En este mes se conmemora la lucha contra el cáncer de mama. En realidad, es el ¿Mes Rosa? Considero que será el Mes Rosa cuando se cumplan plenamente todos los protocolos que garanticen la prevención y atención efectiva del diagnóstico. Será el Mes Rosa cuando se cambien los estereotipos de género, sociales o culturales que agudizan la problemática, no es Rosa porque solo le dé a las mujeres, también le da a los hombres, no le da solo a la población vulnerable o pobre, puede tocar a cualquier persona, basta de estereotipos que lo único que generan son mayores problemas.
Hablemos de temas no tan rositas
Por ello, a propósito del mes contra el cáncer de mama, es importante tener en cuenta, entre muchos aspectos, los siguientes:
Se pueden pintar todos los murales de rosado, hacer mil marchas y talleres, sin embargo, esto no basta ni valdrá la pena, si no existe un sistema que responda de manera contundente al tema.
Es fundamental contar con un Sistema de salud con capacidad preventiva y de acciones a tiempo.
Garantizar los derechos, especialmente a la salud integral y al concepto de cuidado holístico de las personas.
Desmitificar estereotipos de género, el cáncer de mama no tiene género, puede tocar a mujeres y hombres.
La corresponsabilidad entre el sistema de salud y la conciencia del autocuidado no basta con campañas que invitan a – Tocarse las tetas – y con lo que haga cada persona, sino también con un sistema que responda de manera contundente a los síntomas y/o diagnóstico.
La mirada interseccional es fundamental, tener en cuenta, diferentes factores como la pobreza extrema, acceso al sistema de salud, inequidades y desigualdades sociales, sobrecargas emocionales y afectación en salud mental, entre otras situaciones generadoras de enfermedades y detonantes de desequilibrios en la salud.
Rompiendo estereotipos de género
Es pertinente reflexionar respecto a que el cáncer de mama no tiene género, si bien las estadísticas informan que afectan en un alto porcentaje más a las mujeres, también puede afectar a los hombres, por ello hay que romper con estereotipos que pueden ser fatales, porque generan negación del diagnóstico y descuidos en la prevención o atención de dicha enfermedad. Este es un tema de salud pública que merece miradas y abordajes interseccionales que no dejen por fuera a nadie ni a nada, que se despoje de estereotipos de género, culturales, sociales o económicos.
Ojalá los arquetipos machistas no continúen dejando víctimas que se niegan a aceptar que el cáncer de mama también visita a los hombres, la detección y atención a tiempo marca la diferencia y es fundamental despojarse de imaginarios sociales que impiden asumir realidades de la manera correcta.
Reflexiones propicias del Mes Rosa
Es importante afirmar que cada caso es particular y no todo puede recaer sobre los y las pacientes, hay un sistema que falla y que generalmente se olvida de procesos preventivos para responder a lo urgente que generalmente tiene finales fatales; si bien, es fundamental tocarse a tiempo es ‘Vital’ que todos los sistemas especialmente el de salud, funcionen y garanticen de manera contundente los derechos humanos a todos y todas.
La salud no puede ser un privilegio de algunas, sino un derecho sin exclusión. Temas tan importantes como la salud, no puede ser solo un asunto mediático que se agote en pintar todo de rosado, lo cual, aclaro que es importante pero no lo es todo. Es asunto de políticas públicas, de procesos efectivos y sostenibles.