La aparición de Jorge Oñate como voz líder del conjunto de los Hermanos López, y la circunstancia de acompañar al acordeonero Miguel Antonio López Gutiérrez, a coronarse Rey Vallenato en el año de 1972. Lo anterior, rompió todos los esquemas y la tradicional modalidad en la que durante los años anteriores el vocalista del conjunto era el acordeonero y no el guacharaquero.
En esa ocasión ‘El Jilguero de América’ interpretó el Paseo, ‘Qué dolor’ (Luis Enrique Martínez); el Merengue, ‘Dina López’ (Vicente ‘Chente’ Munive); el Son, ‘Riqueza no es la plata’ (Francisco ‘Pacho’ Rada) y la Puya, ‘La vieja Gabriela’. (Juan Muñoz). Del conjunto hizo parte el cajero Pablo López Gutiérrez.
En esas extensas charlas con el artista nacido en La Paz, Cesar, el 31 de marzo de 1949, se tocaban una serie de anotaciones que tenían su estilo original. “Yo nací con el Festival de la Leyenda Vallenata. Además, partí el evento en dos al ganar cantándole a Miguel López en 1972, y 20 años después repetí la misma historia con su hijo Álvaro. Además, soy el único cantante que ha grabado con más Reyes Vallenatos. En esa lista están Miguel López, Nicolás Elías ‘Colacho’ Mendoza, Raúl ‘El Chiche’ Martínez, Gonzalo ‘El Cocha’ Molina, Álvaro López, Fernando Rangel, Julián Rojas y Cristian Camilo Peña”.
También anotó haber grabado con un acordeonero que estuvo a punto de ser Rey Vallenato. Se trataba de Juancho Rois, acordándose de varias canciones exitosas como ‘Mujer marchita’, ‘Lloraré’, ‘Sanjuanerita’, ‘Ruiseñor de mi Valle’, ‘Nació mi poesía’, ‘Paisaje de sol’, ‘Lirio rojo’, ‘Un hombre solo’, ‘La gordita’, ‘Al otro lado del mar’, ‘El corazón del Valle’, ‘Calma mi melancolía’, ‘Dime por qué’, ‘La contra’, ‘El cariño de mi pueblo’, ‘Amar es un deber’, entre otras.
Hoy resuenan sus palabras más que nunca. “Siempre conservé el vallenato costumbrista, la cadencia y la poesía. Nunca me salí de ese estilo porque era como perder mi identidad musical. Antes de salirme de eso mejor me retiro. El Festival de la Leyenda Vallenata, es el evento de mi corazón y por eso he sido su mejor hijo”.
Siguiendo con su manera clara de hablar entregó una propuesta. “Hay que darle el valor a nuestro folclor vallenato. Que suenen ocho canciones nuestras, cuando digo nuestras es de Colombia, y una de afuera. Así se hace en otros países”.
Al indagarle sobre a qué se debía estar vigente durante más de 50 años, dijo. “He llegado a esta instancia por mi disciplina y mi amor al arte, a mi vocación musical. Cuando nací el vallenato no era comercial, de pronto se volvió comercial, pero manteniendo sus raíces. Yo no me salgo de la autenticidad del vallenato y me mantendré hasta el final de mis días”. Así lo cumplió cuando se despidió de la vida el 28 de febrero de 2021.
A Jorge Oñate siempre le llamó la atención la pregunta que nunca le hicieron y más la respuesta. La pregunta era clara, sobre cuáles eran para él los tres mejores cantantes de la música vallenata. La respuesta no se hizo esperar. Jorge Oñate, ‘El Jilguero de América’ y ‘El Ruiseñor del Cesar’.
Sin derecho al olvido
Nunca ha dejado de recordarse al cantor que regaló su voz a varias generaciones dejando estelas de alegrías y nostalgias, en ese trasegar por los caminos del folclor, donde se encontró con esos hombres que les componían a la vida, al amor, a la naturaleza, a los amigos, y que él se encargó de llevar a la pasta sonora. Tampoco al amor eterno de la patrona Nancy Zuleta, al padre bueno, al abuelo querendón, al amigo inigualable y al artista consagrado.
Tampoco ha dejado de escucharse en su voz el tema ‘La Paz es mi pueblo’, especialmente desde aquella vez cuando regresó a su tierra en una caravana llevando el Premio Grammy Latino a la Excelencia Musical. Precisamente, ante aquel hecho su paisano ‘Juvalito’ López, lo abrazó diciéndole. “El Grammy Latino se entrega todos los años, pero este es único, porque usted es el más grande cantante vallenato”. Los aplausos no se hicieron esperar y en ese instante comenzó a escucharse a un grupo de mariachis cuya canción relataba. “Una piedra en el camino, me enseñó que mi destino, era rodar y rodar. Después me dijo un arriero que no hay que llegar primero, sino hay que saber llegar”.
Jorge Oñate estando rodeado de sus paisanos, indicó “Este premio es una grandeza para cualquier país que un artista tenga el reconocimiento por su trayectoria musical. Gracias a la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación por otorgarme este galardón que mostraré con orgullo, porque en este trofeo se enmarca mi vida, donde he dado a conocer a mi querido folclor vallenato. Según los entendidos es como recibir un premio Nobel en el campo musical y cultural”.
El recuerdo no muere
Hace cuatro años bien lejos de su tierra murió el cantante Jorge Oñate, quien hizo un pacto con la música vallenata para vivir eternamente en los oídos de todos. Además, es grato escuchar la semblanza de Emiliano Zuleta Díaz, donde exalta al artista, y que tituló ‘El Jilguero’. “En un pueblito cerquita al Valle, nació un muchacho con una estrella, con el prodigio de una voz muy bella, lo que lo ha hecho ser importante. Él aspiraba ser cantante, por todas partes parrandeaba, yo me refiero es a un hombre grande y su garganta afortunada. Al Jilguero’ identifico porque su cantar se oye, solamente a mí hermanito, yo lo comparo con Jorge”.