Hoy por hoy, si algo tiene entretenido al ser humano, además de entusiasmado y despistado, es la tecnología; totalmente consumado en su propia degradación, el hombre asume la tecnología con la más profunda candidez. La tecnología tiene la propiedad de convertir al adulto en niño: ensimismado con su juguete, embelesado con una papa caliente entre sus manos; aparte de profano, lo ha idiotizado. Hoy por hoy somos, un tonel inconmensurable y desprevenido recibiendo y transmitiendo falsa información: propia y ajena, y gratis, o, hasta pagando por ella.
La historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases, La IA jamás responderá en qué año o siglo terminará el capitalismo, La IA no te explicará como las big tech te rastrean, como topos, te horadan la madriguera, hasta que inútil y sin defensas te postras, y te enrolas a su ejército de sabios desvalidos que como imberbe explotan, etc. Y, si eres ignoto, igual da, más incauto eres, la tecnología se ha convertido en el señuelo de la pesca, indistintamente no le interesa quién muerda el anzuelo.
No importa, las imprecaciones siguen siendo una constante, se mantienen con fuerza aislándonos de la bulla y la familia, nos llenan de historias intrascendentes pero maravillosas, es como dormir con el enemigo pero alborozado de tenerlo junto, sin darnos cuenta que nos desmorona, siempre somnolientos de disfraces y músicas altisonantes, el juguete es el obús silencioso, arcabuces sin retorno pero con la letalidad de un microorganismo que accede al cerebro, no por la sangre, sino, embutido por los sentidos, como decía aquel poema ‘hasta donde el escalpelo no llega’.
El hombre es sujeto y objeto a la vez de la tecnología; cree el hombre popular que está haciendo uso de ella; no, ella lo está usando. Subsumido, es la categoría de Marx más clara y evidente para ubicar al hombre frente a la máquina, absorbido, dependiente. La tecnología es la nueva forma de dominación ideológica.
El capitalismo promueve, aúpa, para su propio beneficio y no de la humanidad, la innovación, que no son más que las formas renovadoras de la técnica que conducen al despojo humano en la actividad laboral, o la degradación salarial, el pauperismo; alterando la composición orgánica del capital en el sistema productivo, desechando la parte viva de la producción: el trabajo, y, contrario a lo que la gente cree, va generando lo que Marx denominó la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, y de contera, a lo que asistimos hoy, la destrucción de las fuerzas de trabajo. A todo eso nos conduce la desbordada ambición del capital: a su propia destrucción.
Se levantan voces cada día más, desentrañando los perjuicios de la IA en manos del capital tecnológico. La complejidad de la IA no está al alcance de todo el mundo; no, no es un avance para hacer del mundo, un sitio mejor, donde se reduzca la pobreza, todo lo contrario, generará más pobreza, exclusión y, lo que es peor, facilitará las matanzas como en Gaza, en Ucrania, con menos esfuerzo; La IA está encomendada para los grandes ejércitos. El 27 de enero, a través de una orden ejecutiva del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió al jefe del Pentágono presentarle dentro del plazo de 60 días el proyecto de un escudo de defensa antimisiles de próxima generación. La propuesta deberá incluir entre otras cosas los planes para proteger a EE.UU. de misiles balísticos, hipersónicos, avanzados misiles de crucero y otros ataques aéreos de próxima generación; acelerar el despliegue de la capa de sensores espaciales de seguimiento balístico e hipersónico; desarrollar y desplegar ampliamente interceptores espaciales capaces de interceptar en la fase de propulsión. La nueva guerra de las galaxias, tecnológica, que dentro de poco será obsoleta.
El capitalismo es un barril sin fondo, insaciable de poder político y dinero, ni admite perderlos, y si los pierde, no escatima medios para recuperarlos; tu mente, no es tuya, dejó de pertenecerte; el algoritmo, no perceptible a tus sentidos, es un gusanillo invisible, tu lazarillo, el que te guía sin darte cuenta; y juras, y perjuras que eres autónomo, independiente, y totalmente libre en tus decisiones, mentira, eso lo hemos perdido hace tiempo, con la IA ese proceso de dependencia es más rápido e imperceptible.
A Iglesias, el socialdemócrata español, le oí en un Tik Tok, que había que apoderarse de los medios para hacer la política, insulso, estafador; la organización política de las masas desde las formas más pequeñas, son las únicas que pueden contener la agresiva y perjudicial acción de la derecha, dueña de esos medios. Para el pueblo el uso de las redes sociales no puede estar separado de la organización política de base conspirativa. A diario estamos desprevenidos depositando nuestros datos gratuitamente en facebook, instagram, etc, caldo de cultivo para la IA en su objetivo imperialista de dominación y neocolonización.