Escribo esta columna entre el dolor y el amor, entre soltar y extrañar; las abuelas son un universo de sabiduría, alcahuetería e iluminación de los senderos, no son perfectas, pero si se han reconciliado con sus errores, lo cual, las hace poderosas; hoy al amanecer recibí la noticia de la muerte de mi súper abuela, quedé perpleja y respiré profundo haciendo un recorrido rápido por mi mente de todo lo vivido con ella, de sus aportes y de ese momento donde su testimonio de vida me permitió descubrirme feminista, encontré mi propósito de vida y la importancia de reivindicar mi línea uterina representada en todas las mujeres del mundo.
Las abuelas son el faro de la vida, nos heredan la fuerza y la histórica resiliencia que las ha mantenido en este mundo que no es del todo sutil con los derechos femeninos; la mía me enseñó que el miedo no es una opción y que las mujeres debemos siempre tener carácter. Ella marcó la fuerza femenina en mi familia, fue la protagonista de un linaje uterino que puede ampararse en la metáfora de un Roble amarillo de esos que nacen en nuestro caribe inmenso, ejemplo de esto es que mis tías maternas y mi mami llevan su apellido y no el de mi abuelo, desde ahí la historia de poder femenino marcó mi vida y el Contreras es mi bandera feminista con sello guajiro, especialmente del Cerro Pintao de Villanueva.
Hay mucho por decir de las abuelas, no me alcanzarían las palabras, poesías o canciones para seguir hablando de ellas, solo puedo decir, que es una bendición infinita tenerlas y que marquen nuestros días con historias poderosas.
Las abuelas y los abuelos, son los encargados de hacer felices a los y las nietas, por eso no solo los educan, sino que los “abuelan” este bello concepto llegó hace unos meses a mi vida, a través de mi amiga Clara Romero mientras realizábamos el podcast #EvasyAdanes.
Los abuelos y abuelas tienen magia, su rol se desmarca de la crianza de los nietos. Porque no es la hora de educar sino de disfrutar. Ellos son sinónimo de complicidad y pechiches. Tienen razón en decir que las abuelas no crían a sus nietos, sino que los “abuelan”. Abuelar es que les regalan todo lo que saben, son verdad, amor y valentía. Como lo define, el articulohttps://eresmama.com/abuelos-no-solo-educan-abuelan/
“Son capaces de poner a la disposición de los más pequeños experiencias e historias personales que construyen identidades.forjan personalidades, tallando a sus nietos con ternura y dulzura. “Abuelar” significa cantar con ternura y dar el aliento que muchas veces les falta a los nietos para animarse y salir adelante”.
Hoy puedo decir con total paz y amor, que fui abuelada por Rita Contreras leyenda poderosa de La Guajira; por ello, mi más sentido homenaje es decirle que su legado nunca va a morir, que estaré cada día replicando sus enseñanzas y tejiendo amor y esperanzas, esas que ella sembró eternamente en mí; serviré sin rendirme, amaré sin reparos y cumpliré grandes sueños. Gracias mi súper abuela por vivir 109 años demostrando que fuiste un cactus puro que entre más adversidades enfrentaba más se reverdecía. Sigamos amando a nuestros abuelos y abuelas, porque el dolor de despedirlos tiene un límite, pero el amor para ellas es eterno. Vivan todas las abuelas del mundo, vuela alto Rita Contreras.