Este año elegiremos Congreso en marzo y Presidente en mayo o junio. El socialismo camina como plaga invasora por Suramérica y quiere llegar a Colombia, al lado de quien lo reprodujo: Venezuela.
Siempre he dicho que el socialismo sería bueno si realmente la gente viviera mejor, pero no, es el modelo político perfecto que mejor se acomoda a los izquierdistas ambiciosos de poder y dinero, que no respetan derechos y libertades ya costa de la tiranía someten a su pueblo y se sirven del Estado para su beneficio personal, se lo roban literalmente. La cúpula política del comunismo en el poder se enriquece gracias al modelo absolutista que impone mientras el pueblo sufre y se arruina.
La otrora prospera Venezuela, hoy saqueada y devastada por el modelo socialista del castro-chavismo, es el ejemplo de lo que no debe pasar en Colombia. Un triunfo de la izquierda acabaría de golpe con nuestra democracia y, lo peor, nos sometería al oprobio, la miseria y muerte que trae consigo el socialismo, como le pasó a nuestra vecina al copiar el modelo cubano. Lo más grave para una sociedad libre y estable -política y económicamente -es pasar del modelo económico de libre empresa que genera riqueza y bienestar a uno intervenido y controlado por el estado que acaba la riqueza y frena el desarrollo del país.
Es el capital que circula en una economía de libre mercado, en un sistema democrático que les genera confianza a los inversionistas, el que produce riqueza. Los inversionistas privados ponen su dinero en la creación de empresas que dan empleo y, con ello, bienestar social, contribuyendo al crecimiento económico y desarrollo del país y, el gobierno con los tributos que pagan, financia el presupuesto público que luego redistribuye a través de planes sociales dirigidos a las clases más vulnerables.
Ciertamente hay pobreza en un sistema capitalista, es inevitable por la dinámica de las relaciones económicas que surgen, pero los gobiernos la reducen a través de políticas públicas sociales, mientras en el modelo socialista la miseria se incrementa. Venezuela pasó de tener una clase media con mayor ingreso per cápita a tener uno de los índices de miseria más altos de su población desde quela gobierna el castrochavismo.
Una vez se instaló en el poder el socialismo las empresas automotrices que tenían factorías allí, la Ford, Chevrolet, Chrysler se fueron de Venezuela, y muchas más; la industria petrolera cayó drásticamente su producción las últimas décadas impactando negativamente el flujo de caja por ventas del crudo, deteriorando el ingreso de la población y afectando, en general, la economía del país.
El socialismo es miseria para el pueblo y riqueza para sus líderes, miren a María Gabriela, hija mayor de Chávez, nunca ha trabajado y es una de las mujeres más ricas del mundo al lado del fallecido Fidel, al lado de su hermano Raúl Castro, Evo Morales, los Kirchner en Argentina, todos izquierdistas millonarios a costa del poder que tuvieron y utilizaron para su beneficio propio.
El modelo comunista es expropiador de capital, es decir te quita lo que tienes pero no para dárselo a los pobres -mentiras- sino para el gobierno aumentar su poder, control y sometimiento sobre el pueblo que gobierna. Te hace cada vez más pobre quitándote lo tuyo para que tengas que depender del sistema y después te reparte las migajas, aprovechándose de tu necesidad para perpetuarse en el poder.
El Estado no genera puestos de trabajo sino burocracia y sin empresas privadas que generen empleo, ¿cómo sobrevive la gente sin trabajo y sin ingreso? Cuando el socialismo llega al poder la primera afectada es la economía, la bolsa de capitales se desploma, caso Chile, los inversionistas huyen despavoridos porque saben que sus inversiones se ven amenazadas ante el cambio de reglas que impondrá el nuevo gobierno, es decir pierden la confianza. Y sabiendo y viendo todo esto el pueblo colombiano, ¿será que se va a lanzar al vacío votando por Petro?, no creo.
Ya la gente está percibiendo los buenos resultados de la gestión social y económica de este gobierno, a pesar de la pandemia que le ha tocado afrontar, y eso hará cambiar la intención de voto, así que Petro no cantes victoria, el pueblo no es bobo y sabe que el socialismo no es la mejor opción política para nuestro país; que vivimos en democracia y esta nos garantiza no tener que emigrar a otro país, que somos libres, y que entendemos bien que la libertad es el primer derecho que nos quita el comunismo.
Confió en que el pueblo será inteligente y saldrá a votar masivamente contra los valores antidemocráticos que representa el líder de la izquierda y elegirá la libertad y la democracia.
¡Dios salve a Colombia!