La vida nos lleva hacia donde nuestro espíritu es feliz, este concepto de felicidad es fundamental, dado que las mujeres hacemos tanto que se nos olvida ser felices y ocuparnos de nosotras mismas.
Retomando hacia donde me llevó la vida, les comento que tuve el honor de participar como panelista en la VI Cumbre de Magistradas Electorales de México; viví unos días de universales aprendizajes y desaprendizajes, de tejidos de poder sororo, de conmoción y contemplación, sin miedo a perder, sin prejuicios nocivos de competencia entre mujeres, con el alma en pleno unimos esperanzas y sueños ambiciosos de aportar y lograr un mundo sin violencias basadas en género, equidad e igualdad de derechos, en el cual, ser mujeres no represente un peligro y podamos vivir seguras y libres.
Gracias a la Magistrada Mónica Soto ejemplo de valentía, compromiso y fuerza femenina con inquebrantable sangre violeta por hacer tanto por el bienestar de todas, por ejercer la reivindicación de los derechos humanos femeninos con determinación, Gracias a Alexandra Montoya Mexia, directora General de igualdad de Derechos y Paridad de género del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y a todo su majestuoso equipo, por propiciar espacios que no solo impactan a México sino a las Américas a nuestras naciones que tanto necesitan y reclaman la equidad e igualdad; son desde estas experiencias que polinizamos al mundo, que movilizamos transformación y que rompemos miedos representados en prejuicios absolutamente involutivos.
Estuvimos mujeres de Costa Rica, Paraguay, República Dominicana, Argentina y Colombia, con maestras como la Dra. María Elena Wapenka y las admiradas Alejandra Lazzaro, Patricia Lorenzo, y Montserrat Ruiz, que sin duda seguiremos haciendo buen eco de esta causa violeta que no se detendrá y que al sumar a otras se hace imbatible e imparable, esto no es retorica emocional post evento es compromiso leal de todas por la causa, es sabernos acompañadas y vivir una juntanza feminista y sin fronteras.
La voz Guajira en México
Ahí estaba yo, honrada de compartir con mujeres tan sabias y experimentadas, además había alguien especial en el público, otra mujer guajira, con una amplia experiencia en el tema político/electoral, ella, la misma que años atrás llegó a mi colegio siendo la única mujer presente en el debate de candidaturas a la Alcaldía de Riohacha, habló con el argumento y el carácter natural en ella, que me dije “Quiero ser como esa mujer”, fue admiración a primera vista, de esas que se viven con amplitud.
Ella es, Yolima Carrillo, la misma candidata de años atrás estaba ahí con sus ojos brillantes de emoción propios de una mentora viendo a su pupila crecer, era inevitable sentirme orgullosa, porque algo en lo que jamás he obedecido al machismo es que nunca compito ni competiré con las mujeres, yo las admiro, las potencio y me dejo potenciar por ellas, sin miedo a nada, porque son mi fortaleza y no mi competencia, esa es la clave de la sororidad un acto de libertad y lealtad.
Una cumbre para…
Hablar de derechos femeninos políticos, en la cual, compartí la experiencia e investigaciones que he realizado con mujeres y feminismos. Asimismo, sobre cómo las mujeres pueden superar las barreras culturales, sociales y económicas que limitan su participación política y su acceso a espacios de poder. También hablamos de Evas & Adanes, los libros, las investigaciones, el podcast y las diferentes actividades con perspectiva de género que lideramos.
La Cumbre de Magistradas electorales de las Américas fue un espacio entre mujeres líderes que buscan fortalecer la democracia paritaria y la equidad de género en la región, esta merece replicarse en todos los países y a toda escala, el mundo necesita polinización con perspectiva de género e interseccional.
Bravo! México por ser ejemplo e inspiración de iniciativas como estas, por más cumbres en las que coincidamos para aprender y potenciarnos, entre mujeres y con las mujeres como punto de partida y luego con los hombres y las diversidades sexuales, se hace urgente la transformación violeta y no pararemos hasta lograrla.