Cuando el Festival Cuna de Acordeones arriba este año a sus cuarenta y seis años, la historia del mismo Festival, de sus directivos en tantas versiones, han tratado o han olvidado a la mujer que le puso todo el empeño, el esfuerzo, la dedicación, la verraquera y el talismán de la buena suerte para que Villanueva estuviera bien representada en la música vallenata y se consolide hoy como la capital folclórica de La Guajira y su Festival, el segundo en su género, después del Festival Vallenato, esa mujer fue doña Gloria Socarrás de Maestre, madre de una de las dinastías de nuestra música: de Orangel o ‘Pangue’, de Gabriel o ‘Chiche’, de Jaine, de Saila y esposo de otro grande del folclor: ‘Milo’ Maestre, quién dejó un gran legado musical.
Así como existió la heroína del Festival Vallenato, Consuelo Araujo Noguera o la ‘Cacica’ en Valledupar, de igual manera en Villanueva Cuna de los Acordeones existe esa otra heroína que hizo y ha hecho historia por su Festival, por la dinastía y por Villanueva, surge la pregunta ¿A quién atribuirle la paternidad de una iniciativa tan exitosa, que año tras año atrae la atención de los colombianos? ¿Fue doña Gloria Socarrás? ¿Fue ‘Luchito’ Celedón? ¿Fueron los hermanos Sierra Rodríguez? ¿Fue Mercy Fernández? ¿Fue Román Gómez Ovalle? ¿Fue ‘el Papi’ Díaz? Fue, sin lugar a dudas, de un grupo de jóvenes emprendedores de la cultura villanuevera y, por ende, de la cultura vallenata.
Solo sé que hablando con la propia doña Gloria Socarrás de Maestre, (q.e.p.d.), en su residencia, me contó cómo comenzó todo, de su propia voz y de acuerdo a todo lo narrado, ella al principio se constituyó en la pieza clave de la organización, no ocupó ningún cargo en la primera junta, pero es que ella misma hacía el papel de todos. Todo sucedió en el año 1979, a finales de agosto; llegaron a la residencia de doña Gloria, ‘el Papi’ Díaz , los hermanos: ‘Tilo’, Dairo, y el ‘Negro’ Sierra, se realizó la primera reunión a eso de las cuatro de la tarde, participaron, también en ella Farides Socarrás, Yanine Amaya, ‘Beto’ y Jesús Lola, ‘Lucho’ Celedón, Raúl González, Enalba Rosado, Mercy Fernández, Saine Zúñiga, Julio de La Rosa e Insignares, Augusto José Ramírez, la ‘Chola’ y Marina Salinas, Saila Maestre, Jesualdo Bolaño, Javier Romero, Arnoldo López, Numidia Pareja, ‘Lucho’ Suárez y Rafael Reines, que colaboraba con su vehículo para las reuniones y se comenzaron a trazar objetivos de lo que querían, a darle un nombre al festival y fue así como se le dio el nombre de ‘Festival De las Piedras’.
Una vez con el nombre a cuestas ‘Festival de las Piedras’ se fue una comisión encabezada por doña Gloria Socarrás, donde el alcalde municipal, que era en ese entonces Gonzalo Lacouture Lacouture y la secretaria del burgomaestre, Amalia Mazeneth Cabello; cuando les hablaron de la colaboración, Amalia manifestó, en nombre del alcalde, que daban la colaboración, pero si le cambiaban el nombre al festival; de ahí salieron para Valledupar, en compañía de Julio de La Rosa, que prestaba la colaboración del transporte a la ‘Voz del Cañahuate’, a promocionar el ‘Festival de Las Piedras’, como en efecto se hizo. Ahí en dicha emisora, doña Gloria Socarrás le compuso unas coplas al Festival, que fueron cantadas por su hija Saila y con el acordeón de su hermano ‘Chiche’ y de ‘Bolañitos’ y en la guacharaca Jaine Maestre Socarrás; una vez regresaron a Villanueva, se les acercó a la residencia de doña Gloria, la señora Belisa Daza, a protestar por el nombre escogido y que no era conveniente para Villanueva.
Ante todos los acontecimientos de lo del alcalde Municipal, de Belisa y de otras personas que no estaban de acuerdo con el nombre, se convocó a una nueva reunión en la residencia de doña Gloria Socarrás y allí participó el Representante a la Cámara de la época, Román Gómez Ovalle, y el abogado, ya desaparecido, José Pareja Ariza; el dirigente político fue enfático en que se le cambiara el nombre por otro y fue así como en plena discusión, Farides Socarrás expresó al aire que por qué no, ‘Cuna de Acordeones’, el cual fue escogido por unanimidad, después de dos intensas reuniones en la residencia de doña Gloria Socarrás donde nació el histórico ‘Cuna de Acordeones’.
Después de estos acontecimientos, una comisión, en cabeza de doña Gloria Socarrás, viajó a Valledupar, en compañía de Julio de la Rosa, a la ‘Voz del Cañahuate’, a informarle a la comunidad el por qué del cambio de nombre; luego vino la organización del primer festival ‘Cuna de Acordeones’, en una maratónica odisea y lo más difícil, sin recursos. Se eligió la primera Junta del Festival, quedando Luis Celedón Millian, como presidente, mientras la residencia de doña Gloria Socarrás seguía funcionando como sede del ‘Cuna de Acordeones’.