“Qué habría sido de las mujeres en el patriarcado sin el entramado de mujeres alrededor,
a un lado, atrás de una, adelante, guiando el camino, aguantando juntas.
¿Qué sería de nosotras sin nuestras amigas? ¿Qué sería de las mujeres sin el amor de las mujeres?”
Marcela Lagarde.
De lo que estoy segura es que cuando las mujeres se juntan pasan cosas poderosas porque nos atrevemos a romper el mandato patriarcal del que no podemos ser aliadas, sino que estamos llamadas a competir; cada vez que las mujeres nos reconocemos y nos encontramos, ejercemos el acto más disruptivo y amenazante para el machismo, porque nos permitimos abrazar las diferencias para hacernos fortaleza y además nos regalamos el derecho a la ternura, al tiempo de calidad, a pausar para avanzar, a despertar la creatividad.
Este mes de marzo fue de muchos eventos y espacios de poder sororo, uno de ellos co-crear desde la asociación Evas&Adanes el ‘Café entre Evas’ y lograr una juntanza sin precedentes, en la cual, no estábamos cumpliendo una agenda laboral o académica del hacer constante en el que andamos sino una agenda del SER, de alimentar el espíritu, de reconocer en las otras una voz de esperanza, enterarnos de lo grande que estamos haciendo las mujeres y que muchas veces el ruido del día a día nos impide deleitar. Nos encontramos mujeres artistas, indígenas, directivas, empresarias, periodistas, visionarias, directivas, afros, mujeres tan diversas como cercanas; resultamos como los hilos de un gran telar – enredadas- trenzadas, juntas, emocionadas de saber el poder que somos, poder que no implica competir con los hombres ni con nadie, sino hacernos conscientes de lo que somos y de lo que podemos lograr.
‘Café entre Evas’, un espacio para seguir conociéndonos, diálogos profundos alrededor de lo que hacemos, tiempo de calidad basado en el derecho al autocuidado que en lo femenino históricamente se ha puesto en segundo lugar, cuidamos el planeta, a las familias, nuestros entornos y muchas veces el precio que pagamos es olvidarnos a nosotras mismas; esta iniciativa es para dedicarnos tiempo, potenciar nuestros emprendimientos y empresas, compartir ideas y apoyarnos, ese es el propósito, crear una plataforma de Juntanza Femenina, que se haga inquebrantable, y no le tenemos miedo a ser llamadas ilusas, porque sabemos que el reto más desafiante para las mujeres es vivir la sororidad genuina y así cambiar paradigmas machistas de competencia femenina.
El café será dinámico y cambiante, cada encuentro será en un lugar diferente y buscaremos potenciar diferentes emprendimientos, comunidades, resguardos, empresas, entre otros, en los cuales, nos reunamos, la idea es sumar a más mujeres y consolidar un gran equipo, posteriormente invitaremos hombres y diversidades sexuales, no estamos cerradas a ello, sin embargo, la prioridad es que en La Guajira como Dama de Colombia, las mujeres nos reconozcamos, sepamos que no estamos solas, que otras como nosotras están para rodearnos y ser referentes con el ejemplo.
En marzo logramos lanzar varias iniciativas, pero el Café Entre Mujeres es de lo mejor, es un acto colectivo de absoluta incidencia política y social, es reconocernos diversas, pero no contrarias, esa pluralidad nos hace grandes, es tejer sororidad política entendiendo la política como el arte de transformar y eso somos las mujeres unas tejedoras de transformación. Viva cada encuentro de espíritus femeninos que son luz para el mundo y especialmente para La Guajira.
El concepto sororidad significa hermandad entre mujeres, sin embargo, de manera muy especial es este concepto el que nos invita a viajar en la juntanza como herramienta destructora de fenómenos opresores y a ser creadoras de espacios en el que las mujeres puedan desplegar nuevas posibilidades de vida.