Colombia goza de surgimiento en el fútbol de un número ilimitados de jugadores que por su calidad están generando ofertas de adquisiciones internacionales, valorando las buenas condiciones deportivas y personales de jóvenes dedicados con amor y vocación a dar lo mejor en el juego, repercutiendo intencionalmente de manera ejemplar en los infantes admiradores, fanáticos y seguidores de sus líderes, o fanes del fútbol nacional que se destacan.
Da gusto observar con esperanzas los muchachos entusiasmados de escuelas que quieren estar a la altura de los grandes, apoyados por instructores de escuelas, donde se forman para salir al ruedo y jugarse el futuro en una competencia que no dejan de prevalecer en oportunidad y suerte.
La selección Colombia pasa por su mejor momento con sus jugadores que la integran y conforman. A pesar de que el 85% de los jugadores de la selección se desempeñan en equipo del exterior, han sabido acoplarse en el manejo del esférico, en buen entendimiento, de engranaje para efecto de lograr resultados positivos.
El último técnico de la selección, el argentino Néstor Lorenzo, ha manejado una excelente relación de percepción y comunicación afectiva con sus pupilos, direccionándoles estrategias, mostrándoles prevenciones, orientación y caminos alternativos, que garanticen efectividad. Con mucha fe estaremos dentro de los tres mejores del continente americano, en el torneo internacional de la Copa América que se lleva a cabo en Estados Unidos, con participación de 16 equipos de Sur, Centro y Norteamérica.
Colombia no tenía un buen nivel de jugadores de fútbol por falta de apoyos de aquellos que habitan en barrios pobres y humildes de municipios de última categoría en total abandono, de donde se han esmerado y destacado futbolistas de calidad que iniciaron pateando las pelotas con pie descalzos, camisetas y pantalonetas en mal estado, deterioradas y rotas, irremplazables por ser lo único que tenían para jugar.
En Colombia tenemos en anonimato o por falta de oportunidad, una cantidad de jóvenes con ilusiones y talentos deportivos para surgir, pero se requiere que el Ministerio del Deporte mancomunadamente con las administraciones municipales y empresas privadas, promuevan y patrocinen escuelas, canchas y campeonatos, en localidades municipales y comunidades rurales.
El deporte, arte y la cultura son fuentes de gran utilidad para la sociedad, con prácticas constantes y disciplinadas, alejando por un lado a jóvenes de la tentación de caer en el bajo mundo de miseria, drogadicción, alcoholismo y delincuencia; impulsando por otro lado, el crecimiento de valores, morales y económicos, que puedan lograr con participación deportiva en competencias, generadoras de éxitos y prosperidad personal, que retribuye en favor y beneficios a la territorialidad.
Las prácticas del fútbol en Colombia se inició desde 1892, traída por el director de la escuela militar, coronel estadounidense, Henry Rown Lemly, quien lo instituyó y estableció el reglamento, pero desde hace 80 años, comenzaron a conformase equipos en capitales de algunos departamentos y a partir de 1948 se llevó a cabo el primer campeonato de fútbol profesional con la participación de 10 equipos, coronándose primer campeón sin estrella, Bucaramanga, que coincidencialmente en el presente año (2024), quedó campeón, ganando la primera estrella después de 75 años de lucha, siendo el último en obtenerla entre 14 clubes de equipos tradicionales. Hoy en día tenemos 20 equipos categoría A, 14 en la categoría B y otras cantidades en las categorías C y D, etc.
Entre variados antecedentes históricos de fútbol colombiano, se resalta financiaciones y patrocinios de algunos equipos de fútbol, a cargo de los carteles de las drogas, sobre todos los de Antioquia, Valle del Cauca y Bogotá. En aquel entonces, la selección Colombia con el técnico Francisco Maturana, derrotó de visitante en eliminatoria del mundial a selección de Argentina, subiéndole los humos a los capos de los carteles de Medellín, Cali, Norte y Costa Atlántica que tenían el mayor aporte de jugadores, adueñados de la selección, exaltados de emoción triunfalista para terminar eliminada en el mundial de Estados Unidos, originando el asesinato de uno de sus jugadores, Andrés Escobar, en la ciudad de la eterna primavera, Medellín, por causa de intolerancia y atribuciones mal intencionadas, originada por error involuntario del difunto jugador, al que reclamaban y ofendían con posterioridad a la copa mundo, pero incidió negativamente en el fútbol colombiano, evolucionando hasta hora en ascenso progresivamente, después de resultar eliminada para el mundial en Qatar.
Más de un centenar de jugadores colombianos se han exportado para naciones de América Latina, Estado Unidos y los continentes de Europa y Asia, con categoría profesional y de segunda. Antes los equipos colombianos importaban extranjeros de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Perú, etc. Para incrementar ingresos de taquillas, invitando a fanáticos asistir al estadio, apoyando a su equipo. Ahora se han invertido las vueltas, demostrando que la selección Colombia está en ascenso, con florecimiento glorioso, estabilizando confianza y apoyo a sus hinchas compatriotas.
Pero no solo los hombres están creciendo en el desarrollo futbolístico, las mujeres también están sacando la cara por nuestra nación, posesionándose en los primeros lugares en competencias internacionales, contratadas por equipos europeo, no obstante estar principiando en modalidad de género competitivo en el deporte futbolero femenino.
La Guajira también participa y ha participado con nativos, participando en Copa Mundial, dos destacados delanteros, Arnoldo Iguarán Zúñiga y Luis Díaz Marulanda. También tiene un portero suplente, Álvaro Montero. Las escuelas de fútbol tienen semilleros promocional de jugadores, para continuar con ritmo de calidad y garantizar futuros triunfos.