En la década de los setenta, arribó al municipio de San Juan del Cesar – La Guajira, la señora Luisa Pacheco y su familia, quienes venían procedentes de Cundinamarca con motivo del éxodo de funcionarios del antiguo distrito de obras públicas o zona de carreteras. Así llegó la familia Eljach Pacheco y se ubicó en la Calle del Embudo, donde hoy está funcionando la Casa de la Mujer, la cual en ese entonces hacía parte del distrito de obras, a donde venía trasladado su padre a trabajar en San Juan del Cesar.
Gregorio Eljach Pacheco, es registrado entonces por su señora madre, en la Notaría única de San Juan del Cesar, siendo notario Nelson Urbina Daza. Así cursó parte de sus estudios de primaria y bachillerato, siendo un adolescente en el Colegio San Juan Bautista, bajo los cuidados tutelares del profesor ‘Pelongo’. Allí adquirió sus primeros fundamentos académicos, sociales, filosóficos y religiosos. Desde entonces, fue influenciado por la filosofía y las letras del profesor ‘Pelongo’, quien venía de interrumpir su carrera de sacerdocio para dedicarse a la docencia y la dirección de este magnífico colegio que él mismo fundó y dirigía. Donde ‘Pelongo’, en el Colegio San Juan Bautista, cultivó Juan Gregorio Eljach, su amor por el derecho, la retórica y la declamación de poesías y poemas, en los centros literarios. Muchos sanjuaneros contemporáneos y amigos de la época, lo vimos retozando por las calles de San Juan: en la Calle del Embudo, la callecita, la calle de Las Flores y la calle del Cayón, lo mismo que, en el centro del pueblo.
También se bañó en los tres palitos y los Barrancones, jugó descalzo al fútbol por las calles destapadas y polvorientas y vio la trilla del ganado a la luz de la luna cuando no había luz eléctrica.
Juan Gregorio Eljach Pacheco, ese colombiano con orígenes payanés, que hoy integra la terna para el cargo de procurador General de la Nación, es un patriota con valores y principios sanjuaneros.
El próximo procurador de Colombia es un sanjuanero más de esta cuna incomparable, llamada San Juan del Cesar, donde se hace de la vida una canción y es costumbre entregar el corazón. Es un hombre culto y educado con esa cimiente y estirpe raizal con olor a pueblo, levantado en la provincia y conocedor de nuestra cultura e idiosincrasia.
Un ciudadano con conocimiento y carácter para enfrentarse los retos y desafíos de su época. Su formación en derecho le permitirá desde el ministerio público tutelar los derechos fundamentales de los colombianos hasta alcanzar mejores niveles de bienestar y desarrollo humano.
Sus paisanos confiamos en su temple, su probidad y rectitud, como hasta ahora, para contribuir con su valor público a la paz total. La Representación del Ministerio público en cabeza de Juan Gregorio Eljach Pacheco, estaría dignamente asegurada, San Juan del Cesar, pueblo que lo vio crecer y formarse, junto con su experiencia como notario del Congreso, son prendas de garantía para la nación. Su larga trayectoria en el sector público desde 1995 como miembro de la comisión de ordenamiento territorial del Congreso, y su paso por doce años como secretario General del Congreso de la República son su mejor carta de presentación. Su desempeño transparente y competente con lujo de detalles dan fe, de que estamos frente a un hombre que se preparó para enfrentar una coyuntura tan crítica como desafiante para el país actual.
El país no está para improvisaciones, ni mangualas, ni componendas que comprometan los mejores y más caros intereses de la patria. Hoy se requiere de la línea dura y de un hombre bien formado para la toma de decisiones que garanticen la estabilidad institucional y la seguridad jurídica de los colombianos y a Juan Gregorio lo soportan y lo distinguen esta gama de valores y principios. Su hoja de vida intachable, con estudios de derecho en la Universidad del Cauca, con especialización en Gestión de entidades territoriales, Derecho Público, Derecho Constitucional y Parlamentario, Derecho Urbano y Máster en Gobierno Municipal en la Universidad Externado de Colombia, son muestras de su altísima capacidad académica, que, en honor al mérito, lo hacen acreedor a tan alta posición como uno de los ciudadanos mejor formados del país para tan alta dignidad nacional. Los sanjuaneros, nos sentimos muy honrados y henchidos de orgullo y amor patriótico, de que uno de nuestros hijos beneméritos y plenipotenciarios, sea elegido como procurador nacional con la voluntad de Dios.