“Alla en Fonseca donde brilla la luna, entre cardón y tunas suena un acordeón”.
El aparte transcrito corresponde a ‘Fonseca’ de la autoría de ‘Chema’ Gómez canción emblemática, incluida por Los Hermanos Zuleta en el LP titulado ‘Río Seco’ que tuvo su lanzamiento comercial en 1974, es de esas canciones que, por letra, melodía y su interpretación tienen vocación de permanencia en el gusto popular.
Recordamos esa canción, a propósito de la honrosa designación como jurado para la final del concurso de la Canción Inédita que se me hizo por la Gerencia colegiada organizadora de la versión 47 del Festival del Retorno en Fonseca, pueblo donde tengo grandes amigos y del cual tengo gratos recuerdos, valoro grandemente que los colegiados Luis Darío García, Víctor Peñaranda y David Hernández se hayan acordado de este cuerpecito, porque nunca he lagarteado para que me coloquen de jurado de nada, a los caballeros que me postularon y seleccionaron para esa misión que disfruté a plenitud, a ellos los conocí cuando llegué al escenario, para encontrarnos por teléfono me dijeran el color de la camisa y yo también, ellos no me conocían, pero si mi trabajo silencioso en la defensa de la música vallenata tradicional.
La verdad fue una experiencia maravillosa, me correspondió compartir esa gran responsabilidad con dos personajes de fe y verdad, Alirio Arciniegas y José Peñaranda, prendas de garantía para una decisión ajustada a lo que se estaba presentando en tarima, se transmitió de principio a fin a los presentes espectadores y concursante la seguridad de que el tema estaba en manos responsables, entre otras cosas, porque en mi caso no conocía ni a los compositores, ni a los intérpretes, mucho menos a la fanaticada que había detrás de cada competidor, eso me dejó las manos libres y la mente tranquila para con la ayuda de Dios emitir un veredicto ajustado a la primacía de la realidad, y no producto de los afectos o de presiones indebidas.
Lo que escuché durante aquella noche fonsequera me permitió regresar a mi casa con la seguridad de que la crisis de canciones buenas en los festivales de la que muchos hablan no es cierta, conocí siete de más de cincuenta que fueron inscritas para concursar y todas merecían el primer lugar, tenían letra excelente, melodías cautivadoras y acertaron en su interpretación, fue una competencia pareja, y sigo pensando que así lo vio también el público, que con las debidas medidas de bioseguridad, control de aforo y distanciamiento se hizo presente en el lugar.
Las finalistas fueron Oración al cielo, Eres todo, Luis Pitre la Leyenda, Un buen fonsequero, Gracias por contarme, En medio de un sueño y Brisas del Ranchería, y sucedió lo impensable, muy a pesar de que los jurados nunca intercambiamos conceptos respecto de los puntajes a signar, se produjo un empate en el primer lugar entre ‘Gracias por contarme’ de Nelson Camargo y ‘Brisas del Ranchería’ de Eduardo Aragón, un paseo y un merengue, respectivamente, del empate nos enteramos por la gritería de la gente, porque los puntajes los anunciaba cada jurado de viva voz por altoparlantes, ellos si iban llevando la cuenta, nosotros no, porque el formulario de calificación lo iban recogiendo después de cantar el puntaje, lo impensable sucedió después, porque se ordenó que subieran al escenario nuevamente para interpretar las dos canciones para el desempate, prácticamente para ver quien se equivocaba porque era casi imposible decidir cuál era mejor, así fue, subieron las cantaron y calificamos nuevamente, sin recordar ninguno de nosotros que puntajes les habíamos asignado a ellos inicialmente, en la letra, en la melodía, y en la interpretación, se hizo la calificación respectiva, cuando el público estallo en risa y gritos, yo no entendía lo que pasaba, solo supe cuando gritaban casi en coro, “empate otra vez, empate otra vez!!!.
Sin saberlo volvimos a coincidir en los puntajes asignados, ahí se armó la controversia, algunos pedían que se volvieran a cantar, otros, que se lanzara la moneda al aire, otros que se pusieran de acuerdo los dos autores y compartieran el premio, en fin por sugerencia del público, el desempate se hizo mediante una balota, cada uno escogió un color y así resultó ganador el paseo titulado ‘Gracias por contarme’, un canto espectacular, que si lo graban, igual que las demás, será exitoso.
Algo mas para destacar, fue la presencia de voces femeninas y de niños en la presentación de las canciones sometidas a nuestro escrutinio, se escuchaban bellísimas, era algo perfecto que ojalá los hayan grabado, otra cosa, es el tema de los autores, hay material para rato, ninguno de ellos es famoso, al único que conozco es a Alcides Manjarrez que se presentó con una gran canción que tituló ‘En medio de un sueño’, la cual no quedó en el pódium, porque solo podían ser tres, el tercer lugar fue una puya titulada ‘Luis Pitre la leyenda’, es decir, que las tres ganadoras fueron un paseo, un merengue y una puya.
La tapa de la cajeta, fue que los ganadores recibieron su premio en sobre cerrado y lacrado en frente del público, de manera inmediata, a estos no los pusieron, como La Pule al Viejo Emiliano ‘De oficina en oficina’ como suele suceder en estos tiempos, así debe ser aunque lo critiquen los pretenciosos que prefieren cosas light, y virtual, el canto virtual, el jurado virtual, el premio virtual, pero no es virtual el billete para pagar costosos conciertos a veces a artistas extranjeros que en Colombia no gastan ni la suela de los zapatos, porque siempre encuentran un adulador criollo que los lleva cargados a donde quieran; en Fonseca cada triunfador se fue con la platica bajo el sobaco como debe ser, y la seguridad de que se hizo justicia..
No hay duda que es en Fonseca donde brilla la luna.