Los costeños sin excepción llevamos años pagando unas facturas de la luz que muchas veces triplican o cuadruplican lo que paga un usuario del mismo estrato en el interior del país; es tan agobiante la situación, que el villanuevero hijo del Cuna de Acordeones, Julio Oñate Martínez, compuso una canción titulada ‘El Apagón’, en la que narra una divertida anécdota sobre el mal servicio de la empresa anterior a Afinia; en ella también se burla de los elevados costos de la luz, las tarifas de energía que en la Costa Atlántica están por las nubes y son una verdadera bomba de tiempo; La Guajira no se escapa; hay que decirle a los Fernández o a ‘Cachete’ en Villanueva, tierra también de compositores, que componga una canción pero que no sea una Casa en el Air-e.
Las condiciones climáticas excepcionales contribuyen a un consumo eléctrico elevado y constante en la región Caribe y este fenómeno climático no respeta pinta ni clases sociales; ya los gobiernos departamentales de la costa se están organizando y ya existen propuestas para que la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) emita una resolución ampliando el consumo de subsistencia con un valor de 252 kWh/mes en subsidios, en territorios situados entre 0 y 350 m.s.n.m. y temperaturas mayores a 24 ºC; Esto aplicaría de acuerdo con el nivel de ingresos de los usuarios y sus condiciones de vida y se financiará con los recursos de los subsidios que hoy van a quienes no los necesitan, una propuesta cuyo objetivo es el de reducir sustancialmente las tarifas en el Caribe.
Cambios en la fórmula tarifaria, transición a energías limpias y reforma de la ley de servicios públicos son las tres propuestas de solución que el Gobierno nacional viene organizando, Dios quiera y no sea una solución como la de los carrotanques, las acciones deben conllevar a incluir más energías renovables en nuestro sistema y más competencia que garantice un mejor servicio público para la gente; la competencia real, técnica y realizable son las únicas acciones para enfrentar a las empresas que hoy comercializan la energía eléctrica.
En lo que coinciden todos los expertos en la materia es en que la situación en la costa es muy preocupante e insostenible, no es justo que los habitantes de estratos bajos están gastando hasta el 65% de sus ingresos pagando servicios públicos, como no es equitativa esa diferencia con el interior del país.
Es de recordar que, durante la visita del 7 de mayo a la Costa, el presidente Gustavo Petro impartió la orden de bajar las tarifas asumiendo la deuda de $6 billones; así mismo, el presidente de Findeter, manifestó que será esa entidad la que haga los aportes que se requiere para desembolsar $2 billones a las empresas distribuidoras de energía.
Viviendo en carne propia la costa Caribe; solo les queda a los gobernadores costeños, organizarse en comunidades energéticas, de acuerdo con lo informado por el señor gobernador del Atlántico, las comunidades energéticas en Colombia pueden ser una oportunidad para avanzar hacia la transición energética, democratizar el acceso a la energía y fomentar la participación ciudadana en la generación y gestión de energías renovables, lo que sería la salvación para la gran mayoría de hogares en la costa.
Sin embargo, la implementación de estas comunidades enfrenta varios desafíos que deben abordarse para maximizar su potencial; estos desafíos incluyen aspectos regulatorios, técnicos, económicos y sociales, ya que la gran mayoría de la población eléctricamente subnormal en Colombia se encuentra en la región Caribe, esta solución ayudaría a atender las necesidades energéticas; tiene los gobernadores de la Costa Caribe el recibo en sus manos y si lo ayudan a pagar harán historia y así les cumplirán a sus gobernantes.