Tal y como ocurre en muchas historias del mágico folclor vallenato, el camino que ha recorrido el compositor Alberto Santos Romero ha estado lleno de muchas circunstancias que lo convierten en una persona con un cúmulo de momentos dignos de resaltar.
Hijo del matrimonio formado por Venancio Santos Cuesta y Jenny Romero, el autor de hermosas melodías es el cuarto de seis hermanos, con quienes compartió en su natal Codazzi, Cesar, municipio que lo vio crecer en el seno de una familia honesta y trabajadora, cuyos miembros a pesar de algunas dificultades económicas en su niñez, debido a quebrantos de salud sufridos por su querido padre, único sustento de la familia, pudieron superarse y salir adelante.
Alberto le atribuye su vena musical a su ascendencia materna, es decir, por el lado de los Romero, y aunque sus padres nacieron en Honda, Tolima, un hermano de su mamá se ganaba el sustento diario como integrante de un trío de guitarras. De igual manera, su señor padre, Venancio, también se inspiraba de vez en cuando para componer versos.
Inspiraciones del Alma
Durante su niñez, el autor hacía muchos versos, su señora madre Jenny Romero se los guardaba, pero en alguna ocasión todas esas letras se perdieron. “Me dediqué a trabajar, trabajar, trabajar, y no le presté más atención a ese talento. En plena pandemia, ya con todo el tiempo necesario, y motivado por ser sobreviviente del coronavirus, le hice una canción a esa enfermedad”.
Como le ocurre a muchos compositores, una situación vivida de manera personal fue el motivo de inspiración para expresar la canción ‘Vete coronavirus’, tema musical que fue llevado a la pasta sonora por el vocalista Roilan Rosado, quien vive en Riohacha, pero es oriundo de El Molino.
Demostrando que su versatilidad para componer es amplia, Alberto construyó musicalmente ‘El gran día’, una canción donde refleja todo el amor y todo lo que merece su querida madre, pero que como él mismo afirma “es aplicable para todas las madres del mundo, y más porque me la grabó Elder Dayán Díaz, en medio de todas las limitaciones y dificultades que había en la pandemia”.
‘La gran dedicación’, obra que tuvo como musa a su señora, Amarilys, pero que puede ser motivo de dedicación para cualquier mujer, fue una canción al amor grabada por Iván Villazón. “Recuerdo que el maestro Camilo Namén me la escuchó, y me dijo ‘esa canción es para Iván Villazón’, pero yo no conocía al maestro Iván. Camilo me hizo el favor de llevarlo a mi casa, y en medio de un almuerzo la escuchó, le conté que era dedicada a mi señora, y tres meses más tarde la grabó”.
‘Gaby’ García, en otrora cantante de El Binomio de Oro, y quien hace pareja musical con Limedes Romero Ospino, hermano de ‘El Pollo’ Isra, también plasmó en el acetato una obra del compositor con raíces codacenses. En una ocasión que los invitó para que le amenizaran una fiesta familiar, escucharon ‘El premio mayor’, canción dedicada al amor, les gustó y le hicieron el favor de grabarla.
Codacense adoptado por Riohacha
Desde hace muchos años, Alberto Santos se radicó en la ciudad de Riohacha, capital guajira que lo ha visto crecer empresarialmente, y a la cual tiene mucho que agradecerle, situación que ratifica el cariño que a diario le manifiestan.
En el campo empresarial, se ha trazado el propósito de continuar generando empleo en La Guajira, consolidar lo que ahora tiene y emprender nuevos proyectos. Y en ese trajinar laboral, Alberto no se sentía con el derecho de hacerle una canción a la ciudad por respeto a los compositores de la región, pero un sobrino político, Gerardo Toro Aguilar, le pidió el favor porque sabía que “yo tenía muchas cosas bonitas para decirle a Riohacha, y me salió esa letra que le ha gustado mucho a los riohacheros, y eso me llena de alegría”.
Junto a otras obras musicales que ya le han grabado artistas como Luisma Torres, ‘El Mono’ Zabaleta, Marcos Díaz, Haffit David y Rodrigo Scala, en ritmo de salsa, el compositor Alberto Santos Romero visualiza en su futuro artístico “que cada vez que Dios me mande un momento de inspiración, podré hacer una canción. Sin prisa, porque no estoy en competencia, sobre todo por respeto a los grandes compositores de nuestro folclor, con mucha humildad, nobleza y respeto. En cada momento que Dios me ilumine, de allí saldrá una canción”.