El fin de semana pasado se efectuaron en la ciudad de Barranquilla los actos culminantes y emblemáticos del Carnaval, que sigue siendo uno de los eventos más importantes y majestuosos de la cultura y tradición colombiana.
Este año no quise ver los toros desde la barrera, sino meterme al ruedo y puedo dar fe de que el Carnaval de Barranquilla no ha bajado una línea. Allí se encuentra uno con gente de todas partes del país y de muchos otros países que llegan exclusivamente a disfrutarse esa fiesta tan impresionante.
Hoy quiero referirme a un espectáculo de los tantos que se hacen en el Carnaval, y es el Festival de Orquestas o Congo de Oro, otrora un evento que concitaba la atención de buena parte de la música colombiana. Yo recuerdo que en mi juventud previo al Carnaval había un ambiente de mucha expectativa para saber qué agrupaciones de los distintos géneros competirían por el Congo de Oro y muchos nos trasnochábamos escuchando las transmisiones de algunas emisoras para saber quiénes se habían alzado con el galardón.
Al día siguiente la noticia en todos los medios masivos de comunicación local y nacional era sobre los artistas que habían ganado el Congo de Oro, se armaba la controversia sobre si el público estaba de acuerdo con el veredicto del jurado, los seguidores de un artista sacaban pecho por obtener el Congo de Oro y se lo enrostraban a los fanáticos de los otros artistas. En fin, el Festival de Orquesta era uno de los eventos que dentro del Carnaval de Barranquilla tenía una importancia descomunal.
El viernes pasado que llegué a Barranquilla le dije a mi pareja, organicemos y definamos a qué eventos vamos a asistir y entre ellos yo puse tres inamovibles y eran en un comienzo: La Batalla de Flores, La Gran Parada y El Festival de Orquestas. Ustedes saben que yo respiro vallenato, luego cuando pensé en el Festival de Orquestas, en lo que realmente estaba pensando era en poder escuchar en vivo a los mejores artistas vallenatos del momento, por ello de inmediato busqué la lista de los inscritos y me llevé una gran decepción,pues no aparecían ni en las curvas nuestros músicos vallenatos, ni los de la vieja guardia, y mucho menos los de moda.
Ahí es donde uno se pregunta qué pasó con este ítem del Carnaval, porque lo dejaron morir, Las grandes orquestas y agrupaciones de todos los géneros en Colombia daban lo que fuera por llevarse un Congo de Oro, Diomedes Diaz, El Binomio de Oro, Los Hermanos Zuleta, Jorge Oñate, Los Betos y en general lo más granado de nuestra música llegaron a competir y a levantar orgullosos ese trofeo.
Como ustedes entenderán saqué de mi lista de eventos el Festival de Orquestas y busqué un evento privado donde estaban nuestros músicos, que los hay por montones, pero no quiero dejar pasar esta oportunidad para decirles a los organizadores del Carnaval de Barranquilla que no es tarde para rescatar esa parte de nuestro patrimonio cultural y que si se le vuelve a dar importancia y se pagan buenos premios regresarán nuestros grandes artistas a participar en el Carnaval de Barranquilla por El Congo de Oro.
Colofón: El 24 de febrero se conmemoró en El Hatico, La Guajira, el centenario del natalicio del Rey Vallenato (1973) Luis Enrique Martínez Argote, a quien se conoció en la música colombiana como ‘El Pollo Vallenato’ y es reconocido como el acordeonero que dejó el más importante legado musical y el padre de la escuela clásica del acordeón vallenato.