El crecimiento de una nación depende de diferentes factores generadores de ingresos económicos en producciones agrícolas, minerías, industriales, comercios, finanzas y servicios; entre otros.
Debemos comenzar a olvidarnos de las regalías que originan las explotaciones de hidrocarburos y carbón, lo que permite direccionarse al agro industrial comprometiendo integraciones participativas conformadas por gobierno, agricultores, bancas especial y Confederación de Cámaras de Comercios; operadas por profesionales y técnicos del ramo, para pequeños y medianos agricultores, a cargo de organizaciones y fundaciones sin ánimo de lucro, que promuevan emprendimientos en localidades rurales con cultivos de pancoger para el consumo interno y para exportaciones mediante proyectos y programas estructurados y articulados de acuerdo a condiciones de suelo, factores climáticos, ecoambiental y vías de comunicación.
El Estado no debe ser sustituido ni remplazado por personas naturales ni jurídicas, concesionaria en explotaciones de servicios públicos sin controles ni beneficios para la nación, justificada en política neoliberal, de privatización.
El general Gustavo Rojas Pinilla, cuando estuvo de presidente creó el Idema, Instituto de Mercadeo Agropecuario, en remplazo del INA, Instituto Nacional de Abastecimiento, encargada de recibir en depósito y compra la producción campesina, para luego comercializarla al por mayor y detal.
¿Por qué no implementar centros de abastos, circuitos y distritos de mercadeos públicos para garantizar la comercialización de productos del agro? Sirven para controlar especulaciones y precios entre intermediario
¿Por qué no implementar centros de abastos, circuitos y distritos de mercadeos públicos para garantizar la comercialización de productos del agro? Sirven para controlar especulaciones y precios entre intermediario
No debemos ser inferiores a otras naciones si le damos vida y seguridad al campo, civilizándolo en adecuaciones productivas para estandarizarlo en características y especificaciones requeridas para la comercialización.
Es insólito el desempleo de profesionales y técnicos del agro, agrónomos e ingenieros: forestal, ambiental, industrial, biólogos, veterinarios, zootecnistas, etc.
El Gobierno ignora o no le importa alinearse a explotar el agro. Admiten importaciones en cantidades y precios diferenciales muy por debajo de los nuestros, dificultando la competencia, cuando se requiere de fortalecimiento en apoyos técnicos y financieros para emparejamiento.
Siguen pegados al facilismo, derrochando repartos de ‘mermelada’, apropiando recursos económicos ilícitamente en corrupción. Es inconcebible e inaudito que boten billones de pesos en la lucha para erradicar el narcotráfico con fumigaciones aéreas de glifosato y no se destinen recursos suficientes para subsidiar y apoyar a los campesinos para producir alimentos.
Las regalías de petróleo, gas y carbón, no durarán más de 10 años. Un millón de hectárea tecnificadas para explotaciones de variedades de vegetales y crías de animales, en productos, a manera de ejemplo, podrían generar más de tres millones de empleos directos, desde el sembrado, hasta la recolección de cosechas. Otros tantos in- directos. Los transportes y la comercialización, conforman cadenas de servicios y labores operativas y administrativas.
A todo lo anterior agréguele, personal que se necesita en los procesamientos y transformaciones industriales. Sumando toda la cadena de actividades, servicios y labores agroindustriales, originaría del millón de hectáreas, entre empleos directos e indirectos, más de 7 millones; sin agregar los beneficiarios colaterales que sería de gran alivio a la cantidad de personas desempleadas de beneficios colectivos y reactivación económica.
La diplomacia debe afianzar funciones de agregados en las relaciones comerciales, analizando y estudiando preferencias de consumos de las distintas naciones, al igual que normatividades vigentes de comercio exterior, correspondientes a los países con el objetivo de proponer y ofertar en rondas de negocios, ferias y concertaciones, coordinadas por Cámara de Comercio o cualesquiera estamentos acreditados en Bancoldex y Banco Agrario, para formalizar y materializar acuerdos en negocios y contratos mercantiles.
Es necesario promover cultivos exportables que completen: café, banano, cacao, flores, aguacates y otros; incluyendo el cannabis medicinal. Lo mismo que exportaciones de carne (vacuna, ovina-caprina y aves).
El Gobierno debe iniciar acciones relacionadas con: encuestas, estudios e informaciones, de consumos internos para efecto de planificar y balancear producciones, distribuciones y provisiones; enlazando en plataforma digital, de ámbito nacional, previniendo, desabastecimientos y súperproducciones perecederas.
Es pertinente clasificar calidad del suelo para determinados cultivos con reservas disponibles.
Colombia requiere actualizar el Código de Comercio que comenzó a regir mediante decreto 410 de 1971, creando las Cámaras de Comercio en departamentos y distrito, acumulando de manera conjunta compendio de normas, relacionadas con el régimen de comercio para conocimientos y aplicaciones.
El Código vigente en nada se refiere al comercio en líneas, leasing, franquicias, ofertas de servicios, crediclub-ventas, aplicaciones, criptomonedas, entre otros términos.
El nuevo gobierno tendrá que insertar en el Plan de Desarrollo prioridades en las explotaciones agrícolas para favorecer empleos e incrementar ingresos en recaudaciones tributarias, rentas, para mitigar, menguar y descongestionar la pobreza hasta erradicar- la, bajando el alto grado de delincuencia, disminuyendo hacimientos carcelarios. De igual forma, reservar recursos destinados a la salud e impulsar educación de calidad para la competividad comercial