Permítanme brindar un merecidísimo homenaje a la memoria de quien fuera un gran folclorista, un gran urumitero, un gran amigo: Campo Elías Corrales Corrales, quien se encuentra allá en el cielo, anticipándose en ese largo viaje sin retorno, y a los que quedamos en la tierra, especialmente dignificando a nuestro folclor.
Fabián Corrales Corrales se ha convertido en cantautor exitoso. Con voz grave, melodiosa, ha impuesto su ritmo y durante la década de 1993-2008 fue uno de los más solicitados en las discotiendas y conciertos en todo el país.
Es un profesional serio y exigente en el canto y en la dirección de su grupo musical. Desde joven escogió dos profesiones: la de odontólogo y de autor, la que lo ha destacado como uno de los mejores compositores de nuestra música vernácula. Hoy sigue en la cima como cantautor y como artista que más piden en las diferentes reuniones de Colombia.
Fabián Corrales junto a su primo Silvestre Dangond Corrales, son los dos grandes ídolos de su tierra natal, Urumita.
Entre los suyos es el timón, mentor, líder, guía de una familia buena, emprendedora. Se ha convertido en el eje de una empresa dueña de riqueza y de constante esfuerzo de superación. Ahí están unidos humanismo y espíritu colectivo.
Fabián Corrales, ayer y hoy. Ayer, que ha sido el compositor de moda conjugado con el presente, como artista carismático donde sus canciones son oídas y cantadas en cualquier presentación donde esté, dando lo mejor de sí, para todos sus seguidores.
Fabián Corrales en el transcurso de su vida como importante figura del folclor vallenato se ha convertido sin lugar a dudas en un inmarcesible compositor. Cómo olvidar las canciones de ayer que permanecen en el recuerdo de hoy: ‘Qué hubo linda’, ‘Orgullosa’, ‘La que te hizo el dos’, ‘Volvamos’, ‘Las bochincheras’, ‘Celos’, ‘Llegó la navidad’, ‘Decídete’, ‘Callada’, ‘La consentida’, ‘Se va la reina’, ‘Con el alma cansada’, ‘Somos los dos’, y tantas canciones que han hecho del folclor un pozo de dicha y felicidad.
Fabián Corrales, ayer y hoy. Todavía permanece en el recuerdo cuando incursionó por primera vez con ‘Chemita’. Grabaron dos producciones: ‘Somos los dos’ y ‘Para triunfar’, y este último trabajo musical parece que no le sonó a ‘Chemita’, porque entró en diferencias con Fabián y vino la separación.
‘Chemita’ quedó casi en el olvido y Fabián se unió a Juan José Granados, el hijo de Ovidio, y fue la mayor cosecha musical que se vivió por más de seis años, hicieron una llave perfecta con base en la humildad y el profesionalismo fusionaron la voz y el acordeón para deleite de la música vallenata.
Fabián Corrales ha sido un excelente amigo, sino que lo digan Indalecio Dangond Baquero, el mejor compañero que tuvo en Bogotá en su época de estudiante de odontología; el ‘Cachaco’ Rumbo Cirito López, su amigo de infancia, quien siempre le ha hecho los coros desde que se inició como artista; Campo Elías López Morón, Luis Eduardo Torres y la lista no terminaría de tantas amistades sinceras que rodean a Fabián.
Él también es un apasionado de la política conservadora y siempre ha buscado lo mejor para su pueblo, ha apoyado alcaldes que algunos le han cumplido a su comunidad y otros le han fallado.
En 1995 la Corporación de Amigos de La Guajira, que dirigí por espacio de 15 años, lo declaró con mucho honor, el ‘Compositor del Año’, con el ‘Yotojoro de oro’, entregado en la ciudad fronteriza de Maicao.
Allí se encontraba Fabián Corrales, siempre amable y afable, sencillo y con su fanaticada que lo ha seguido siempre por toda la geografía colombiana.
En fin, el Fabián Corrales de ayer y hoy, se confunde en el espacio y en el tiempo, pero siempre diferenciándose de los oropeles que da la vida.
Fabián es un humanista completo, un inmarcesible compositor que ha dado la música vallenata para gloria de nuestro folclor, un profesional muy disciplinado, amigo de sus amigos y un ídolo de su pueblo y de todos sus seguidores. Así es y así será.