Debemos entender que todo lo que existe es espiritual, que las guerras son espirituales entre el bien y el mal, los demás somos instrumentos del bien o del mal, aquí en este mundo lo único que existe es un enfrentamiento entre el bien y el mal por el simple hecho de que vivimos en el mundo del bien y el mal.
Ese es el árbol que se nos dice del libro génesis, árbol a nivel espiritual significa mundo, lastimosamente el primer hombre y la primera mujer consumieron de ese fruto espiritual del bien y el mal; el huerto del Edén asemeja a un universo de mundos que en el lenguaje espiritual llaman árboles; el árbol de la vida, el árbol del bien y el mal, etc.
Nosotros escogimos por tentación el mundo del bien y el mal, está demostrado que la tentación es la puerta de entrada de todo mal en nuestras vidas; el mundo en esencia es eso derecha-izquierda-centro; negativo- positivo- neutro; ese es el mundo en el que vivimos.
Pero también a ese mundo fue arrojado la serpiente de la tentación Luzbel que siempre ha soñado con reinar y a nosotros nos domina mediante los sentimientos de la codicia, la avaricia, la soberbia, la prepotencia, el odio que se materializan mediante los sistemas económicos todos materializan a la codicia y la avaricia, todos se basan en el dinero; los partidos políticos materializan pensamientos del hombre del bien y el mal manipulado por Luzbel, cuando los únicos que verdaderamente existen es el amor o el odio.
Las únicas religiones que existen son la verdad y la mentira y la única nación que existe es el cielo y las otras son apariencia por nacimiento, todo lo que existe acciones, pensamientos, sentimientos, emociones; la fuente en este mundo es el bien o el mal manipulado por Luzbel, es ahí la importancia de las buenas nuevas de Jesucristo que nos muestra el camino de vuelta, de retorno dónde salimos de la única nación que existe el Reino del Cielo.