Inicio esta columna con las palabras que quedaron esculpidas en la memoria de la opinión pública nacional en el año de 1999 por el inmolado exgobernador de Antioquia, Gilberto Echeverri Mejía, que manifestó durante una conferencia en la sede del politécnico colombiano Jaime Isaza Cadavid, en el municipio de Rionegro: “el principal problema de Colombia no es la guerrilla. Es una bomba de tiempo, que amenaza con estallar en Medellín, Cali, Bogotá y Barranquilla, conformada por una gran masa de jóvenes que nunca han tenido oportunidades educativas, ni de empleo, ni de integración social. Ellos saldrán de sus barrios y comunas, avanzando hacia los centros comerciales, almacenes de cadenas y grandes negocios, rebatando lo que nadie les ha ofrecido. Por tanto, dirigentes políticos, gobernantes, empresarios y líderes sociales si no se resuelven estas inquietudes y carencias estructurales, este es el futuro que nos espera”.
Palabras más que proféticas, de quien fuera unos de los grandes dirigentes del país. Hoy estamos viviendo ese caos que se ha formado a lo largo y ancho del país con un paro que lleva 25 días y que ha generado pérdidas billonarias en los sectores productivos del país. Una parte de Colombia que estaba dormida y que buscaba un detonador como en la época de la independencia, cuando por un florero, el de Llorente, se generó la mayor revolución contra los españoles. Acá el Llorente ha sido el exministro de Hacienda Alberto Carrasquilla quien puso ese detonador con una malograda reforma tributaria que no era el tiempo indicado ni en los términos señalados. Ese detonador ha generado el mayor caos social y económico en los últimos veinte años de la historia de Colombia.
Pero mis queridos lectores la juventud que ha sido la carne de cañón de este paro nacional ha tenido una alta manipulación por el mal manejo de la información no verificada por las redes sociales. Y permítanme expresarles que en el gobierno de Iván Duque con el candidato perdedor como lo es Gustavo Petro, quien prometió después de ser derrotado que no dejaría tranquilo a Duque en sus cuatro años y con protestas donde él supuestamente es el mayor atizador de los jóvenes en Colombia, con el fin de lograr sus propósitos electorales, como lo es la presidencia de Colombia y a fe que lo ha venido logrando porque en sus cuentas de redes sociales mal informa con noticias falsas, hechos como si fueran verdaderos y la juventud le cree no solo a él, sino a otros atizadores de la izquierda que mal informan día a día de lo que está haciendo el gobierno y que nada es para bien y ellos los jóvenes les creen.
Esto conlleva a la polarización en todas las esferas a nivel nacional producto de esta manipulación constante que el señor Petro y la izquierda atizan en los diarios acontecimientos de todo de lo que sale del gobierno como si fuera el mismo diablo encarnizado y Petro y sus seguidores los angelitos de la Santísima Virgen. Donde los que generan empleo son los malos, es decir los empresarios y los vagos y vándalos son los héroes de este paro nacional.
Los jóvenes que han estado enardecidos y manejados casi como zombies, se han dejado influenciar por estos mal llamados liderazgos que en la mayoría de los casos no tienen ningún tipo de preparación académica.