. Hoy también San Juan se priorizó como pueblo que enamora para desarrollarlo turísticamente por el Fondo Nacional de Turismo y el Ministerio de Comercio.
Así mismo, se priorizó a San Juan como un municipio para ampliación de las telecomunicaciones y la telefonía móvil celular y ahí está la primera antena en Lagunita.
Recientemente, fue escogido San Juan por la FAO como ejemplo de la gobernanza de la tierra a nivel nacional y mundial, con el desarrollo del ordenamiento social de la propiedad. Además, tiene San Juan un portafolio de 52 proyectos estratégicos en cola en el Ocad-Paz.
Tiene 4 proyectos en convocatoria pública del DPS, de los cuales 2 avanzan para ejecución en infraestructura. Se gestionaron dos proyectos con el gobernador, en el sector de saneamiento básico, el alcantarillado sanitario de Guayacanal, Corral de Piedras y Zambrano y en el sector de recreación, La adecuación de la Plaza Bolívar.
La contratación de la plaza Bolívar se revocó para revisar sus especificaciones y costos y ajustarlo, atendiendo el control social participativo. Igualmente, tiene el municipio los estudios de preinversión de 18 acueductos rurales, y ahora cuenta con un plan maestro de acueducto y alcantarillado urbano para escribir el progreso y el cambio con agua.