Este escrito aparentemente, léase bien, aparentemente, va dirigido a un nicho de personas que somos la militancia del Partido Conservador y de paso sus simpatizantes, pero como es una reflexión de vida considero que puede llegar a toda la población, principalmente a los que hacen parte de la actividad política en La Guajira.
Pertenezco a una generación del Partido Conservador Guajiro que tuvo la fortuna de recoger de una dirigencia, –cuya formación política fue fuertemente empírica y escasamente guiada por unos estatutos con poca academización en materia de cultura y desarrollo organizacional–, unas banderas empapadas de ideología y doctrina conservadora pero que a pesar de esas falencias pedagógicas, siempre recomendaba y solicitaba a las Juventudes Conservadoras de ese momento, los años 70´s, que superáramos vicios, corrigiéramos errores éticos y de procedimientos y erradicáramos la ambición de ganar el poder para imponer; aconsejaban muchos de ellos que buscáramos siempre el poder como sujeto de servicio y cohesión de la militancia del Partido.
Hoy, lamentablemente, quienes éramos las Juventudes Conservadoras de esa época, debemos presentar excusas a las Nuevas Generaciones del Partido, o sea, a esos adolescentes y jóvenes que como nosotros en la década del setenta están con avidez e inmensos deseos de hacer política, y con su fogosidad, quieren hacer política de la buena.
El balance nuestro es que no fuimos capaces de hacer fructificar las recomendaciones de esa dirigencia que impulsó el partido en ese momento a notoria visibilidad y presencia.
No sembramos principios políticos positivos y por eso estamos hoy muchos de nosotros y miembros de las Nuevas Generaciones del Partido, haciendo lo que no pudimos corregir, y lo más triste, no se ha dejado de hacer.
Lo que pasó el domingo 25 de octubre de 2020 es una clara muestra de que persisten ambiciones de poder, lo que no es malo si se llegase a él con lo que recomendaba la vieja dirigencia, así ellos hubiesen cometidos esos errores para hacerse al poder. Es de colegir que esas recomendaciones eran posiblemente por cargos de conciencia, o sabias reflexiones hechas con los vientos en calma, después de farragosas y astutas faenas para ganar.
Miren, se convocó a una ‘Socialización de la Resolución 007 de septiembre 18 de 2020’, emitida por la Presidencia y la Secretaría General del Partido Conservador. Esa convocatoria resultó ser una Convención del Partido Conservador de La Guajira disfrazada de Seminario, al parecer, por las limitaciones de la plataforma usada o por conveniencia de usar esa herramienta de las varias que posee la plataforma. Ahí mostramos de lo que somos capaces, miembros de la dirigencia experimentada y de las Nuevas Generaciones que planearon el evento.
En el evento (Pseudo-Convención) o un híbrido entre convención, seminario y asamblea general, tal como lo dijo en su primer balance la moderadora del evento, Dra. Oriana Zambrano Montoya, diputada, presidenta de la Asamblea departamental: “hubo errores”, pero quedará el desarrollo del evento para lo que piensen cada uno de los participantes y lo que tiene en su conciencia la Dra. Oriana, y además, para decidir si este evento y su desarrollo se debe inscribir en el legado para el aprendizaje que queremos que tengan las Nuevas Generaciones.
Todo lo acontecido da pie para exigirnos educar a las nuevas generaciones del Partido Conservador de La Guajira y ojalá de Colombia. Nuestra generación, la de los años 70´s en adelante y algunos dirigentes de generaciones anteriores que aún están activos, teníamos la responsabilidad de construir una memoria y no lo hicimos. Estamos haciendo hoy todo lo que en el pasado condenamos.