Por Hernán Baquero Bracho
El título de esta columna, ha sido de los temas que se han tratado dentro de la agenda académica, en los últimos Congresos Nacionales de Minería, que se han llevado a cabo en Cartagena. La reputación del sector minero en Colombia, en los últimos 5 años, se ha visto afectada por varios factores, dentro de los cuales sobresalen, el deterioro del medio ambiente que causa la minería, lo que ha conllevado a enfrentamientos en las comunidades donde operan las empresas mineras, en especial las consultas previas y las consultas populares, donde ciertos líderes y medios de comunicaciones regionales y nacionales, lo expresan tajantemente: “agua o minería”.
Como lo expresa el exministro de Minas, Amylkar Acosta: “No hay actividad humana que no tenga un impacto económico, social y ambiental y la actividad minera no es la excepción. De lo que se trata, entonces, es que se minimice dicho impacto, se mitigue y se repare, cuando hay lugar a ello. Y eso es posible con la minería bien hecha, esto es que no sea depredadora del medio ambiente y se impongan las buenas prácticas operacionales…”
Este tema ha sido manejado por directores de importantes medios de comunicación como Alejandro Santos, director de Revista Semana; Carlos Rodríguez, director Revista Dinero; y Juan Roberto Vargas, director Noticias Caracol.
Alejandro Santos ha expuesto unos planteamientos que incidirían en mejorar la reputación del sector minero en Colombia. Para él se deben poner en práctica 7 factores: Economía Política, Ideológico, Territorial, Emocional, Santanderista, Ilegalidad y Ambiental.
Carlos Sánchez, incisivo con esta pregunta ¿Colombia quiere ser un país minero? Hace 8 años la minería era la gran locomotora, pero la ley de regalías terminó golpeando a las regiones productoras y por ende a los gobernadores y alcaldes, dejándolos sin aire para mostrar obras sociales en sus regiones. Siendo que el tema de regalías es delicado como opera, o se la roban o no las invierten, o las congelan, cuando todo el tema lo maneja el Gobierno. Y de ahí el lema hoy: agua o minería.
Juan Roberto Vargas hace esta reflexión: que el mensajero no es el culpable. Las empresas de minería, ven a los medios de comunicación como los culpables. Creen que todo lo soluciona la plata, especialmente con las comunidades. Las ineficiencias del Estado en algunas regiones, las comunidades desean que las cubra la empresa privada.
El sector minero no es el culpable de que se estén envenenando los ríos. Son los grupos criminales y políticos de esas zonas que necesitan de esos criminales para conservar sus votos.