Esta historia quiero que sirva de inspiración y motivación a nunca rendirse; las últimas semanas de diciembre leyeron mi insistente petición de una beca para Faruk, pues hoy les cuento que lo logramos y estamos felices por eso, todos y todas las jóvenes deberían tener la oportunidad de cumplir sus sueños académicos porque la educación es un derecho y debe ser garantizado sin ninguna limitación.
Faruk es el joven excelencia, soñador, generoso y valiente. Hice parte de su proceso de búsqueda de beca, porque en pleno diciembre de celebraciones fui visitada por Ledith Pareja, la admirable mamá y mentora de Faruk, su primera palabra fue “estoy acá por mi hijo”, con una dulzura que estremeció mi vida y de inmediato me involucré en una causa que merecía un final feliz. Ella me relató el caso, su primogénito había sido el mayor puntaje de La Guajira con grandes porcentajes por área, que interpretaba el violín, hacia voluntariado con jóvenes, campeón en ajedrez y que soñaba con estudiar Medicina, pero no contaban con los recursos y por ello necesitan una beca integral, con beneficios académicos y de sostenimiento. Ella no estaba pidiendo lo no merecido, sino un derecho que su hijo con disciplina había logrado, un joven que además argumenta con fluidez por qué y para qué quiere ser médico, reconoce y siente las problemáticas de La Guajira y quiere aportar lo mejor.
Mientras la escuchaba, yo decidía mentalmente a quien llamar, hice 3 llamadas, todas contestadas y eso era una buena señal siendo 24 de diciembre, día en el cual todos están en temas familiares y que te contesten una llamada es un sorteo ganado. Al finalizar nuestro diálogo y escuchar cada gestión que había realizado, le dije: Ya hago parte de esto y sí es un milagro lograrlo, ese milagro lo conquistamos, esa beca va porque va, somos hijas de un Dios que todo lo puede. Percibí una esperanza en ella tan linda que sentí muy coherentes sus palabras al despedirse: “Dios me puso en el corazón tu nombre y sé que con tus contactos algo va a suceder”.
Apenas comenzaba esta gestión, en medio de actividades propias de la causa que lidero no dejaba de pensar en Faruk, en sus sueños, en su derecho a cumplirlos, en la oportunidad que La Guajira tendría con profesionales como él, entonces emprendí una nueva estrategia, llamar a dos amigas que son apasionadas y comprometidas con todo lo que tiene que ver con nuestra gente, la pediatra Iliana Curiel y la periodista Camila Jiménez y qué lindo preñar de sueños a aliadas que pujan hasta parir logros.
La gestión en la Uninorte comenzaba en manos de una de sus ilustres egresadas y futuras colegas de Faruk –Iliana–, en pocos momentos ya teníamos un plan de llamadas y correos por enviar, el rector al ver el video de Faruk no iba a decir que no, lo sabíamos, él ama el Caribe y a sus jóvenes, no dudamos en creer que algo pasaría cuando él conociera la historia, esa parte ya estaba lista, pero había que ponerlo en plataforma y noticias, entonces Camila era la elegida, me respondió de inmediato y en menos de 5 días la nota estaba en el noticiero, todo mundo vio la historia, escribían mensajes esperanzadores en Twitter, de inmediato #UnaBecaparaFaruk estaba en la retina de muchos, qué emoción recibí esta noticia en medio de una bella laguna donde estaba haciendo avistamiento de aves con mis sobrinos, vibramos de emoción y de manera más aguda cuando Iliana me llamó a decirme: “Mana, necesito el número de Faruk, la beca es un hecho, lo logramos”.
El mensaje de esta columna es unámonos para las cosas buenas, tejamos fuerzas, sueños, esperanzas, que lo que parezca imposible sea realidad, que no se quede ningún joven con ganas de trascender, que los derechos sean garantizados y que las redes de afectos no se rindan ante la ambición de ser mejor para aportar grandes cosas al mundo.
Lo logramos, Faruk tiene una beca completa… gracias a Dios, a los y las aliadas, a la Universidad del Norte y a cada persona que sumó su oración, su fe y amor… se cree y se logra, estoy feliz porque hoy una madre especial como Ledith y un joven brillante como Faruk sienten que eso que veían lejos es una realidad y su mejor regalo, lo merecen, lo trabajaron y lo recibieron, vivan las buenas noticias que motivan a seguir tejiendo nuevas realidades.
¿Vamos con toda Faruk!
¡Sí se pueden lograr grandes cosas!.