La democracia es el mandato soberano del pueblo, constituyente primario, personificado en la ciudadanía, que toma decisiones, a través del voto popular, en disputas y concursos participativos, electorales. En democracia, las representaciones, de partidos y personas, que gobiernan y legislan, son del orden transitorio, porque todos gozamos en igualdad de derecho, participar de manera discriminatorias, en ocupar cargos, elegir y ser elegido, en libre voluntad, de quienes tiene facultades participativas, en lo concerniente a democracia.
Es un peligro para la democracia, cuando la disfrazan en apariencia, para imponer un régimen absoluto, tirano o dictatorial. También, cuando se manipula, estimula y compra al elector, para mantenerse en mandatos y poderes públicos ilimitados, cerrando espacio a muchos aspirantes, que no tienen cómo enfrentar una competencia desleal, en disputas electorales.
Todo principio tiene su fin. El socialismo y comunismo, son rastrojos de políticas antepasadas, ejercidas, en los imperios de Rusia y China, que hace rato las dejaron atrás, transformándose en imperios capitalistas, aún cuando continúan aplicando rezagos normativos limitantes, aplicables en asuntos internos. Cuba y Corea del Norte, todavía conservan, un comunismo radical, limitante de libertad de sus ciudadanos, sobre todo opinión y prohibición de salir del territorio nacional al exterior. Le siguen Nicaragua y Venezuela, que no despiertan del sueño romántico alusivo al socialismo.
¿De qué le ha servido a Venezuela, el socialismo? ¿Qué ganó la nación o República Bolivariana, con las expropiaciones de industrias, servicios y comercios; generadores de negocios, rentas y mano de obra o servicios laborales? La emigración de por lo menos siete millones de conciudadanos, que deambulan por el mundo, huyendo de la precaria situación que se vive al interior de Venezuela, refugiándose en otras naciones de América Latina, Estados Unidos y Europa; algunos, delinquiendo, otros reciclando basura y profesionales venezolanos, laborando en servicios generales, domésticos, choferes y actividades informales etc.
No se concibe que Venezuela, siendo la nación más rica de Latinoamérica, esté viviendo una crítica situación, originada en políticas negativas, que afecta la estabilidad y desarrollo, institucional, requiriendo de un cambio de Gobierno, para que los EE.UU y la Unión Europea, levanten las sanciones impuestas, garantizando confianza, para abrir paso a la inversión y a la reactivación de la economía, con explotaciones de hidrocarburos y minerales.
El ambiente popular que se perfila y la campaña política para la Presidencia, es positiva para el candidato de la oposición, Edmundo Gonzales Urrutia, impulsada por la líder y directora de campañas para renovar el Gobierno de Venezuela, María Corina Machado, materializando la unidad, de la mayoría de partidos y organizaciones políticas, que avalarían, la derrota del presidente Nicolás Maduro Moros, reivindicando el retorno de emigrantes venezolanos, implementar un Estado capitalista, transformado el socialista que impera desde hace 20 años por obra y gracia de expresidente Hugo Chávez Frías.
Muchos chavistas se cansaron del socialismo, por ser una ideología improductiva, pasada de moda, que de nada sirve perdurar en ella. Algunos se declaran popularmente manifiestos a no votar por la nueva reelección del presidente Nicolás Maduro. Otros están indecisos, pero en el fondo quieren cambios y no dejan de aprovechar, regalos y ofertas, que extiende el Gobierno para amasar popularidad, que la tiene escasa, generando enojos con alcaldes y otras autoridades, por las pocas participaciones de ciudadanos electores.
El 70% de los venezolanos están dispuestos a concurrir con el deber civil de sufragar, votando por candidatos aspirantes a la Presidencia.
Las expectativas por conocer los resultados de la elección a la Presidencia de Venezuela, se originan de manera interna y externa. Existen dudas en los manejos y controles, poselectorales. Si omiten la participación de observadores, de organizaciones nacionales e internacionales, que garanticen confianza y eviten manipulaciones y fraudes en escrutinios que determinan al ganador, habrá incertidumbre. Dios quiera que todo marche en normalidad, que no incurran en violencia, aún cuando no han faltado algunos incidentes, provocaciones y persecuciones de activistas que apoyan al candidato Edmundo Gonzales.
Existen acosos contra líderes, que apoyan y aportan, contribuciones y atenciones, al candidato de la oposición. También le cierran vías para torpedear la campaña. Brindarle alojamiento o proporcionarle un vehículo de transporte a María Corina y al candidato Edmundo Gonzales, genera allanamiento y encarcelamiento.
El presidente Nicolás Maduro, cuenta con el respaldo de los militares, policías, Guardia Nacional, organizaciones guerrilleras y bandas paramilitares o delincuenciales, que preocupan a la ciudadanía, por supuestas intervenciones en la disputa electoral, por la Presidencia y en transición de mandato.
En distintas encuestas, el candidato de la oposición Edmundo Gonzales, aventaja al presidente Nicolás Maduros, pero falta ver que quieran ceder el poder y no terminen auto eligiéndose para seguir gobernando de mal en peor.
Los venezolanos no quieren continuar con el cascarón de socialismo, que únicamente beneficia a distinguidos grupos de políticos que arruinan la nación, sin embargo, se enriquecen a costa de corrupción, con extracciones y negocios turbios.
Ahora o nunca, es la oportunidad de cambiar el sistema de Gobierno venezolano. De la concurrencia de voluntades conciudadanas, depende la suerte de Venezuela.