Nació el 22 de agosto de 1925 en Restrepo, Valle del Cauca, cumpliendo 98 años con la misma claridad mental y con una memoria que sorprende cada día de manera pasmosa y extraordinaria.
Ese día de su cumpleaños recibió la visita de su amigo y líder villanuevero Javier Socarrás Amaya y del próximo alcalde de los villanueveros Diego Baquero Altamar, quienes con su hijo Edwin Ramírez Arias realizaron una tertulia amena donde el patriarca liberal Azael de Jesús Ramírez hizo énfasis en los ideales liberales y de lo que ha sido el recorrido de su vida llena de éxitos y de servicios a Villanueva, a la cual ha querido como a su tierra.
Don Azael de Jesús Ramírez es odontólogo de profesión, historiador, escritor, periodista, fue dos veces concejal de Villanueva, personero municipal, ha escrito las 15 monografías de cada municipio donde se editaron El Molino, La Jagua del Pilar Urumita y Villanueva; casado con la prima Hilsa Mercedes Arias Ariza; cofundador del Colegio Nacional Roque de Alba, cofundador de la Universidad de La Guajira; Club de Leones; Cruz Roja, fue el primero que trajo las Acciones Comunales, fundador del barrio José Galo Daza; fundador del barrio 11 de Junio; fundador del Colegio los Fundadores; biblioteca Pública Alicia Dangond.
En el año de 1986 fundó con la acrisolada periodista y escritora Mary Daza Orozco y el líder y exconcejal de Villanueva Javier Socarrás Amaya, el Café literario Rafael Antonio Amaya.
Azael de Jesús Ramírez por cosas del destino llegó al Departamento de La Guajira en el año de 1954 haciendo su primera escala en Fonseca, quien en compañía de otro joven riohachero de apellido Robles se había establecido en la tierra exótica del Retorno como técnicos dentales y allí llegó un día un joven de escasos 23 años de edad a que le hicieran un trabajo, llamado Reyes Zabaleta (el padre de los médicos Rafael y Reyes Zabaleta Romero) y los entusiasmó de que en las poblaciones de El Molino, Villanueva y Urumita solo existía un odontólogo y que no le alcanzaba el tiempo para atender la clientela y que además en El Molino existían muchachas bonitas y ellos ni cortos ni perezosos tomaron todos sus enseres de trabajo y sus corotos y se establecieron en la bella población de El Molino. El Joven Azael de Jesús Ramírez apenas contaba con 21 años de edad.
Allí en El Molino conoció una bella molinera, la prima Hilsa Arias Montero (La hija de Eugenio Arias, sobrino del abuelo Encarnación Arias) y tras un romance de 6 meses, la pidió en matrimonio ante la sorpresa de la familia de ella que un cachaco pidiera su mano y como estaban desconfiados y extrañados, puso un plazo de una semana y el domingo de esas calendas, la sorpresa fue para él ya que toda la familia Arias Montero se encontraba reunida y aprobaba de una vez por todas la boda del cachaco y la dama molinera.
El casorio fue con todas las de la ley y con la concurrencia de las personalidades de la época de las poblaciones de El Molino, Villanueva y Urumita.
Después se trasladaron a Villanueva donde procrearon una excelente familia, donde se destacan Wálter de Jesús, Edwin José, Jesús, quien fue concejal por este Municipio, uno de los profesionales brillantes con que cuenta Villanueva en el exterior, en Perú, donde brilla con luz propia; Schmeling Eduardo, fallecido; Leslie María, Ismaelina, Eduardo Rafael, Libia del Rosario, Orieta, Henry y Anna María Ramírez Arias. El señor Jesús también formó hogar con Edith González Pretel y nacieron Wilber, Johana, Obel el esposo de mi amiga Tatiana Vega, Kelly y Yuly Ramírez González.
Con Ederlinda Ospino Navarro nacieron Esneth y Yelitza Ramírez Ospino y con la hija del difunto Pana, pintor de la iglesia de Villanueva nació Henry Ramírez Pana. De ahí en adelante don Jesús Ramírez se consagró como un buen profesional de la odontología, agente cívico y un consagrado dirigente liberal.
¿Pero cuándo surge el escritor? Ya con treinta años encima y como persona cívica que lo ha caracterizado hasta el día de hoy, le solicitaron las personas religiosas de la época entre ellas, Carmen González ya fallecida, que le hiciera un artículo al patricio Juan de La Cruz Velásquez, que por más de cincuenta años había sido el alma de las fiestas de las cruces en Villanueva y que se encontraba en plena decadencia física y financiera y en esa época recogieron entre la población ocho pesos (que era mucha plata) y el artículo lo envió a Riohacha al ‘Imparcial Guajiro’ de propiedad de la familia Abuchaibe y el artículo gustó tanto que lo felicitaron y fue su columnista por muchos años. Allí en esa primera impresión surgió el escritor y periodista empírico que ha enorgullecido a Villanueva y especialmente a La Guajira.
Azael de Jesús Ramírez, continuó su camino exitoso como escritor y producto de ello es que ha contribuido con la historia de nuestro Departamento, al plasmar quince monografías de los quince municipios que constituyen nuestro ente territorial.
Además, ocupa un puesto en la academia de historia de La Guajira y escribió otro libro exitoso llamado ‘La mitología Wayuú’, y tiene otro ya publicado sobre los Chimilas.
Este escritor nonagenario quien se ganó el cariño de Villanueva y se quedó para siempre en nuestro pueblo ha sido un multifacético, ya que además es un consagrado arqueólogo, quien creó el único museo arqueológico que ha existido en Villanueva. Un reconocimiento más que merecido a este cachaco que se volvió villanuevero y que ha dado lo mejor de sí por este pedazo de patria que lo acogió con cariño y con fraternidad.
El 22 de agosto del 2023 arribó a sus 98 años, con plena lucidez mental y es más, está preparando la actualización de la monografía de Villanueva, bendito sea mi Dios. Una de las avenidas de Villanueva lleva su nombre, como reconocimiento a la gallardía y a la institucionalidad que representa don Azael de Jesús Ramírez en este municipio sureño. Aplausos para él por todo lo aportado a la literatura, a las artes y a la investigación.