El sábado 15 de febrero pasado se cumplieron cincuenta y nueve años de haber fallecido en Patio Cemento (Santander) el sacerdote-sociólogo José Camilo Torres Restrepo. Su proyecto político del Amor Eficaz desde un cristianismo comprometido con los menos favorecidos, se va construyendo a partir de formarse como presbítero y sociólogo en Bélgica en el contexto de la teología de la liberación, su tránsito por la capellanía de la Universidad Nacional, ser cofundador con Orlando Fals Borda de la carrera de Sociología en Colombia y de la acción comunal, la creación del Movimiento Universitario para la Promoción Comunal (Muniproc), decano de la Escuela Superior de Administración Pública (Esap), miembro de la Junta Directiva del Instituto Colombiano de Reforma Agraria (Incora), promotor del Frente Unido y haberse vinculado por cuatro meses al Ejército de Liberación Nacional – ELN. (Consultar en camilovive.com)
La propuesta sociopolítica del padre Camilo Torres que se truncó, en principio, con su muerte el 15 de febrero de 1966, partía de reconocer las difíciles condiciones del pueblo colombiano en la mitad del pacto bipartidista del Frente Nacional para superar la violencia desatada en Colombia desde 1948.
Ante la dramática situación real del país, el ideólogo Camilo Torres crea en 1965 el Frente Unido del Pueblo. Lo definió como ‘movimiento pluralista para la toma del poder’ que hiciera posible, viable y factible un país como Colombia que “trabajara por la dignidad de los pueblos hoy dominados y explotados y contra el intervencionismo norteamericano, que desarrollara una ciencia propia, nacionalizara las empresas del Estado, con educación pública gratuita, autonomía universitaria, una reforma agraria y urbana, planeación con acción participativa y comunal, formas de organización cooperativas, y la participación de obreros en las empresas” a través de ‘un sistema orientado por el amor al prójimo’.
No hay la menor duda que la población objeto del amor eficaz está definida por quienes encarnan ser destinatarios de sus once mensajes que publicó en el semanario ‘Frente Unido’ durante el segundo semestre de 1965 antes de partir al viaje sin retorno para ese momento: para los cristianos, los comunistas, los militares, los no alineados, los sindicatos, los campesinos, las mujeres, los estudiantes, los desempleados, los presos políticos y la oligarquía.
Si bien es cierto que con la desaparición física de Camilo se aplaza la concreción de su utopía de una sociedad colombiana abierta, democrática, ecuménica, justa y garantista de los derechos para el pueblo, podemos afirmar que su ideario y legado está vigente, hoy más que nunca en la coyuntura que vive Colombia con el programa de Gobierno nacional por el cambio que tiene como propósito alcanzar la paz total impulsando las transformaciones pactadas con la ciudadanía de los que no tienen nada que perder y todo por ganar.
Con el reciente mensaje de la Presidencia de República al ELN a propósito de la suspensión de los diálogos por los crímenes de guerra cometidos recientemente en el Catatumbo ‘O el camino del padre Camilo Torres Restrepo o el camino de Pablo Escobar’, se recupera el legado del sacerdote-sociólogo y cobra plena vigencia su proyecto político en el contexto y la coyuntura actual.
Anticipándose a los sesenta años de su muerte en el 2026, el mejor y justo homenaje a su coherente, comprometida vida y obra es retomar en la mesa de diálogo Gobierno – ELN su propuesta de una ‘Colombia posible’ que recoge los seis puntos de la agenda pactada como referente común para avanzar en las negociaciones de paz.
Al recuperar las apuestas de las transformaciones estructurales sociales, económicas, culturales, políticas, institucionales, ambientales y territoriales del visionario Camilo Torres Restrepo recontextualizadas a partir del país real colombiano actual, tanto en la propuesta de cambio del Gobierno nacional como de la delegación del ELN, necesariamente deben caminar en la dirección de un país posible en paz.
Si avanzan los diálogos de manera eficaz para alcanzar la paz en Colombia, ¡Camilo vive! y su ideario está vigente hoy más que nunca.