“Mi padre fue mi gran amigo, mi padre fue mi amigo fiel, mi padre se jugaba conmigo y yo me jugaba con él”.
El aparte transcrito corresponde a la canción ‘Mi gran amigo’ de la autoría de Camilo Namen, incluida por Los Hermanos López con la voz de Jorge Oñate, en el LP que titularon ‘El Jardincito’ en el año 1972, ese disco y muy especialmente la parte que hemos comentado, es para mí de sublimes connotaciones, porque tuve un padre complaciente con el Nene de la casa, que se jugaba con migo y yo me jugaba con él.
Ha concluido la Santa Eucaristía a la memoria de Evaristo, mi padre, al cumplirse un aniversario más desde su partida, un caudal de recuerdos viene a mi mente, igual está potenciado mi deseo de emularlo predicando con el ejemplo, cumpliendo con los sagrados deberes, y fiel además a los mandamientos de la Ley de Dios.
Vienen a mí los gratos recuerdos de cuando nos bañábamos juntos en los aguaceros, las primas noches cuando con su Radio Sanyo de forro de cuero de Onda Larga y Corta escuchábamos en frente de mi casa las noticias de “El Reportero Caracol El primero con las últimas”, también cuando había patilla que le gustaba compartir por las noches, cuando yo desesperado le decía que la partiera, él me decía que tocaba esperar que se escuchara cuando en la propaganda de las hojillas Gillet dijera el locutor Juan Caballero con su portentosa voz “Recuerde que en el baño no las puede comprar”, era una espera larga, los minutos transcurrían lentos, cuando al fin llegaba la publicidad esperada de inmediato corríamos a la cocina a buscar el cuchillo, aquello era divertidísimo, era un momento trascendental en mi casa.
Cada día con las cosas que se ven y que se escuchan, no me queda la menor duda que Papá le quedó grande a su tiempo, es lo que se concluye sabiendo que fue nacido y mecido en hamaca en Cotoprix, y criado con rigor y disciplina en Monguí, pueblos de los que solo se tenía referencia por los cantos juglarescos de épocas pretéritas, región de vocación agrícola donde la máxima aspiración de los jóvenes y los viejos era tener un pedacito de tierra y unas vacas para sobrevivir, él fue diferente, prefirió salir a la ciudad, a hacer relaciones, a conseguir amigos y aprender a leer y a escribir, en el monte no estaba su vocación, los corrales de ganado no estaban en sus planes, el dinero no era importante en su mente, tenía hambre de conocimiento, y Dios lo premió con una mente prodigiosa y una inteligencia natural, que junto con los valores de la honestidad que le inculcó su madre antes de su temprana orfandad, fueron vitales para un periplo vital efímero, que para nosotros es el espejo que miramos para saber ante cada circunstancia qué es lo que se debe hacer.
Evaristo mi padre no tenía cultivos de pancoger, cultivaba sabiduría, no ordeñaba vacas pero de cada acontecimiento extraía experiencia y lecciones de vida, solo pudo cursar hasta tercer año elemental pero en su mente cabía Colombia entera, y se llevó en ella registros vivenciales de muchos hechos históricos de los cuales unas veces fue testigo, y otras veces protagonista, entre otras, haber sido el único alcalde de Riohacha que estando en ejercicio del cargo ha sido víctima de un atentado, fue el faro y guía para todo y para todos, abrió el camino para que mucha gente que no tenia con que pagar sus estudios lo hiciera, y mientras otros pensaban que el futuro estaba en la riqueza material, mantenía una cruzada para convencer a sus coterráneos que la única inversión segura era la educación de los hijos, por eso solía decir que el mundo se dividía en dos, entre los que estudian y los que le cumplen órdenes a los que estudian.
Aprendimos mucho del papá escogido por mi vieja y Dios para nosotros, pero se fue prematuramente, se fue con las luces intelectuales encendidas, pero los frutos de sus enseñanzas quedan, e inmortalizado porque la Institución Educativa donde reciben formación las nuevas generaciones que siguen sus pasos en el pueblo lleva su nombre, y en la ordenanza por la cual la Honorable Asamblea departamental de La Guajira creó la Universidad de La Guajira quedó para siempre su firma indeleble.
Duele reconocer que en nuestros pueblos resulta ineludible observar que nos ha quedado grande el legado de esa generación de emprendedores, de quijotes que con las uñas labraron un gran futuro, desaprovechado por quienes no han tenido el valor de sacrificarse estudiando y trabajando honradamente, pero tampoco tienen el pudor de permitir que los guíen por el camino del bien aquellos que se sacrifican, prefieren los atajos del delito, de la indelicadeza, del odio y la destrucción moral de sus semejantes, antes de dar continuidad a la línea recta trazada por sus mayores.
Padre, estás junto mamá, nuestras hermanas que ya te acompañan y toda tu gente que duermen con la esperanza de la resurrección, estás siempre presente en mi primer pensamiento del día, pero también en mis noches, en mi último pensamiento antes de cerrar mis ojos, pienso en tus luchas, en la maravillosa morada donde te encuentras, donde la muerte no existe, ante la fuente inagotable de la alegría y el amor, porque verdaderamente te seguimos amando, no lloramos por ti, lloramos ante la impiedad, ante la indolencia de la primacía de la realidad de este mundo, donde se castiga la inteligencia y se premia la indiferencia ante el dolor ajeno.
Padre acuérdese de nosotros, que a pesar de tantas cosas que pasan, seguimos con toda la energía que el corazón requiere para seguir cumpliendo tus instrucciones y haciendo cumplir tu santa voluntad.