Paradójicamente, nuestro país atraviesa momentos difíciles por diferentes razones, no es un secreto el balance de las diferentes carteras ministeriales a nivel nacional y la notación de Asobancaria donde anuncia que el crecimiento para este año es del 0,2% según el Banco de la República, aunque los responsables territoriales desarrollan sus labores hay situaciones que suelen salir de su coyuntura.
Hago referencia a la importancia y la cohesión que debe existir para ejecutar los programas del Icbf, eje transversal de los gobiernos nacionales y su función social es la prevención y protección integral de la primera infancia, la niñez, la adolescencia, adultos mayores y las familias en Colombia. A mi entender, desde esta entidad se gestan las bases sólidas para la construcción de la sociedad, y al profundizar un poco más comprendo a través de ella se ejecutará el plan nacional de desarrollo ‘Colombia Potencia Mundial de Vida’.
En mi mágico universo, la niñez es el pilar fundamental y para ello se debe presentar una mínima garantía y la llamo acceso a una educación digna, quiero anotar el hecho de las madres comunitarias que hacen parte de los programas del Icbf. Actualmente se encuentran en asambleas permanentes en casi todo el país exigiendo mejores salarios y la oportunidad de una pensión digna. Todo lo anterior se cruza con la renuncia de la directora nacional y el nombramiento de Astrid Eliana Cáceres.
Análisis de la perspectiva socioeconómica y educativa de nuestro país, grupos poblacionales que alzan sus voces en las diferentes regiones que conforman la geografía colombiana para garantizar paz total. Se deben garantizar unos indicadores base y entre ellos está el acceso a la educación y para lograrla es necesario contar con transporte escolar y alimentación escolar.
Nuestros indígenas, que han realizado un paro en diferentes puntos en la vías que nos comunican con el norte y sur del Departamento, solo requieren que quienes administren los programas tengan en cuenta el enfoque diferencial multiétnico y pluricultural que conduce Al fortalecimiento de los saberes que hacen parte de su cultura.
Como ciudadanos debemos dimensionar qué tanto nos afectan las problemáticas sociales. Unidos podemos derrumbar los paradigmas del pasado y dar inicio a la construcción de nuestro presente. Nos corresponde mantenernos conectados en una alianza estratégica por el bienestar y por nuestra gente, respecto a todo lo anterior, hago énfasis en el día del periodista y la función social que diariamente se desempeña con la responsabilidad y el compromiso de informar.
Febrero conmemora el mes de la radio, del locutor, de las comunicaciones. Esta labor no es tarea fácil, compartir tu opinión y socializar una noticia es una maratón para quienes deciden realizar este ejercicio, considero que unidos podemos visibilizar las quejas de nuestros territorios y lograr que se puedan implementar medidas que garanticen condiciones mínimas para potenciar la vida, nuestra responsabilidad social.
Mi propósito, al igual que muchos que ejercen esta labor es informar, pero a la vez encontrar alternativas de solución. Una noticia debe ser veraz, oportuna, no comparto la autodestrucción ni el sensacionalismo, siempre existirán diferentes opiniones, pero la objetividad periodística genera armonía colectiva, las circunstancia que se presentan en todo el territorio nacional no son una casualidad. Las cosas no están bien y no podemos ser indiferentes, el deber ser es levantar nuestra voz y acompañar a defender nuestros derechos. De hecho, considero que políticos y periodistas deben demostrar que juntos podemos hacer una radiografía para focalizar las falencias que impiden el desarrollo social y la sostenibilidad de nuestros pueblos.
Las actividades de los diferentes círculos colectivos y activistas que conforman líderes sociales tienen una lista interminable de quejas, ¿qué sucede? ¿cuáles son las fuentes de desarrollo de La Guajira? Antes de obtener respuestas, quiero anexar lo viral que se ha vuelto normalizar situaciones para que ya no sean llamadas problemáticas sociales, y una respuesta ilógica podría ser que todo está funcionando bien, lo que sucede, ¡son caprichos y por esa razón el pueblo protesta!