¡Animo Comfaguajira, se puede!, fue la expresión que salió de mi alma y de mi espíritu guajiro al conocer la noticia de la prórroga que la Supersalud le hace a esta empresa, ícono de los beneficios para la comunidad trabajadora guajira y Empresa Administradora de Planes de Beneficios (Eapb) en el departamento, para subsanar y mejorar varias dimensiones como administrativas, de atención en salud, financieras y de solvencia económica para que supere dificultades y siga prestando sus servicios efectiva y eficientemente.
Estas son informaciones o noticias que “al rompe”, al ciudadano común y corriente y más si es un beneficiario, les causa y nos causan preocupaciones y se tienen más preguntas que respuestas por no conocer profundamente o en detalles la situación.
No está de más retrotraer que esta Caja de Compensación Familiar, con más de 49 años de historia, ha sido un modelo de empresa exitosa en nuestro medio por su crecimiento en infraestructura física, administrativa y gerencial; sus bienes de capital, multiplicidad de servicios y en la concientización, por ley o por principios, que los empresarios guajiros hayan asumido la afiliación de sus trabajadores a esta caja. Ha ampliado el radio de acción de sus beneficios a la comunidad afiliada y sus familias y ellos han gozado de estos logros. Por eso, cuando uno se entera que hay inconvenientes, que hoy está la Superintendencia de Salud haciendo requerimientos sobre la gestión de la Promotora de Salud de esta caja, y con el antecedentes de las intervenciones en el departamento de La Guajira, es inevitable asociar esta circunstancia con las causas de las intervenciones dadas como en salud, educación, plan departamental de agua y alimentación escolar, que a todas luces fueron presentadas como ineficiencia administrativas, baja gestión y actos de malos manejos.
El asombro parte porque sería muy duro para el departamento de La Guajira y sus habitantes que una Promotora de salud de esta talla, guajira y que hoy apoya la gestión en salud de 12 municipios y garantiza atención a casi un cuarto de la población guajira, esté en riesgo. Que sean trágicos deseos solamente y “canto de pájaro de mal agüero” todas las especulaciones que se puedan desprender de este suceso por no tener toda la información de primera mano que las subyugue; información que tiene que ser emitida por la fuente principal, a través de comunicados, ruedas de prensa, informes a la comunidad, en fin, como lo crean más conveniente. Tampoco debe darse, por ninguna fuente o medios de comunicación, informaciones falsas que causen pánico económico, financiero, gerencial y de atención en salud, sino se tienen los datos y registros valederos sobre la situación.
La garantía frente a la situación que se conoce por los medios de prensa y redes, es que hay un equipo humano conformado por funcionarios idóneos, experimentados y comprometidos, que conocen bien los intríngulis de la administración de este tipo de empresas, que conocen la idiosincrasia de su empresa y que confiamos que haciendo los ajustes requeridos, de manera juiciosa, técnica y bien aplicada, sean capaces de superar esos inconvenientes. Asumimos que también han aportado para esa complicación, estos funestos 12 meses de pandemia que hemos vivido, aún cuando la medida de vigilancia especial se da por indicadores de hace más de 2 años.
¡Vamos Comfaguajira, vamos que se puede! que la casta, el valor intrínseco de tantos años de servicios se puede recuperar, y debe ser la potestad la herramienta emocional para que ustedes, consejeros, directivos y demás empleados, nos muestren y demuestren que una circunstancia que puede ser pasajera, debe dejarnos más enseñanzas que dolores.