Es de mal gusto, divulgar falsedades y peor aún, desinformar, que muchos habitúan, para andar, mintiendo y transmitiendo, estupidez y ridiculez, perdiendo credibilidad y confianza, desmoralizándose en el ámbito de redes sociales, repudiado por perversos contenidos, que publican y comparten, de manera grotesca, con predisposición de ofender y confundir. Algunos individuos, se prestan para que los utilicen, como esclavos o sicarios morales, cuyo despropósito, es causar daño y perjuicios, sin medir las consecuencias, por motivos de arrebatos, desmanes y provocaciones conflictivas, con actitudes desmedidas.
En la conmemoración del aniversario 59 del departamento de La Guajira, comenzaron por las redes sociales a anunciar con afirmaciones irresponsables, que iban a declarar la nulidad de la elección del gobernador, Jairo Aguilar Deluque, para llevar a cabo elecciones atípicas con la finalidad de opacar la serenata por el cumpleaños del Departamento peninsular de Colombia.
La intención de los autores intelectuales de falsas informaciones, que ordenan publicar, persiguen desestabilizar la administración departamental, comprometiendo al honorable magistrado ponente y la Sala Quinta del Consejo de Estado, quienes tenía a su cargo la decisión de la demanda electoral interpuesta por quienes resultaron derrotados en la elección popular y quieren de manera temeraria y de mala fe, tumbar al mandatario.
Demandaron la elección popular del gobernador de La Guajira, Jairo Aguilar Deluque, quien obtuvo una votación de 190.000 sufragios, con una diferencia, superior de 100 mil votos sobre el segundo lugar, disque por estar inhabilitado, por haber ejercido como gobernador cuando el exgobernador Nemesio Rois Garzón dejó el cargo por fallo proferido por la Sala Quinta del honorable Consejo de Estado, anulando la elección del exgobernador por doble militancia durante un año de la inscripción de la candidatura.
La acreditación de Gobernación o alcalde en encargo debe estar amparada en una designación mediante acto administrativo expedido por autoridad competente, debiendo asumir el cargo, previa posesión, para despachar como mandatario. El gobernador Jairo Aguilar Deluque no ejerció como gobernador encargado. ¿Tendrán los demandantes pruebas del decreto de designación como gobernador encargado, expedido por la Presidencia o Ministerio de Interior y el acta de posesión?
Los secretarios de despacho están obligados a cumplir con las funciones administrativas asignadas y delegadas por disposiciones legales. Jairo Aguilar en condición de secretario de Gobierno, no asumió automáticamente la condición de gobernador encargado. De haberlo hecho, hubiese incurrido en abuso de autoridad, deslegitimando los actos administrativos, que expidiera por viciado de nulidad.
¿Habrán aportado los demandantes, pruebas de actos administrativos expedidas por el exsecretario de Gobierno, Jairo Aguilar, en condición de gobernador encargado? ¿Cuál es la causa probada, que puntualice la inhabilidad para anular, la elección popular del gobernador Aguilar Deluque? Impulsores de la demanda cantaron falsa victoria anticipada, alardeando y afirmando en redes sociales que iban a anular la elección del gobernador de La Guajira, pero el tiro salió por la culata al negar la Sección Quinta del Honorable Consejo de Estado las pretensiones de la demanda de nulidad contra la elección popular del gobernador confirmando al mandatario guajiro, Jairo Aguilar Deluque.
Es hora de reflexionar y dejar trabajar al mandatario. De nada sirve a La Guajira, la cambiadera de gobernadores, como se ha venido acostumbrando, generando inestabilidad, desajustes, incertidumbre, atrasos e imperando el desorden, de quienes pescan en río revuelto, en juego de aprovechamiento, amparado en la corrupción.
Cuando radicaron la demanda en el Consejo de Estado comenzaron a especular y alarmar que habían suspendido al gobernador por la demanda presentada, pero era una total mentira. Ahora, volvieron a repetir la misma mentira, manifestando que ya el gobernador está en el suelo, en fallo inexistente del Consejo de Estado, manifestando cuando aún la citada Sala no había decidido sobre la nulidad de la elección popular de gobernador, cuya sentencia se profirió el día 4 de julio 2024, favoreciendo al gobernador Aguilar Deluque, por no haber existido inhabilidad que lo comprometiera o afectara.
El Ministerio Público de la Procuraduría, pidió no acceder a las pretensiones de la demanda, confirmando la elección popular, pero el concepto de la autoridad disciplinaria no es obligatorio ni incluyente en la decisión que expidan por aprobación de mayoría en la Sala Quinta.
Resuelta de manera favorable la demanda en el Consejo de Estado contra el gobernador de La Guajira Jairo Aguilar Deluque, terminaremos con la inestabilidad de Gobierno departamental, del cual venimos padeciendo desde hace 12 años, cuando el Gobierno, con la Fiscalía, irrumpió la administración departamental y la buena labor ejercida por el exgobernador Juan Francisco “Kiko” Gómez, al que terminaron condenándolo de manera injusta y aberrante solo con pruebas de referencias que pueden ser objeto de revisión en instancia superior.
Superemos la rivalidad, las rencillas y las codicias. La Guajira, requiere de unidad, de su gentes nativas, adoptivas y residentes que quieran sacarla adelante de manera incluyente el Departamento, focalizando, explorando y ejecutando en diferentes campos, direccionado a programas, proyecciones, acciones y operaciones de utilidad común que beneficie de manera colectiva, facilitando espacios estructurales para ofertas de inversiones y oportunidades generadoras de ingresos para solventar necesidades y emprender desarrollo y progreso.
Rodeemos a nuestro mandatario ‘Jairito’ Aguilar, confirmado por sentencia judicial, apoyémoslo e interactuemos de manera mancomunada y solidaria en forma positiva. La Guajira es próspera, no la descuidemos ni abandonemos, defendamos nuestros derechos e intereses en unidad sólida para que nos respeten en política centralista y de avasalladores. Dejemos a un lado las confrontaciones, actitudes negativas, pesimistas, indiferentes y desmedidas, que nos estancan y sirven para provechos de terceros, quienes se benefician por la rivalidad radical extrema, cargada de odios que nos caracteriza y debe desecharse.
En vez de perseguir y castigar, es preferible perdonar el equívoco y zancadillas distorsionantes, especulativas y desinformativas, sin descuidar intenciones para no perder tiempo ni desgastes en quienes quisieron causar confusiones pretendiendo tumbar al gobernador.