La represa del Ranchería con el tiempo se ha convertido en la mayor ilusión de los guajiros. Mucha tinta y tantas opiniones de intelectuales y de líderes gremiales que tendrían cabida para un libro llamado: ‘Lo que el tiempo se llevó’. Ahora nos ilusionaron con unos nuevos estudios y lo más triste es que varios personajes salieron a celebrar con la directora nacional de la Agencia Nacional de Tierras, como si hubiera sido un gran logro.
Hace unos días el Contralor General de la Nación expresó con otra ilusión para La Guajira, que iba a impulsar la terminación de la represa. Bueno, y el contralor ¿por qué no pone el acelerador más bien para finalizar este gran ‘elefante blanco’?
Estamos a tiempo con la aprobación del nuevo presupuesto general de la Nación para el año 2022 para que nuestros dos representantes se den la pela por este gran sueño y los senadores golondrinos que se llevan tantos votos de La Guajira se reivindiquen ante el pueblo guajiro para que se incluya la partida estimada en el presupuesto general de la Nación. ¡Manos a la obra pues!
Desde el 27 de noviembre del año 2010, cuando fue inaugurada la presa de la represa del Ranchería ha pasado mucho y no ha pasado nada. Obra está construida por el expresidente Álvaro Uribe Vélez y que se convertía en la realización de un sueño de más de 50 años para los guajiros y en la redención económica a través de la puesta en marcha de los distritos de riego de San Juan del Cesar y del Ranchería, donde La Guajira colocó 65 mil millones de pesos de los recursos de regalías, pero hasta ahora la presa continúa ahí, almacenando 198 millones de metros cúbicos de agua y eso sí, se ha convertido en un ‘elefante blanco’ y en un lucro cesante para el Estado.
Las preguntas que nos hacemos todos son las siguientes: ¿Por qué no se ha construido la segunda fase, que tiene un costo aproximado ya de un billón de pesos? ¿Por qué el expresidente Santos estuvo renuente a su terminación? ¿Por qué ese gobierno para el presupuesto 2017 no le asignó ningún recurso a esta obra que sería la redención de La Guajira? ¿Será por los celos políticos de quien construyó la primera fase como fue el expresidente Uribe?. Si hay que buscar culpables, el expresidente Santos es uno de ellos, entre otras cosas, fue el demonio para nuestro departamento.
Todavía recordamos lo expresado por el exministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan Camilo Restrepo Salazar, en lo referente a la construcción de la represa del Ranchería. Lo referido al señor exministro en cuanto a la construcción de la presa, el cercado, donde hacía referencia que existieron sobrecostos y que se ha convertido en un medio ‘elefante blanco’ para la Nación y que la segunda fase va a ser “supremamente ineficiente, va a terminar valiendo cerca de un billón 200 mil millones de pesos”.
El tiempo le ha dado la razón en esto de los costos, y que los distritos del Ranchería y San Juan del Cesar, que cubrirá 18.539 hectáreas va a ser supremamente oneroso, con costo por hectárea para riego de 59 millones de pesos, contrario a otras regiones del país, pero para eso están las apps o alianzas públicoprivadas, ese es el camino que le queda en la parte de los distritos de riego.
Remataba el señor exministro: “aunque naturalmente tiene algunas aplicaciones en materia de acueductos de unos municipios”, son nueve municipios que recibirán agua de la represa del Ranchería desde San Juan del Cesar hasta Uribia y Manaure, pasando por Distracción, Fonseca, Barrancas, Hatonuevo, Albania y Maicao. Estas afirmaciones las hacía Juan Camilo Restrepo cuando fungía como ministro de Agricultura y Desarrollo Rural en la primera administración de Juan Manuel Santos. Sospechosa esta afirmación desde todo punto de vista.
Causó sorpresa entre los guajiros todas estas aseveraciones del señor exministro, ya que el 27 de noviembre del año 2010, cuando se inauguró la primera fase – la presa del cercado– su opinión fue contraria a lo expresado y aseguraba ese día el señor exministro la esperanza del anhelo de los guajiros de terminar la segunda fase. ¿Por qué cambió de posición el señor exministro? Su análisis fue tan serio, que el presidente Santos echó reversa a la culminación de esta gran obra.
Estas apreciaciones son más del orden político, ya que la gestión del señor exministro de Agricultura fue opaca, por no decir nula para los intereses del campo colombiano y con esto buscaba echarle tierra a su mala gestión poniendo por encima sus malquerencias en contra del pueblo guajiro y con ello se ha buscado que inversionistas privados se hagan cargo de este proyecto, que era el pensamiento final del expresidente Álvaro Uribe Vélez, de entregar en concesión los distritos y los acueductos regionales. ¡Que tristeza!