Estando cerca de la Semana Santa, en donde se rememoran las enseñanzas libertarias de Jesús de Nazaret de hace 2.000 años, con su vida, pasión, muerte y resurrección, que le ha dado a la humanidad extraordinarios ejemplos que los seres humanos aún no han sabido asimilar, especialmente cuando se busca o se tiene el poder político; porque doctrinas totalitarias e inescrupulosas como el marxismo leninismo han engañado a varios pueblos del mundo desde hace décadas, usando diferentes remoquetes, debido a lo cual, el cristianismo es antagónico al comunismo, similar a cuando Dios en el huerto del Edén, ante la maldad de la serpiente que representaba al diablo y que engañó a Eva, le dice a la serpiente: “ Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya”, Génesis 3:15.
Jesucristo antes de la crucifixión le dijo a sus discípulos: “No hablaré mucho más con vosotros; porque viene el príncipe (gobernante) de este mundo, y el no tiene nada en mí” (San Juan 14:30). También el apóstol San Pablo en 2 Corintios 4:4, afirma: “ En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios”.
Por consiguiente, ante la maldad comunista que le ha hecho tanto daño a la humanidad por los millones de crímenes que ha cometido durante su tenebrosa existencia, además de que es la responsable de la propagación por el mundo del Covid-19, cuya culpa la tiene el Partido Comunista chino al no haber dado una alerta temprana, se demuestra el carácter satánico del marxismo con sus diferentes etiquetas, al que nunca le ha interesado la vida de las personas, sino el poder, igual a la descripción que hace el evangelio de San Juan que antes mencionamos, en donde Satanás como gobernante de las tinieblas y dueño de la perversidad, tiene sus legiones oscurantistas con regímenes y partidos políticos marxistas que muchas veces se mimetizan.
También hay que hacer mención al evangelio de San Lucas en el capítulo cuarto, acerca de la tentación de Jesús, en donde narra el evangelio: “y le llevó el diablo a un alto monte y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: ‘A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiera la doy. Si tu postrado me adorares, todos serán tuyos”. Respondiendo Jesús, le dijo. “Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás”. Indudablemente que el diablo le ofreció a Jesús todo el poder político de las naciones, pero el Maestro lo rechazó, lo que desde ese entonces enmarca al cristianismo como una doctrina libertaria, que jamás busca oprimir a los demás, así haya cometido errores en dos milenios de existencia; aunque al pasaje bíblico algunos lo tomen como una metáfora.